Tecnifuego está llevando a cabo desde 2018 la campaña 'Los incendios matan. La protección es posible'
Edificios de viviendas: aumentan los incidentes en espacios comunes
La protección contra incendios en viviendas es uno de los objetivos de la campaña 'Los incendios matan. La protección es posible' que desde 2018 Tecnifuego está llevando a cabo.
La campaña está basada en que cada día aparecen una, dos, tres, noticias de muerte por incendio en el hogar. Este intolerable goteo ha causado desde noviembre de 2018 a marzo de 2019 (los meses con mayor incidencia), 65 muertes en España. Una cifra provisional a falta del estudio y análisis final del año, pero que constata que el riesgo de incendio es una de las principales causas de muerte en la vivienda. Algo evitable según todos los estudios realizados en otros países de nuestro entorno, que han tomado el problema de frente y han reducido el número de muertes notablemente, solo con unos cambios en la legislación y una gran campaña de concienciación.
El último informe completo de víctimas por incendios de 2017, realizado por Fundación Mapfre y APTB (Asociación Técnicos de Bomberos), recoge que los incendios produjeron 184 muertes en España. De ellas, 144 tuvieron lugar en la propia vivienda, un 8,3% más que el año anterior, con lo que se ofrecen los peores datos desde 2005.
La mayor causa de incendio en el hogar /comunidad de vecinos es la electricidad (18%): cortocircuitos, mal estado de las instalaciones, sobrecargas o mal uso de aparatos. Los datos indican que las personas más vulnerables a los incendios son los ancianos.
Unespa, la patronal del seguro, por su parte, ha presentado también un interesante estudio sobre el coste de los incendios en España (2018), que asciende a 525 millones de euros. En el apartado de comunidades de propietarios, los incendios en zonas comunes de los edificios de vivienda, como garaje, trastero o portal tienen una incidencia cada vez mayor.
El trabajo reúne información de 103.000 percances ocurridos por toda España a lo largo de 2018. Un 71,4% de los incidentes analizados se produjo en viviendas, y un 11, 4% en comunidades de propietarios, en zonas comunes de los edificios de viviendas, por este orden: cuadros eléctricos, garajes, trasteros y portal.
Código Técnico Edificación (2006)
Desde el año 2006 en el Código Técnico de la Edificación (R. D. 314/2006, y posteriores modificaciones), Documento Básico SI de Seguridad Incendios, se establecen los requisitos básicos de seguridad en caso de incendio. En general, estos requisitos están dirigidos a reducir a límites aceptables el riesgo de que los usuarios de un edificio sufran daños derivados de un incendio, como consecuencia de las características de su proyecto, construcción, uso y mantenimiento.
Para los edificios de viviendas a partir del año 2006 y posteriores, el CTE exige la instalación de extintores portátiles en cada planta del edificio, y al menos uno debe estar colocado a 15 metros del origen de evacuación o de la puerta de salida de la vivienda y deben ser de fácil acceso. En el garaje/aparcamiento, además se instalarán: bocas de incendio (superficie construida de más 500 m2); columna seca (si tiene más de tres plantas bajo rasante o más de cuatro sobre rasante, con tomas en todas sus plantas); sistema de detección de incendio (en los de más de 500 m2, y los aparcamientos robotizados dispondrán de pulsadores de alarma en todo caso; hidrantes exteriores(uno, en los de entre 1.000 y 10.000 m2 y uno más cada 10.000 m2 más o fracción); instalación automática de extinción (rociadores), en todo aparcamiento robotizado.
Los edificios de vivienda en altura, tienen unos requisitos específicos. Si son superiores a 50 metros, son obligatorios los sistemas de detección y alarma de incendio. En el caso de que superen los 80 metros, se necesitará una instalación automática de extinción (rociadores automáticos). Y si en cada planta la altura de evacuación supera los 28 metros, será necesaria la incorporación de un ascensor de emergencia.
La mayor causa de incendio en el hogar /comunidad de vecinos es la electricidad (18%).
Es importante también tener en cuenta los materiales utilizados en fachadas, debido a grandes incendios, como el de la Torre Grenfell donde fallecieron 72 personas. Este incendio ha propiciado una honda reflexión en la UE, que ha llevado a los expertos a pronunciarse al respecto.
En este sentido, desde Tecnifuego se ha presentado una recomendación para edificios de gran altura, con el fin de garantizar que la propagación sea lo más lenta posible, así como la limitación de la generación de humos tóxicos. En el documento, se propone:
- La utilización de componentes y productos no combustibles (al menos A2-s1, d0 según EN13501-1.)
- Que los componentes ardan con una mínima liberación de humo tóxico.
- Que las cavidades de aire (fachadas ventiladas) estén equipadas con barreras verticales y horizontales definidas según la regulación nacional.
Además, en el interior del edificio, los revestimientos de techos, suelos, paredes y elementos decorativos deben ser ignífugos.
Igualmente, las bocas de incendio deben instalarse en las zonas de riesgo especial alto (trasteros, garajes mal ventilados, salas de calderas, depósitos de combustible, contadores de gas o de electricidad…).
Si la superficie total construida de la comunidad de propietarios se encuentra entre los 5.000 y los 10.000 m2, será obligatoria la existencia de un hidratante exterior.
Nuevas exigencias del RIPCI
Asimismo, desde el 12 de diciembre de 2018, en que terminó el plazo de adaptación al Reglamento de instalaciones protección contra incendios (RIPCI), las comunidades de vecinos están obligadas a pasar trimestralmente por la revisión de los aparatos contra incendio instalados en los lugares comunes de un edificio de viviendas: descansillos, trasteros, sala de calderas o garajes. Esta revisión trimestral de los equipos debe constar en Acta (toda la información en el RIPCI), y debe hacerlo la propia comunidad de vecinos o bien encargarlo a una empresa de mantenimiento habilitada. Dichas actas deben ir firmadas por el responsable de la comunidad de vecinos (presidente de la comunidad) y quien haya realizado la revisión (conserje, personal mantenimiento o empresa de mantenimiento) y deben conservarse durante al menos 5 años a disposición de los servicios de Inspección de la comunidad autónoma.
En España, aunque aún no es obligatorio, los expertos recomiendan instalar detectores junto a otros aparatos como extintores, mantas ignífugas e incluso rociadores automáticos.
En parking de más de 500 metros cuadrados, se contempla una inspección por organismo de control (OC) de los equipos de contra incendios, y atendiendo a la periodicidad recogida en el apartado inspecciones del RIPCI.
Otras exigencias contemplan la vida útil de los equipos, es el caso de los detectores, mangueras de boca de incendio equipada y de la señalización fotoluminiscente (evacuación, salida de emergencia y señalización de los equipos de PCI). Es además necesario instalar un alumbrado de emergencia (para caso de fallo de alumbrado normal).
Dentro de la vivienda
Dentro de la vivienda, la tendencia europea (Reino Unido, Francia, Alemania, Noruega, Suecia, Dinamarca…) es legislar obligando a instalar al menos detectores que alertan del incendio y dan la posibilidad de escapar. Igualmente, los muebles, suelos, telas, etc. pueden tratarse frente al fuego, a través de la ignifugación, para evitar o retrasar la propagación de las llamas.
En España, aunque aún no es obligatorio, los expertos, incluidos los bomberos, recomiendan instalar detectores junto a otros aparatos como extintores, mantas ignífugas e incluso rociadores automáticos.
Esta confianza en la utilidad de un simple detector hace que desde hace años se repitan las campañas de concienciación, instalando detectores de manera gratuita por parte de Fundación Mapfre, APTB y Tecnifuego.
‘Los incendios matan, pero la protección es posible’. Con este lema, Tecnifuego tiene abierta una campaña de sensibilización. Para que cale debidamente, es fundamental el apoyo de las administraciones públicas, tanto en la concienciación de las personas como en los cambios legislativos que incrementen las exigencias, así como en la rigurosidad ante el cumplimiento legislativo y la inspección debida.