Ante la crisis: ‘Do it yourself’

De hecho, los pequeños trabajos de montaje se han convertido en algo habitual dentro de los trabajos domésticos e incluso gran parte de los españoles se toman ya el bricolaje como un pasatiempo, sobre todo entre la población de 35 a 45 años. Además, según las respuestas recogidas por el portal facilisimo.com, ante la pregunta “a qué dedican los españoles el tiempo libre durante el fin de semana”, se deduce que al menos invierten casi dos horas en echar mano de la caja de herramientas y otras tantas en decorar.

El bricolaje es más que un hobby; el do it yourself se ha convertido ya en toda una filosofía. Para quien lo practica, es una forma de ahorrar, una actividad divertida, un reto personal, algo de lo que sentirse orgulloso con uno mismo y, sobre todo, libera estrés. Estas son por orden, como revela un análisis de la Fundación Txema Elorza, las principales motivaciones del ‘manitas’. Esta fundación es una organización privada sin ánimo de lucro constituida bajo un patronato de empresas de bricolaje.

Pero a pesar de esto, el sector de la ferretería y el bricolaje ha visto frenado el ascenso que experimentó entre 2004 y 2007. La contracción fue evidente en 2008, con una reducción de más del 6% en la facturación. Para el cierre de 2009, un estudio realizado por DBK apuntaba una caída de hasta el 15%.

El gasto medio de cada hogar español en productos relacionados con el bricolaje y la jardinería llega ya los 276 euros anuales aproximadamente. No obstante, España está todavía muy alejada de algunos países europeos como Alemania y Gran Bretaña, donde gastan 944 euros y 940 euros, respectivamente.

El estudio 'El Observador Cetelem 2008', que analiza cada año diversos mercados de bienes de consumo, muestra un retrato robot del bricolaje en Europa. En estos últimos años, Alemania y Gran Bretaña, muy por delante en este sector, han visto a Bélgica y en menor medida a Francia, acercarse con su gasto medio por hogar y por año en fuerte progresión. En Italia, España y Portugal, el sector permanece a la sombra de los otros. El más avanzado en Europa Central en esta materia es Polonia, donde las grandes superficies francesas llevan años instaladas.

Desde el montaje de una sencilla estantería hasta un cuarto de baño entero. Hay quien empieza con pequeñas obras y luego incluso lo llega a realizar, ya no como hobby, sino como oficio. “Hola, tengo una casa y quiero hacer una acera alrededor de la misma. El suelo que hay ahora mismo es tierra. ¿Pueden indicarme qué materiales necesito y cómo debo de hacerlo?”. Consultas de este tipo llegan cada día a los archivos de 'Bricomanía', un programa que lleva quince años explicando cómo hacer maravillas con nuestras propias manos.

Kristian Pielhoff, presentador del espacio, ha sido el introductor en muchos hogares de herramientas y elementos que hasta hace poco ni siquiera sabíamos de su existencia. La escalera articulada, la hormigonera eléctrica, la ingletadora... Cuando pasó el casting del programa, venía del mundo del turismo. El bricolaje era sólo algo que se le daba bien. Una de sus pasiones era escaparse a Francia a los grandes centros del sector, que por entonces aquí no existían.

Uno de los motivos que ha influido en el despegue del bricolaje como actividad más popular es que ahora las herramientas son más perfeccionadas y baratas que hace unos años. Una taladradora está ya al alcance de cualquier bolsillo. Como ésta, el uso de otras herramientas es más sencillo, incluso enfocado a pequeñas tareas domésticas. “Las dosis de los productos se adaptan al consumidor final y no sólo al profesional”, precisa Alonso Salvador, jefe de ventas de los establecimientos Baixens, especializados en el mundo de la química en la construcción. En este ámbito los aficionados al taladro podrían recitar de carrerilla tres productos básicos: el cemento-cola, que ha sustituido a los morteros; el impermeabilizante decorativo-protector, en lugar de la tela asfáltica; y un enlucido de alisado listo para amasar y aplicar.

Cientos de productos se encuentran con facilidad en alguno de los múltiples pasillos de un establecimiento especializado. Hace apenas diez años, las tiendas de bricolaje eran como cajas metálicas rectangulares con gran variedad de productos en exposición. La caja estaba dispuesta con estanterías y un pasillo central rectilíneo. Las encuestas mostraron que a los clientes no les gusta leer letreros y por eso es cada vez más importante el desarrollo de conceptos en torno a temas como la carpintería, fontanería, pintura...

Este año Pattex se ha propuesto ayudar a los españoles a dejar atrás sus temores hacia el bricolaje. Para ello retoma su ‘bricoterapia’, el concepto que ideó el año pasado y que conectó muy bien con el público. Esta vez propone una ‘bricoterapia’ de choque a todas aquellas parejas que quieran ganar 15.000 euros para renovar su piso y convertirse en los Pattex 2010.

Todas las parejas que quieran llevarse el premio pueden participar a través de www.elblocdelospattex.es, donde podrán reformar su temor al bricolaje mediante cuatro pruebas online, asequibles incluso para los que tengan poca idea de bricolaje. De dichas pruebas saldrán dos parejas finalistas, elegidas mediante votación popular y decisión de un jurado. Esas dos parejas pasarán a la final, donde seguirán con la ‘bricoterapia’ de choque intercambiando sus casas durante un fin de semana para enfrentarse a tres retos relacionados con el bricolaje y la decoración y dejar definitivamente allí, en casa de otros y de una vez por todas, su miedo al bricolaje. Finalmente, la pareja mejor valorada por la audiencia y el jurado en ese intercambio será la que se lleve los 15.000 euros de premio para reformar su piso.