El confort térmico empieza en la ventana
En su estudio ‘Living Comfort’, el Passivhaus Institut de Darmstadt ha investigado cómo se pueden definir y cumplir los criterios de confort e higiene en ventanas instaladas en diferentes zonas climáticas. “Desde el punto de vista térmico, las ventanas suelen ser todavía los elementos más débiles del edificio”, explica el Prof. Dr. Benjamin Krick, gerente del Passivhaus Institut. “Su eficacia en términos de confort térmico depende en gran medida de la ubicación del edificio y del entorno climático”.
En el estudio se distingue entre los climas polar, frío, frío-templado, cálido-templado y cálido. Para los ensayos se han examinado diferentes ventanas de PVC con acristalamiento doble, triple o cuádruple y se han utilizado perfiles intercalarios de aluminio y acero inoxidable, así como el perfil intercalario de borde caliente de alta eficiencia energética Swisspacer Ultimate.
“La selección del perfil intercalario tiene una gran influencia en la calidad térmica de la ventana y, por tanto, en el confort y la higiene”, explica el Prof. Krick al analizar los resultados. “Con perfiles intercalarios de PVC de alta eficiencia energética, las ventanas cumplen los requisitos con medios probados y, por tanto, suponen una inversión mínima para los constructores de ventanas”.
Bienestar y confort interior
Las personas consideran que el ambiente térmico de una habitación es agradable cuando tiene una “temperatura operativa” determinada, que se obtiene calculando la media entre la temperatura del aire y la de las superficies del entorno. Si hay grandes diferencias de temperatura entre el aire y las superficies, se genera una incómoda sensación de corriente de aire. Esta masa de aire frío hace que el aire que hay en torno a las superficies frías descienda hacia el suelo, lo que provoca un molesto movimiento de aire. Para que un ambiente se perciba como agradable, se ha demostrado que la diferencia de temperatura entre el aire de la habitación y las superficies del entorno, como paredes exteriores, techos, suelos o ventanas, tiene que ser inferior a 4,2 Kelvin.
A partir de estas condiciones generales, el Passivhaus Institut ha calculado el denominado “criterio de confort Passivhaus” para diferentes zonas climáticas. Por ejemplo, en el clima frío-templado, como el de Alemania, se obtiene un valor U de 0,85 W(m2/K). Para calcularlo, los expertos de Darmstadt parten de una temperatura interior operativa de 22 °C y una temperatura exterior de -16 °C. Si no se alcanza este coeficiente, es necesario instalar una fuente de calor debajo de la ventana para impedir el molesto descenso del aire frío.
Impedir la formación de agua de condensación y moho
Para el confort y la salud es muy importante impedir que se forme agua de condensación y moho. La humedad se acumula en el punto más frío de la habitación, que suele ser el borde del cristal. No obstante, el moho aparece cuando la temperatura es superior a la del punto de rocío. Esto significa que las temperaturas superficiales deben ser superiores a las de la formación del moho para proteger de forma efectiva la sustancia del edificio y la salud de los habitantes.
“Como indicador de las condiciones higiénicas en el borde del cristal se utiliza el factor de temperatura fRsi. Si este valor es de al menos 0,7 en el clima frío-templado, se puede asumir que no se va a formar moho con una humedad del aire interior normal”, dice Krick. Una solución efectiva es aumentar la temperatura en el borde del cristal. “La temperatura en el borde del cristal depende del perfil intercalario, del espesor de la unidad de vidrio y del montaje de la hoja en la ventana”, afirma Krick. Por este motivo, la solución más recomendable es utilizar la combinación de perfil intercalario térmico de altas prestaciones, un triple acristalamiento con un espacio intermedio lo más amplio posible entre los vidrios y un marco de ventana con un buen aislamiento.
El estudio del PHI muestra que la selección del perfil intercalario tiene una gran influencia en la calidad térmica de la ventana. Por lo general, a partir del clima cálido-templado se recomienda combinar un triple acristalamiento con perfiles intercalarios de alta eficiencia energética, como el Swisspacer Ultimate. De este modo, se podrían alcanzar los valores necesarios de confort e higiene, incluso con los marcos de ventana sin aislamiento que son tan habituales en estas regiones. Con marcos de ventana bien aislados se pueden cumplir los requisitos de los climas cálido-templado y frío-templado tanto con perfiles intercalarios de acero inoxidable como con el perfil intercalario de gama alta de Swisspacer. Para cumplir los requisitos de los climas frío y polar, es necesario utilizar el perfil Swisspacer Ultimate en combinación con un marco que tenga un aislamiento especialmente bueno.
Un gran beneficio para todos los implicados
“Si se tienen en cuenta los resultados de los ensayos, prácticamente todo el mundo está satisfecho: los habitantes del edificio, que se benefician de un elevado confort y la ausencia de moho en los bordes de los cristales, y el constructor de ventanas, que puede mejorar sus productos con facilidad. Además, se evitan daños derivados de la humedad. Todo esto aumenta la satisfacción de los clientes y reduce el número de reclamaciones. El clima también recibe un menor impacto gracias al gran ahorro energético que se consigue al reducirse las emisiones de CO2”, resume Benjamin Krick.
Este estudio se hizo por encargo de Swisspacer. Desde hace años, el Passivhaus Institut Darmstadt y Swisspacer llevan a cabo estudios conjuntos que ofrecen información fundamental para el mercado. A partir de este año, Swisspacer patrocina el premio ‘Passivhaus Award’ y ofrece un premio especial, que se concederá por primera vez en el 2021.
El estudio «Living Comfort – Cómo cumplir los criterios de confort e higiene en ventanas instaladas en diferentes zonas climáticas» ya está disponible en la página web de Swisspacer.
Más información: en.swisspacer.com/studies/study-living-comfort.