Dos viviendas adosadas abiertas al paisaje con ventanas de aluminio Technal
Las dos viviendas son iguales, pero también diferentes. Se repiten los mecanismos, a la vez que se van produciendo pequeñas variaciones. La primera transformación del terreno se produce tras la construcción de un muro de contención de hormigón armado que divide el terreno en dos niveles separando la zona de acceso en planta primera del jardín situado en planta baja. Desde la calle exterior se ven el horizonte y las cubiertas; luego tras el acceso principal y el muro de contención, se descubren los patios. “Una vez dentro, bajamos y descubrimos el espacio más generoso de la casa. Detrás, el patio es ahora un lucernario; a los laterales, dos jardines; frente a nosotros, el paisaje…”, describe Hidalgo. Al final tenemos una planta primera ocupada por las zonas de uso privado y una planta baja pensada como un espacio diáfano organizado en torno a la escalera capaz de generar espacios menores o rincones a definir por los usuarios. Este espacio se abre y se extiende al exterior de la casa a través del patio trasero, de los jardines laterales y la terraza principal.
Los propietarios de la vivienda precisaban tanto mantener su privacidad, como abrirse a un paisaje lejano con el mar y la plana de fondo. A estos deseos se les añadían contar con la mejor iluminación y ventilación natural posible, crear amplios espacios de uso común bien comunicados con el jardín y emplear el menor número de materiales posibles. Estas necesidades se acaban solucionando con ventanas practicables dispuestas cuidado¬sa¬men¬te en los muros, así como con grandes co¬rrederas que dan a patios interiores y exteriores y a vistas únicas del paisaje, y que se com¬binan, a veces, con paneles acristalados fijos. Todas las opciones se han definido con la gama Soleal de Technal en acabado gris claro. El proyecto Casa Ripollés-Manrique fue una obra seleccionada en los premios Palmarés Architecture Aluminium Technal 2013.