La necesaria reinvención de la impresión comercial

Carteles, folletos, libros bajo demanda, posters, anuncios, lonas… la impresión comercial es una disciplina versátil, más desde la irrupción de las tecnologías digitales, que han abierto el sector a nuevas disciplinas como el diseño o la decoración. En 2015, el informe ‘Impresión comercial digital: la nueva dinámica mundial’, de Ricoh, indicaba que, en aquel entonces, la impresión digital representa el 13,9% de la industria y preveía que crecería hasta el 17,4% en 2020. Los datos se cumplen, y esconden una reinvención sectorial que ha demostrado ser imperativa.

Entre los efectos positivos de esta reconfiguración cabe destacar la posibilidad de acometer todo tipo de trabajos. “Con la impresión digital te ahorras procesos de producción, como el CTP, y ganas en agilidad, lo que te permite hacer trabajos comerciales medianos y pequeños que con el offset se te irían de precio”, explica el director del Grupo AGA, Álvaro García.

Un aspecto esencial en un momento en el que la tirada media por impresión ha bajado. El crecimiento de los pedidos de pequeño y mediano volumen hace que los ratios comerciales por cada trabajo realizado disminuyan, algo que obliga a las empresas a buscar nuevas oportunidades, y las nuevas tecnologías son un aliado para ello. “Las plataformas de búsqueda de clientes están influyendo en la actividad del sector: estos espacios captan la demanda y la distribuyen en su red de productores locales”, indica el secretario general del Gremi de la Indústria i la Comunicació Gràfica de Catalunya, Ricard Sánchez. El representante de esta entidad explica cómo la creación de estas plataformas implica fuertes inversiones, por lo que las pocas que existen suelen ser de carácter plurinacional y agrupan a diversos productores.

La adhesión a plataformas digitales es sólo el último paso en el proceso de reconfiguración del sector de la impresión comercial desde la crisis económica. “Ha pasado la etapa en la que en cada esquina había un local con un equipo digital. Las estructuras convencionales están en pleno proceso de concentración y, al final, quedarán pequeños y medianos impresores muy centrados en el diseño, en la comunicación en redes y en la gestión del producto gráfico desde su misma concepción y hasta su distribución y lanzamiento al mercado”, vaticina Sánchez.

Si las actuales empresas dedicadas a la impresión comercial están cada vez más enfocadas al diseño es porque la impresión digital actual ha empatado en calidad al offset para formatos pequeños y medianos y por su capacidad de trabajar sobre todo tipo de soportes.

En la mejora en los resultados de impresión ha jugado un papel fundamental el desarrollo de nuevas tintas. “Los clientes están reclamando diferenciación, y eso se consigue con la aplicación de efectos especiales. De ahí el crecimiento de las tintas luminiscentes o metalizadas”, indica Sánchez.

La diferenciación manda a través de colores más llamativos y también de materiales diversificados. “La impresión digital ya es capaz de trabajar sobre materiales que provienen de maderas, piedras, vidrios, y hay mucha demanda en plásticos, vinilos y PVC para la personalización de los diseños”, explica Álvaro García, quien destaca el desarrollo de las tecnologías UV y H-UV que “permiten reproducir sobre superficies cada vez más diversas”.

Coincide en el análisis Ricard Sánchez, que destaca cómo este tipo de innovaciones han permitido la entrada y/o un mayor desarrollo la impresión en ámbitos como la decoración o el packaging, pero advierte de los costes de su producción. “Este tipo de productos dan un gran valor añadido, pero son caros”.

Álvaro García resume las demandas actuales en tres ingredientes: “Personalización, agilidad y precios competitivos”. En esta ecuación, el empresario echa en falta la innovación. “No se pueden hacer cosas realmente innovadoras a un coste asumible si no hay tiempo, y en este sector falta mucha planificación”, asegura el directivo del Grupo AGA.

La impresión digital acumula innovaciones, pero el offset sigue siendo el sistema predominante en la especialidad de la impresión comercial. Sánchez asegura que “el 80% del valor se genera en offset”. Si hablamos de volumen, los datos aún son más llamativos. Según el informe de Ricoh referenciado al inicio de este reportaje, para el año 2020 solo el 3,4% de todas las impresiones serán en digital.

La razón es simple: el offset no tiene rival en grandes formatos y tiradas. ¿Y cuáles son las principales innovaciones en este campo? “También se sigue evolucionando la tecnología UV y h-UV, y se están desarrollando tintas funcionales, que aún no están tan evolucionadas como las que encontramos en la serigrafía”, explica García.

El offset sigue mandando en las grandes tiradas, pero también ha participado de la reconfiguración del sector. “La concentración ha sido inevitable y, al final, la producción de grandes pedidos quedará en mano de unas pocas empresas que puedan invertir en grandes equipos de producción”, explica Ricard Sánchez. Aun así, Álvaro García considera que el offset “mantendrá su peso en el sector, porque las grandes producciones dan mucho margen”.

Impriman en offset, en digital, en serigrafía, en rotativa o en cualquier otro sistema, lo cierto es que las empresas gráficas están cambiando. Las compañías dedicadas a la impresión comercial están ahora ante un mercado que les exige controlar todo el proceso de producción y salir a buscar a sus clientes allí donde estén, lo que ha abierto las puertas del sector a todo un nuevo abanico de profesionales. “Cada vez se requerirán más informáticos, programadores y gestores de redes sociales, que sean capaces de comunicar nuestro trabajo y crear aplicaciones inteligentes desde las que gestionar y controlar los pedidos”, indica Ricard Sánchez, quien augura un cambio inmediato ocasionado por el relevo generacional. “La media de edad en esta industria es alta y serán las nuevas generaciones las que llevarán al sector a una nueva dimensión”, concluye.