Emicode, la etiqueta de calidad para un entorno de vida saludable

Cada día es más importante, para muchas personas, un ambiente de vida saludable. Sin embargo, no siempre es fácil para los fabricantes, usuarios y clientes encontrar el punto de equilibrio adecuado a través del complejo mercado de materiales de construcción. Este es el motivo de la creación de la etiqueta EMICODE.

Gastamos entre el 80 y el 90 por ciento de nuestro trabajo y tiempo de ocio en ambientes cerrados. Eso significa un promedio de casi veintiuna horas al día para adultos, quince de las cuales se pasan en casa. Nuestros niños pasan de catorce a diecinueve horas en casa, principalmente en sus dormitorios. Nosotros respiramos entre diez y veinte metros cúbicos de aire cada día. Con todos estos datos, deberíamos tener la tranquilidad de que el aire interior que respiramos es también de buena calidad.

Los materiales utilizados en una habitación juegan un papel importante en la calidad del aire interior. Por lo tanto, los productos interiores de baja emisión son muy demandados para asegurar un ambiente de vida saludable. El problema estriba en que es difícil saber si el producto es apto o no mirando la composición de lo que contiene, o que cantidad de emisión podría ser emitida en una habitación una vez que el producto está instalado. La marca de calidad Emicode ayuda a los fabricantes, usuarios y consumidores a tener una visión clara y unas pautas que les permitan orientarse mejor.

La industria reconoció esta necesidad en una etapa más temprana y se adelantó a la legislación. En 1997, los fabricantes alemanes del sector de los adhesivos del suelo se juntaron para formar la asociación (GEV) para los materiales de instalación controlados por emisión con el fin de desarrollar materiales que fueran tan bajos en emisiones como fuera posible. Introdujeron la certificación Emicode como un sistema de clasificación neutral. El objetivo era proporcionar a los consumidores, usuarios y proyectistas una orientación sobre los productos y tecnologías disponibles en el mercado. Los adhesivos y productos de construcción también se probaron y se incluyeron en el esquema de etiquetado Emicode desde 2007.

El enfoque de esta clasificación no es que los valores de emisión más bajos sean automáticamente mejores. Lo que se valora es el nivel más alto de protección de la salud sin comprometer la calidad del producto y su aplicación. Un adhesivo libre de disolventes, por ejemplo, que no puede pegar de forma fiable los materiales no se reconocerá bajo el etiquetado Emicode.

La marca de calidad Emicode está disponible para todos los grupos clave de productos utilizados en pavimentos, parquets y baldosas. El GEV mejora continuamente los métodos de prueba y los criterios de clasificación para incluir una gama aún más amplia de productos y aplicaciones en el esquema Emicode y proporcionar así más y mejores beneficios para todos:

• Los consumidores tienen la tranquilidad de que están rodeados en sus propias cuatro paredes por materiales que no representan ningún riesgo para la salud.
• Los instaladores pueden utilizar productos con una conciencia limpia, sabiendo que sus clientes y ellos mismos no están siendo expuestos a sustancias nocivas.
• Los arquitectos están en una posición para dar un asesoramiento más específico y para realizar mejor el deseo de muchos clientes por un ambiente de vida saludable.
• La industria está motivada para seguir fabricando sus productos con un alto nivel de calidad y continuar mejorándolos.

Hay tres categorías de la etiqueta Emicode:

1. La categoría premium, Emicode EC 1PLUS, garantiza los límites de emisión más estrictos del mercado y proporciona a los usuarios y consumidores el más alto nivel posible de seguridad en cuanto a emisiones nocivas.
2. La segunda categoría más alta, Emicode EC 1, denota materiales que son “muy bajos en emisiones”.
3. Emicode EC 2 indica que los productos son “bajos en emisiones”.

Las tres categorías de la etiqueta Emicode se pueden otorgar de forma ‘regulada’. Las etiquetas con un ‘R’ gris en el fondo indican que un producto no es perjudicial para la salud en términos de emisiones, pero que se requieren medidas especiales de seguridad durante su uso. Por ejemplo, los materiales que contienen productos de cemento y resina, la piel y los ojos deben ser protegidos durante la aplicación.

Cada categoría Emicode establece valores límite para los compuestos que se están ensayando. Las características de emisión de un material se prueban en cámaras de prueba especiales. Los ensayos se realizan sobre muestras características fabricadas según el tipo de producto. Durante el procedimiento de prueba, se toman muestras del aire y se analizan después de 3 y de 28 días. A través de tecnología de última generación, incluso las concentraciones más pequeñas de COV (Compuestos Orgánicos Volátiles) pueden detectarse en el aire.

El procedimiento de prueba es muy complejo. La suma de las concentraciones individuales da el valor de TCOV (Total Compuestos Orgánicos Volátiles). Las emisiones totales determinan la clasificación de un producto bajo el esquema Emicode. Debido a que los productos difieren en su consistencia, diferentes cantidades de recubrimiento, tipo de soportes, etc. esto conlleva a diferentes características de emisión y valores límite diferenciados para los diferentes tipos de producto. Por tanto, no se pueden hacer declaraciones generales sobre las propiedades específicas del material que recogen las tres etiquetas Emicode de un producto.

Las marcas de calidad en el sector de la Construcción sólo son eficaces si todos los involucrados están en la misma partida cuando se trata de su uso. Esto significa que los fabricantes tienen que comprometerse con la calidad del producto, dando a la Industria un incentivo para invertir en el desarrollo de nuevos materiales básicos que estén optimizados en términos de emisiones. Las etiquetas de calidad como Emicode pueden fomentar el progreso hacia un entorno de vida saludable y beneficiar a todos como a las grandes empresas, las pequeñas empresas, los instaladores, y, sobre todo, al consumidor final.