Pasado, presente y futuro del sector de las puertas Automáticas
Luis Rubio Hernández – Vicepresidente de Fimpa, Federación Nacional de Fabricantes, Instaladores y Mantenedores de Puertas y Automatismos
20/01/2021El sector es muy pequeño en volumen de PIB, pero sin embargo es muy importante a nivel de seguridad ya que a través de las puertas automáticas pasan diariamente millones de personas o de vehículos acompañados de personas, regulando el flujo de movimientos de unos y otros y donde un fallo de seguridad o fiabilidad puede provocar una parada en una cadena de producción, una imposibilidad de abrir o cerrar un negocio, e incluso la imposibilidad de contener un incendio entre otros.
A diferencia de otros sectores, en España no se dispone de un reglamento específico que lo regule tanto desde el punto de vista del diseño y fabricación como de la instalación y mantenimiento, sino que el sector debe atender al cumplimiento de diferentes directivas, normativas e informes ministeriales, lo que unido a que es un sector tremendamente atomizado, complica enormemente la difusión, conocimiento y comprensión de todo el entramado legislativo y normativo.
En estos momentos tan complicados que nos está tocando vivir como consecuencia del Covid, las puertas automáticas se han convertido también en un elemento preventivo frente al contagio. Situaciones que antes de la pandemia eran consideradas normales, ahora se han convertido en potenciales transmisoras del virus, lo que ha derivado en el desarrollo de nuevos dispositivos que pueden ser instalados para realizar la apertura de la puerta sin contacto (NOTOUCH).
El modo de funcionamiento de la puerta determinará el tipo de dispositivo a poder utilizar, pudiendo ser sensores de tecnología microondas (ondas electromagnéticas de alta frecuencia y se presentan en un rango de frecuencia determinado) como radares o sensores de proximidad. Estos últimos pueden ser también de tecnología infrarroja donde la transmisión de la energía se realiza a través de ondas electromagnéticas que se mueven a la velocidad de la luz a lo largo de líneas rectas.
Además, dichos dispositivos permiten cumplir con la ley de accesibilidad, al hacer practicables determinados itinerarios que de otra forma no lo serían, al permitir que personas mayores o con movilidad reducida y personas en sillas de ruedas puedan abrir las puertas de acceso o comunicación interior del edificio sin ningún tipo de esfuerzo, al no tener que empujar o tirar de ellas para poder entrar.
Por último y a mi modo de ver, y una vez retornemos a la llamada nueva normalidad, considero que las perspectivas del sector son bastante buenas, al menos desde el punto de vista de la adaptación, reforma y mantenimiento de las mismas, ya que si bien la nueva instalación está condicionada obviamente por la evolución de la construcción, actualmente existen en España cientos de miles de puertas automáticas con una antigüedad superior a 20 años, y con escasas o ninguna medida de seguridad que necesitan reformarse o inclusive sustituirse por puertas nuevas, ya que en algunos casos la adaptación o reforma es en inviable desde el punto de vista técnico debido al estado de la puerta o incluso el coste de la reforma o adaptación es igual o superior al de una puerta nueva.