Este artículo es parte del Trabajo (TFM) del Máster Universitario en Tecnologías de la Arquitectura de la Universitat Politècnica de Catalunya, desarrollado en 2016. Para acceder al trabajo completo, puede consultarse en el siguiente enlace: http://upcommons.upc.edu/handle/2117/87864
La fachada del COAC: Actualización de la piel de un edificio Docomomo
Cuando el proyecto para un nuevo edificio es elegido a raíz de un concurso, supone ser la mejor respuesta a una pregunta específica, esta decisión suele provocar apasionantes debates que fácilmente abarcan más allá del espectro arquitectónico. Pero cuando este mismo edificio luego de sobrevivir al tiempo suscita una nueva discusión sea por su renovación o actualización, éste se convierte inequívocamente en un laboratorio técnico-social y por ende cultural.
El Colegio de Arquitectos de Cataluña, el COAC, goza de este privilegio y el concurso lanzado en 2014 para la rehabilitación de su fachada, se manifiesta como el escenario perfecto para analizar las oportunidades que plantea la renovación de la fachada de un edificio relevante y catalogado. La actual envolvente ligera con muy bajas prestaciones ante los ojos de una sociedad que ha evolucionado a nuevas necesidades está condenada a abandonar parcial o totalmente el cuerpo de una de las figuras más notables de la Plaça Nova de Barcelona.
Rafael Moneo, miembro del jurado, durante la presentación del concurso en enero de 2014 señalaba que aquél era un evento relevante porque “busca resolver preguntas que hasta el momento no tienen respuesta”. Y en efecto lo es, porque existen pocos referentes de cómo intervenir en la envolvente de un edificio, considerado patrimonio arquitectónico por un organismo internacional como la Fundación Docomomo (Documentación y Conservación del Movimiento Moderno en arquitectura), sabiendo que el principal reto está en aprovechar las preexistencias y usarlas a favor de la innovación, mientras que en un equilibro pertinente se consiguen las nuevas prestaciones buscadas.
Figura 1. Rehabilitación de la fachada del Colegio de Arquitectos de Cataluña. Mayo 2017 Foto: W. García. Edición: S. Meza.
El COAC
El primer concurso del edificio del COAC fue entre 1956 y 1958, cuyos resultados se publicaron en la edición Número 48 de Cuadernos de Arquitectura, con marcados retos como el de la integración al entorno urbano, la organización funcional del edificio, la correcta composición en planta en concordancia con su construcción y, finalmente, la solución plástica de las fachadas. Desde luego, el desarrollo tecnológico de las fachadas ligeras era incipiente en Barcelona y ello trajo consigo que la fachada del edificio, inaugurado en 1962, necesitara ser intervenida nueve años después, recubriéndose los antepechos con plafones de fibrocemento con el objetivo de reducir el elevado consumo energético en climatización. Previamente ya se habían colocado cortinas venecianas al interior de la fachada ligera con la intención de evitar el deslumbramiento en la fachada sur durante el verano. Estos paliativos duraron más de lo previsto.
El edificio diseñado por Xavier Busquets, originalmente presentaba una mixtura de sistemas prefabricados y acabados artesanales de fachada, con ventanas deslizantes y basculantes para satisfacer la necesidad de ventilación natural y mantenimiento. Se usó un antepecho de baldosas grabadas de color verde sobre un panel tablex cuya superposición producía un color gris resultante, la composición geométrica vertical del conjunto armonizaba perfectamente con la función, alineándose a los ideales de la época. La rehabilitación de 1971 dejó una fachada de composición horizontal, aumentando el espesor de los antepechos a la vez que se cambiaba la tonalidad cromática por una más clara y con unos sistemas de protección solar incompatibles con el funcionamiento de las ventanas.
La comisión encargada del concurso del 2014 determinó que los principales retos de la rehabilitación de un elemento con valor cultural como la fachada del COAC serían las consideraciones medioambientales, el ahorro energético, control del asoleamiento, control acústico y facilidad de mantenimiento. Casi cincuenta años después se puede ver que la única novedad es la del ahorro energético y las consideraciones medioambientales.
En el concurso participaron 98 equipos durante la primera fase, repartidos en tres categorías dependiendo del expertise profesional, eligiéndose cuatro de cada grupo para la siguiente fase. Las propuestas de estos doce finalistas son el universo que se tomó en cuenta para el presente análisis.
Grupos de mejoras
La metodología de análisis aplicada sobre las doce propuestas empieza por clasificar las mejoras, las mismas que son agrupadas según su propósito. Cada grupo de mejoras se ve influenciado en proporciones diferentes por los siguientes agentes de la evolución: los códigos, la industria, el know how, el usuario y el contexto. Los cuatro grupos de mejoras que en la práctica se comportan de modo interdependiente son: las formales, técnico científicas, económicas y socio ambientales.
Aunque va a depender de la metodología proyectual que se utilice, el grupo de las mejoras formales siempre serán las que conectan más fácilmente con el proyectista ya que son las más convergentes de todas, las que vinculan las influencias paisajísticas, urbanas, estéticas, neurológicas y psicológicas con todas las demás mejoras. Para el caso de una rehabilitación de un elemento aparentemente bidimensional como lo es una fachada ligera, este tipo de mejoras son de las más sutiles, como la transformación de la atmósfera interior o el efecto a nivel urbano de la composición de la envolvente.
Luego de definido el objeto físico conceptual, es momento del desarrollo tecnológico y científico. Este grupo de mejoras son de las que más han evolucionado en los últimos tiempos y se sustentan en la experimentación por medio de modelos virtuales y prototipos. Está ligado a las características físicas y químicas de la envolvente y a sus efectos frente a las necesidades fisiológicas y de seguridad de los usuarios dentro del espacio. Considera tanto los factores externos como internos del edificio y mediante la ingeniería y la arquitectura, genera el dimensionado preciso a nivel de detalle constructivo.
En forma paralela se plantean las mejoras económicas, factor importante porque mide cuan eficiente han sido los anteriores procesos, considerando todo el ciclo de vida de los materiales, su mantenimiento, durabilidad y los balances energéticos en favor del ahorro económico. La rehabilitación en sí misma está estrechamente vinculada al ahorro energético, constructivo y también es un modo de activar la economía de una ciudad que requiere una actualización de su parque inmobiliario.
Finalmente las mejoras sociales y ambientales, las cuales abordan la subjetividad del objeto arquitectónico, ya que está conectada con la identidad del usuario y del ciudadano, y esta puede ser muy cambiante; por ejemplo, en el contexto actual se manifiesta en la conciencia ambiental sobre las consecuencias que la construcción de un edificio puede producir más allá de su radio de influencia. También se contemplan mejoras relacionadas a la apreciación cultural e histórica en defensa o no de la misma mediante la apropiación colectiva de un icono urbano.
Las cifras
Debido a la variedad de actuaciones concurrentes de rehabilitación sobre la fachada ligera del COAC, se han determinado tres tipologías de acuerdo con Ebbert (2010): sustitución, modificación y adición interior y exterior. La diferencia entre ellas está en la magnitud de la intervención y las consideraciones a tomar en cuenta durante este proceso.
Además, se ha establecido cuatro sub tipos dependiendo del funcionamiento de la envolvente en sí misma y de su relación con el usuario: cámara ventana, doble piel particionada o box window, doble piel continua registrable y doble piel continua no registrable.
Cada una de las doce propuestas finalistas elabora sus estrategias para satisfacer una mejora específica la cual está directamente relacionada con el tipo y subtipo de intervención elegido. Estas estrategias pueden ser medidas de modo cuantitativo, de modo descriptivo y de modo disyuntivo.
Más del 80% de los finalistas conservaron la composición geométrica de los paneles originales de la propuesta de X. Busquets, porcentaje de llenos y vacíos respetando la retícula y modulación original, los espesores de perfiles en travesaños y montantes. Una de las características de este edificio que se ve presente desde los modelos del concurso de 1958 es la diferenciación cromática entre el basamento claro versus el muro cortina oscuro, característica tomada en cuenta por el 75% de las participantes.
De las mejoras tecnológicas, el uso de una cámara intermedia entre la piel exterior y la interna controlada de forma manual o no a la que denominaremos cámara gestionada, como estrategia de control de las necesidades fisiológicas como el confort higrotérmico y acústico, ha sido la estrategia del 75% de las propuestas presentadas. Esta preferencia se debe a que la cámara gestionada en sus distintas concepciones ofrece mejores posibilidades de interacción y resultados que las fachadas con capas desintegradas. Otra tendencia es la permeabilidad de la cámara gestionada, al respecto se aprecia que casi el 60% de las propuestas optan por dejar que las cámaras puedan ser manipuladas desde el interior o que no sean herméticas del todo.
En cuanto a las mejoras económicas, más de la mitad de propuestas mostraron preocupación por la limpieza de estas superficies nuevas que han aparecido al crear la cámara ventilada, más que una tendencia se puede marcar como una consecuencia de lo anteriormente descrito. Más del 65% de las propuestas logran disminuir el consumo a menos de 100 kWh/m2, lo que es igual a la tercera parte de su consumo promedio al año antes de ser rehabilitada y un ratio aceptable en edificaciones para oficinas rehabilitadas.
Al momento de contrastar los espesores de las cámaras versus la eficiencia energética, los resultados muestran que la tipología por sustitución, sub tipo segunda piel continua no registrable, es la más eficiente energéticamente con una profundidad de cámara de 35 cm en promedio, siendo además este el único beneficio a destacar que proporciona esta categoría.
En las mejoras socio ambientales, la mitad de equipos determinaron que la mayor reutilización posible de los materiales era factible y necesaria por razones ambientales y por el significado histórico de la fachada. Una tercera parte de las concursantes elige la reversibilidad como estrategia para salvaguardar el concepto de la fachada ligera original, desde su materialidad hasta su funcionamiento.
Dos subtipos destacan entre los demás por la cantidad de mejoras que coinciden en estos grupos, la sustitución con doble piel particionada y la modificación o adición de doble piel continua registrable. De forma parcial las mejoras tecnológicas y económicas son afines al uso de doble piel particionada y de doble piel continua corredor, mientras que las mejoras formales se aprecian mejor en la intervención por medio de cámara ventana.
El camino a la evolución
Según lo mostrado es factible hablar de rehabilitación de un edificio que representa el patrimonio moderno en un ambiente urbano monumental y a la vez innovar, adaptándose a dos momentos de la historia. Para ello las propuestas han considerado un lenguaje y tratamiento específico para cada capa, consiguiendo que la suma de todas proporcione valores de eficiencia energéticos acorde a nuestra época, prolongue la vida útil de un edificio y, al mismo tiempo, exhibiendo la técnica constructiva de mediados del siglo pasado.
Gráfico 1. Tendencias de las estrategias de las doce propuestas finales. (Elaboración propia).
En cuanto a los vectores de evolución hallados se aprecia que la estrategia de doble piel o el uso de una cámara gestionada manifiestan el propósito de acudir a técnicas pasivas procurando la sostenibilidad energética.
Sin embargo, se ha abandonado la fácil perfectibilidad de la fachada original, adaptable a futuras mejoras, debido a que la mayoría de propuestas son muy específicas y a veces también muy pesadas, esto traería como consecuencia que las futuras mejoras de la fachada serían más complicadas que la actual.
El peso promedio de las fachadas ligeras se ha duplicado en las propuestas, cambiando de 60 kg en promedio durante los años 60 a 130 kg por metro cuadrado de fachada, el espesor propuesto promedio triplica el original de 12 cm a 50 cm en promedio, transformando la envolvente de un elemento bidimensional a uno tridimensional.
En respuesta a la pregunta inicial, del qué hacer frente a una situación con pocos referentes como esta, las doce respuestas analizadas parecen estar más de acuerdo en las estrategias de mejoras formales y tecno científicas, no tanto en las mejoras económicas y dispersas en las socio ambientales, con posturas en proceso de maduración a nivel de reducción del impacto ambiental.
En suma, se comprueba que la mayoría de las propuestas intenta renovar parte del espíritu del movimiento moderno con el que se construyó la envolvente ligera del Colegio de Arquitectos de Cataluña con buenos resultados a excepción por la ligereza, tan importante en aquel tiempo. En comparación con hace cincuenta años, la calidad constructiva y la lógica que brinda la experiencia científica a través de la tecnología es el mejor aporte. Considerando que conceptos como la doble piel ya lleva varias décadas se puede concluir que el material ha evolucionado mejor que el sistema en la fachada ligera.
Finalmente, la rehabilitación de los edificios mayores a 50 años es un vector de evolución muy importante en el estudio de las fachadas ligeras, y por ello también lo es el diseño de adaptabilidad en los edificios nuevos. Por ahora las fachadas ligeras rehabilitadas destacan en lo siguiente:
- La altura de las plantas, aproximadamente 1 metro más baja que la de los edificios actuales, produciendo otra proporción en la modulación de la fachada.
- Menor cantidad de instalaciones y de espacio para ellas que los edificios actuales.
- Los sistemas de abertura de las ventanas son imprescindibles ya que funcionan con una climatización pasiva o mixta.
- El espesor de la fachada, superior a la de una nueva.
- Las capas o pieles verticales adicionales.
- El mantenimiento se vuelve más importante porque dependiendo de la situación puede contener más elementos que la original.
Figura 3. Resumen de las mejoras de las doce propuestas según las tipologías de intervención y los 8 subtipos de intervención. (Elaboración propia).