Las puertas sin contacto, una solución ante el COVID-19
Juan Ramírez, presidente de Fimpa, y Francisco Galán, en representación de Aepa, fueron los invitados a la sesión ‘Puertas sin contacto: Seguridad anti COVID-19’, celebrada en el marco del evento Sicur Especial Covid. En el mismo se habló de las soluciones que el sector de la automatización de puertas ofrece para evitar contagios por contacto de esta y otras enfermedades.
Entre los pasados 1 de julio y 30 de septiembre se ha celebrado Sicur Especial Covid, un evento híbrido online y presencial, organizado por Ifema, que tenía por objeto conectar oferta y demanda y generar contactos directos en formato virtual y /o presencial.
A lo largo de los tres meses de duración de Sicur Especial Covid se han celebrado numerosos encuentros, debates y conferencias relacionados con soluciones y medidas de prevención ante el contagio de COVID-19. Una de estas sesiones, que tuvo como título ‘Puertas sin contacto: Seguridad anti COVID-19’ estuvo protagonizada por Juan Ramírez, presidente de Fimpa, Federación Nacional de Fabricantes, Instaladores y Mantenedores de Puertas y Automatismos, y Francisco Galán, en representación de Aepa, Asociación Empresarial de Puertas Manuales y Automáticas.
Puertas sin contactos, reducción de contagios
Acceder a un espacio a través de una puerta puede implicar un nada despreciable riesgo de contagio tan solo por tocar su pomo o manilla, sobre todo en portales de comunidades de vecinos, lugares de trabajo, comercios, edificios públicos o centros comerciales. La llegada del COVID-19 ha hecho todavía más evidente este hecho y desde Fimpa y Aepa se han mostrado preocupados, pero al mismo tiempo proactivos en la sugerencia de medidas y soluciones para evitar ese riesgo.
“Cuando se declaró el estado de alarma, Fimpa -al igual que otras asociaciones- tuvo la inquietud de aportar soluciones que contribuyesen a evitar el contagio. Desde la federación percibimos que aquellas empresas que habían interrumpido su actividad durante el confinamiento, cuando volvieran a abrir deberían hacerlo con total seguridad para sus empleados o clientes, con la incorporación de dispositivos o equipamientos que contribuyeran a ello. Por ello, pedimos a nuestro comité técnico que redactase una ‘Guía de Buenas Prácticas anticontagio COVID’, que fue publicada en el mes de junio y se encuentra disponible en la web de la federación”, explica Juan Ramírez.
Uno de los puntos que sugiere esta guía es el uso de puertas automáticas con pulsadores sin contacto. Aunque esta tecnología ya está muy extendida en puertas automáticas correderas en comercios, edificios públicos y centros sanitarios, entre muchos otros, existe un ámbito de acceso en el que no es tan habitual, como pueden ser las puertas interiores de paso. “En la mayoría de los casos, se trata de puertas de paso en zonas muy transitadas que para su accionamiento precisan de contacto físico. Desde Fimpa proponemos su motorización con dispositivos de accionamiento sin contacto, para así evitar que los usuarios necesiten tocar los pomos o las hojas de las puertas. Hoy disponemos de la tecnología adecuada para poder automatizar cualquier tipo de puerta, independientemente de su categoría”, indica el presidente de Fimpa.
Las puertas automáticas también facilitan la incorporación de dispositivos de control de aforo en espacios o recintos con gran afluencia de público. Para ello es imprescindible contar con una tecnología de fácil ajuste y adaptación a las demandas que en este sentido las autoridades sanitarias prescriban en función de la evolución de la pandemia. “La industria dispone de diversas opciones tecnológicas para ello –explica Juan Ramírez- como cámaras con video analítico, medida de temperatura o control neto del aforo en tiempo real".
Las ventajas de la automatización de puertas
La motorización de las puertas sin contacto comporta varias ventajas:
- Prevención de la salud.
- Al tratarse, por lo general, de puertas batientes, su automatización no comporta ninguna modificación, más allá de la incorporación del operador y de los pulsadores sin contacto.
- La inversión que hay que hacer es amortizable a corto o medio plazo, más asumible que la limpieza e higiene frecuente, que precisaría de la intervención de una o varias personas.
- Cumplimiento con lo establecido en la Ley de Accesibilidad de 2010 para facilitar el acceso de personas con movilidad reducida a lugares públicos.
- El accionamiento automático de puertas contribuye al ahorro energético, al permanecer abiertas tan solo el tiempo imprescindible.
Acceso sin contactos
La tipología de puertas de acceso existentes en el mercado es amplia, pero tienen algo en común: todas son susceptibles de ser motorizadas, como afirma Francisco Galán, de Aepa: “En la actualidad existen diferentes operadores que permiten la motorización de todo tipo de puertas, desde correderas a batientes, de perfil estrecho o ancho, de empujador o tirador. Si tenemos un punto de luz cercano, con su instalación eléctrica y con sistemas de seguridad, puede adaptarse el operador necesario en cada circunstancia”.
En los últimos años ha habido grandes avances en la tecnología de pulsadores sin contacto, activados por proximidad, mediante sensores y radares de infrarrojos, láser o microondas. Todo ello favorece que estos sistemas se apliquen de manera cada vez más habitual en puertas que permiten su accionamiento sin necesidad de tocar ningún elemento. “Estos lectores de proximidad incrementan las garantías de seguridad de los automatismos. Con ellos podemos garantizar que no va a existir contacto ni en las zonas de bisagra ni en zonas de atrapamiento, evitando así posibles accidentes. Su diseño permite además la accesibilidad de personas con movilidad reducida. La fiabilidad de funcionamiento de estos operadores supera ya el millón de ciclos, con lo que su mantenimiento ofrece todas las garantías”, explica Francisco Galán.
Los pulsadores sin contacto funcionan mediante tecnología de infrarrojos o microondas. “Los pulsadores tienen un radio de acción de unos 50 cm, ajustable según las necesidades, aunque lo habitual es que se activen a partir de una distancia de 15 o 20 cm. Cuando acercamos la mano a ellos se genera una señal de mando al automatismo que activa el movimiento de la puerta. Los pulsadores actúan solo cuando se quiere acceder a un espacio concreto. Hasta ahora eran muy habituales en salas blancas de laboratorios u hospitales o en quirófanos, lugares donde debe garantizarse la ausencia de agentes patógenos. Ahora, debido a las circunstancias, su uso puede extenderse a un rango más amplio de necesidades”, matiza Juan Ramírez.
El ámbito normativo
Tanto la fabricación, instalación y mantenimiento de las puertas automáticas, como su uso están regulados por un marco legislativo concreto. Francisco Galán describió brevemente cuál es este marco normativo:
- ‘Directiva 2006/42/CE de máquinas’. En lo que compete a las condiciones de seguridad de aplicación, todas las puertas instaladas deben contar con el marcado CE acorde con lo establecido en esta directiva.
- ‘UNE-EN 16005:2013. Puertas automáticas peatonales. Seguridad de uso. Requisitos y métodos de ensayo’. Esta norma establece los requisitos de conformidad del producto en cuanto a seguridad y uso. El automatismo actúa con una seguridad determinada por los sensores y radares de atrapamiento o cizallamiento dispuestos en las puertas para evitar el contacto con el usuario.
- ‘UNE-EN 85121:2018. Puertas automáticas. Instalación, uso y mantenimiento’. Al tratarse de máquinas, las puertas automáticas precisan un mantenimiento, que es el objeto de aplicación de este norma.
Además, también aplica la Ley de Accesibilidad de 2010, recogida en el Código Técnico de la Edificación. Por otro, lado, la norma UNE-EN 16361:2014+A1:2017, refiere a producto de puertas peatonales automáticas, pero todavía no está armonizada por parte de la Unión Europea. Cuando lo esté, todas las puertas automáticas se acogerán a ella.
Interés por el control de accesos
Aunque la presencia de los pulsadores sin contacto no es una novedad, la irrupción del COVID-19 en nuestras vidas ha hecho que su uso y conocimiento se haya hecho habitual entre los usuarios. “Las puertas automáticas han llegado para quedarse y estamos colaborando con administradores de fincas para su instalación en portales de entrada a fincas y así facilitar también la accesibilidad. De todas maneras, es un sector un tanto olvidado desde las Administraciones Públicas, en el sentido de la carencia de ayudas para implementar este tipo de tecnologías. Estamos demandando ayudas para la instalación de motorizaciones para puertas sin contacto en determinados sectores donde estas soluciones son necesarias”, explica Francisco Galán.
Fimpa cuenta con un comité técnico a disposición de aquellas empresas que deseen hacer cualquier consulta de carácter técnico acerca de la instalación de dispositivos de accionamiento sin contacto de puertas automáticas o de todo aquello que tenga que ver con puertas peatonales, industriales o de garaje. Los interesados pueden dirigirse a: info@impa.es o comitetecnico@fimpa.es.
El video de la sesión está disponible en https://www.youtube.com/watch?v=bicU2IRmhK4&feature=youtu.be.