La ventana, un elemento clave de ahorro

En estos años, el cerramiento de PVC ha acompañado a estándares como Passivhaus, certificado que ya poseen distintos tipos de ventanas.

También la normativa ha ido en paralelo con nuestro sector. Con el Pacto Verde Europeo de 2019, que tiene como objetivo alcanzar la neutralidad climática para 2050, la aprobación de la Directiva de Eficiencia Energética de Edificios de 2024 y su pronta adaptación al CTE, la ventana cobra un nuevo protagonismo y se reinventa para ganar en sostenibilidad. No en vano, el 25% de las pérdidas de la energía en un edificio mal aislado se producen por la fachada, y los huecos de las ventanas son los puntos más críticos y las partes más débiles.

En este sentido, recordemos que el PVC es un material muy aislante, sostenible, 100% reciclable y rentable. Según un estudio realizado por José María Baldasano, catedrático de Ingeniería Ambiental de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC), la ventana que genera en el cómputo del ciclo de vida un menor consumo de energía y de emisión de CO2 es la que tiene como material el PVC.

Tampoco la evolución de las empresas se puede entender sin el apoyo de la colaboración público-privada. Y es que los planes renove han ido buscando siempre la máxima eficiencia energética de las ventanas, y el sector ha reaccionado apostando por elementos con cada vez mejores prestaciones. Así, el primer Plan Renove de la Comunidad de Madrid introdujo el requisito de que el cajón de la persiana tuviera al menos permeabilidad al aire clase 4 e incorporase aislante térmico, condición que motivó a las empresas de ventanas a adaptar este modelo de cajón en todos sus productos. A día de hoy, no existe empresa que no lo tenga en su catálogo.

Precisamente, en enero de 2025 se ha rescatado esta iniciativa con una nueva convocatoria del Plan Renove en la Comunidad de Madrid, que ha arrancado nuevamente con éxito, favoreciendo el cambio de mentalidad de los madrileños para mejorar la eficiencia energética de sus edificios y ganar confort en los hogares. Pero también para reducir su factura energética y contribuir a la descarbonización del parque edificado y la reducción de emisiones de CO2. Desde esta tribuna hacemos un llamamiento a otras comunidades para seguir el ejemplo de Madrid.

En los próximos años, no cabe duda de que la actividad del sector seguirá creciendo, gracias a los nuevos desarrollos urbanísticos y a las medidas anunciadas por el Gobierno y que se resumen en ‘más vivienda, mejor regulación y mayores ayudas’.

Pero también nos enfrentamos a nuevos retos y desafíos que no hay que desdeñar. Por ejemplo, si bien los Certificados de Ahorro Energéticos (CAEs) podrían ser una oportunidad para nuestro sector, en las actuaciones no se tiene en cuenta toda la vida útil del aislamiento; solo el ahorro en kWh anual y no el acumulado. Otro problema que no podemos soslayar es la falta de relevo generacional que, aunque es común a otros sectores, afecta tanto al fabricante como al instalador de ventanas.

Agradecemos a Novoperfil la oportunidad que nos ha dado de poder pulsar el mercado de la ventana, y por hacerse eco, como medio de comunicación referente, de la evolución del sector, tal como viene haciendo durante los 35 años que acaba de cumplir con una información rigurosa, veraz y de análisis. ¡Felicidades a todo el equipo!