El Crai de Deusto: la caja de cristal de Rafael Moneo

En el mes de agosto de 2008 se inició el traslado a la nueva sede toda la colección bibliográfica de Deusto, unos 900.000 volúmenes a la nueva biblioteca, en funcionamiento desde enero de 2009. Esta colección es la más importante del País Vasco y los cientos de volúmenes se distribuyen en patrimonio bibliográfico, colección viva, publicaciones periódicas y sección de referencia con bases de datos. El patrimonio bibliográfico acoge también 60.000 volúmenes que incluyen: incunables, fondo antiguo (libro impreso entre 1501-1830), fondo histórico general (impresos de 1830-1900) y fondo histórico vasco (1831-1839). Las colección viva, por su parte, da respuesta a todas las necesidades docentes e investigadoras de la Universidad. Los materiales se corresponden a las disciplinas que se imparten en Deusto y que mayoritariamente se refieren a Derecho, Filosofía, Economía y Ciencias Empresariales, Ciencias Políticas y Sociología, Educación, Psicología, Teología, Matemáticas, Ingeniería, Arte, Lengua, Literatura, Geografía e Historia. Las publicaciones periódicas aúnan unos 11.000 títulos de publicaciones periódicos, de las cerca de 5.000 son ‘vivas’ (en curso de recepción) y que aunque mayoritariamente están disponibles en soporte papel, la tendencia marca una versión electrónica creciente. Finalmente, la sección de referencia con base de datos incluyen temas generales y especializados en todas las disciplinas.

La Biblioteca de Deusto, con una superficie total de 22.275 metros cuadrados, cuenta, por un lado, con cinco plantas sobre rasante (10.000 metros cuadrados) y salas de consulta: mil puestos de lectura, salas de trabajo en grupo, despachos de investigadores, seminarios, colección de libre acceso, sección de publicaciones periódicas, mediateca y sala de referencias; y, por otro lado, cinco plantas bajo rasante en las que se ubicará la sala multifuncional, la cafetería, los depósitos de libre y el parking. La sala muntifuncional está pensada para disfrutar de exposiciones de los ‘tesoros de la biblioteca’, de presentaciones de nuevos productos bibliográficos, sesiones de formación de usuarios o conferencias, además de otros.

Tanto la parte del tesoro bibliográfico como las colecciones menos utilizadas irán a parar a las cinco plantas subterráneas del edificio de Rafael Moneo que suman unos 12.000 metros cuadrados. Reposarán en estanterías metálicas cerradas con dispositivos antiincendios y permanecerán a 20 grados centígrados y un 40% de humedad. El segundo semisótano alberga la ‘cámara acorazada’ donde se custodian las joyas más valiosas también en condiciones de temperatura y humedad estables.

Las obras de la Biblioteca se iniciaron en agosto de 2005. En una primera fase se realizó la construcción del vaso y de las cinco plantas subterráneas. La segunda fase, por su parte, supuso la construcción a partir de la cota cero de las cuatro plantas de salas de lectura, seminarios. etc. Ya en este año, se inició el cierre de las cuatro fachadas, que van recubiertas de piezas de pavés.

Aunque el edificio del Crai de Deusto tendrá vida propia y no pretende competir con otros, el arquitecto sí ha valorado la importancia de estar ubicado al lado del Museo Guggenheim. En una entrevista en el Diario de Navarra, el arquitecto declaró: “Creo que está bien hacer que las salas de lectura tengan como fondo la ciudad. Es como si nosotros disfrutásemos del Guggenheim, como si le dejásemos su inmanencia y disfrutásemos de ella”. Por ello las vigas, las mesas corridas y las luminarias de las salas de lectura se orientan hacia el famoso museo.

La Universidad de Deusto inauguró su nueva Biblioteca-Crai durante un acto protocolario el pasado 27 de enero, que, presidido por los Reyes de España tuvo lugar en el nuevo edificio de Abandoibarra.

Más de 200 personas, entre los que se encontraban los representantes de los patronos de la Biblioteca-Crai: el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, el Gobierno Vasco, el Ayuntamiento de Bilbao, la Diputación Foral de Bizkaia, Iberdrola, BBVA, BBK, Banco Santander Central-Hispano, la Fundación Barandiarán Gondra o La Caixa, participaron en esta inauguración que también contó con la presencia del lehendakari del Gobierno Vasco Juan José Ibarretxe, el alcalde de Bilbao Iñaki Azkuna o el obispo de Bilbao Ricardo Blázquez, además de otras destacadas autoridades sociales, políticas y económicas como la ministra de Vivienda, la presidenta del Parlamento Vasco, el secretario de Estado de Universidades o el presidente de la Crue, sin olvidar personalidades del mundo universitario o de la cultura.

Durante el acto, el rector Jaime Oraá afirmó que la Universidad de Deusto desea mantener un punto de equilibrio entre tradición e innovación, “firmemente arraigada en la historia y la cultura de este país, pero abierta al mundo”. En este contexto, situó los proyectos y nuevas infraestructuras en curso, entre los que se inscribe la Biblioteca Universitaria Crai, en palabras del rector, “un instrumento de gran relevancia para lograr un servicio universitario de calidad en este siglo XXI”. Subrayó las características del nuevo equipamiento en su doble vertiente al servicio de un nuevo modelo de enseñanza-aprendizaje y al servicio de la investigación más avanzada.

El eje central de esta construcción del arquitecto navarro se estructura en forma de cubo, pero a diferencia de los cubos gemelos del Palacio del Kursaal de San Sebastián, no destacan sus ángulos, sino sus esquinas redondeadas y su cubierta de pavés gris, traslucido y sin brillos. Además una de las fachadas, totalmente acristalada, lleva la luz natural a casi todo el edificio. El edificio cuenta con unos entrantes o ‘mordidos’ en las fachadas que van recubiertos con cristales serigrafiados, que constituyen la ‘piel externa’ del edificio, separada por una cámara de 60 centímetros de la ‘piel interna’ que es de cristal y hormigón. En esta cámara se han colocado los focos que iluminarán el edificio.

El proyecto de Moneo partía de dos premisas básicas: por un lado el nuevo edificio no tenía que competir con el importante papel que el museo Guggenheim había adquirido, por otro lado tenía que manifestar su papel público y establecer, dentro de lo posible, una armónica continuidad con la Universidad, si bien distinguiéndose como cuerpo independiente y con vida propia en el interior del parque.

Con estos dos elementos básicos Rafael Moneo se dirigió a Seves glassblock, la división bloque de vidrio de Seves, para crear el bloque de vidrio propio, dado que se trata de un material capaz de combinar excelentes propiedades constructivas con otras estéticas y formales, y convertirlo de esta manera en el elemento característico del proyecto. Moneo ha ideado para el propio edificio un bloque de vidrio especial de 30 x 30 centímetros que presenta la peculiaridad de tener la cara externa formada por hendiduras paralelas en relieve que evocan el motivo tallado de las columnas dóricas helénicas; un elemento decorativo que se ha reproducido también en la otra cara del bloque, pero por la parte interna del vidrio, de manera que la superficie parece lisa al tacto. En la superficie del bloque Dóric se ha experimentando por primera vez la aplicación de una decoración tridimensional sobre la superficie del vidrio. La superficie del bloque presenta la peculiaridad de tener la cara externa formada por hendiduras paralelas en relieve que evocan el motivo tallado de las columnas dóricas helénicas; un elemento decorativo que se ha reproducido también en la otra cara del bloque, pero por la parte interna del vidrio, de manera que la superficie parece lisa al tacto.

Después de la Maison Hermès de Renzo Piano realizada en el 2001, donde se utilizó el ladrillo de Seves Q42 de 42,8 x 42,8 x 12 centímetros, la biblioteca de la Universidad de Deusto representa el segundo ejemplo de arquitectura contemporánea que utiliza el bloque de vidrio como ‘verdadera y propia piel’ del edificio: en este caso, Moneo ha ideado el bloque ‘Dóric’, de dimensiones 33 x 33 x 10 centímetros proyectado por Seves gracias al Taylor Made, el servicio que la empresa ha creado para los profesionales, para poder realizar su propio bloque de vidrio ‘a medida’.