Empresas y administraciones públicas coincidieron en la urgencia de acelerar la transición hacia las cero emisiones
El Foro Anfac ‘Transportemos el cambio’ señala la innovación, la infraestructura y el apoyo público como claves para descarbonizar el transporte pesado
La segunda edición del Foro Anfac de Vehículo Industrial y Autobús, bajo el lema ‘Transportemos el cambio’, reunió a representantes de todo el ecosistema del transporte terrestre para abordar los retos y oportunidades que plantea la descarbonización del sector. Organizado por la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac), el encuentro contó con el patrocinio de Iberdrola y la colaboración de Michelin.
En su intervención inaugural, Josep María Recasens, presidente de Anfac, reivindicó el papel estratégico del transporte por carretera y lamentó el escaso avance en la aplicación de la Hoja de Ruta 2024-2026 del Vehículo Industrial y Autobús, presentada hace un año: “El camino hacia la movilidad cero emisiones no es igual para todos. Los vehículos industriales y los autobuses son herramientas de trabajo. La descarbonización debe ir de la mano de la competitividad: no se trata solo de sostenibilidad o de reducción de emisiones, sino también de tecnología. Es una oportunidad única para que España se consolide como un ‘hub’ tecnológico, aprovechando el potencial de la conectividad y la automatización también en el ámbito del vehículo industrial y el autobús”, apuntó.

De izq a der: Thomas Fabian, director de Vehículos Industriales de Acea; Nicolás González Casares, europarlamentario S&D; Elena María Atance, directora general de Transporte por Carretera y Ferrocarril del Mitma; Rebeca Torró, secretaria de Estado de Industria; José López-Tafall, director general de Anfac; Susana Solís, europarlamentaria PPE; Luis Miguel Torres, director general de Transportes y Movilidad de la Com. de Madrid.
Además, Recasens apeló “a una colaboración decidida con la industria del automóvil y el transporte por carretera. Las Administraciones deben ser un socio en este reto, facilitando que los transportistas puedan renovar sus flotas con seguridad y sin perder competitividad. Olvidar al transporte por carretera sería un error estratégico, con consecuencias graves como la pérdida de empleo y de soberanía industrial”.
En esta misma línea, José López-Tafall, director general de Anfac, subrayó que el ritmo actual de transformación “no está alineado con los objetivos europeos” que marcan reducciones del 90% de emisiones para 2040 en vehículos industriales y del 100% en 2035 para autobuses urbanos. “No solo necesitamos un plan de choque inmediato que rompa con la inercia actual, sino una visión país a medio-largo plazo. Un plan consensuado con la cadena de valor, las administraciones y los principales partidos políticos, que impulse la demanda y la infraestructura de recarga, y que garantice que las empresas pueden transitar hacia las cero emisiones sin poner en riesgo su supervivencia y competitividad. Desde Anfac creemos que ha llegado el momento de activar el Plan España Auto 2030”, ha afirmado López-Tafall.

El compromiso de la industria: innovación, sostenibilidad y eficiencia
La primera mesa redonda del Foro reunió a representantes de empresas destacadas del sector del transporte y la logística como Avanza, Michelin, DHL Supply Chain Iberia y Sesé. Todos ellos coincidieron en señalar que la descarbonización del transporte por carretera requiere decisiones firmes y acompañamiento público.
Valentín Alonso, director general de Avanza, defendió el transporte público como “la única vía para lograr ciudades sostenibles” y ha afirmado que para 2030 “habremos duplicado su cuota de mercado y será 100% libre de emisiones, si hay decisión y apoyo público”.
Desde Michelin, Alexandre Hennion ha puesto en valor la innovación en neumáticos como palanca de cambio, citando el ejemplo del neumático Remix, que reduce emisiones y consumo de materias primas: “En Michelin invertimos 1.200 millones de euros en innovación con el objetivo de que todo sea sostenible para 2050”.
Roberto Pascual, director general de DHL Supply Chain Iberia, destacó la sostenibilidad, la innovación y las personas como pilares estratégicos: “Debemos cuidar el planeta, debemos mirar al futuro y estar siempre al día de las mejores soluciones para nuestros clientes y que sin un buen equipo motivado y feliz, es imposible que tengamos éxito. Todo esto por supuesto en uno de nuestros principales sectores en los que operamos como es el de automoción, es clave y además son valores compartidos con la industria automovilística”.
Por su parte, Sergio Treviño, director ejecutivo de Sesé, defendió la necesidad de compatibilizar sostenibilidad y pragmatismo económico: “La competitividad vendrá dada por nuestra capacidad de aplicar las soluciones y tecnologías disponibles más eficientes y adecuadas para cada proceso de la cadena de suministro. Más allá de la propia reducción de emisiones, es fundamental considerar la innovación y optimización de procesos como palanca clave para ser más sostenibles y rentables al mismo tiempo”.
Luis Buil, director de Smart Solutions Iberdrola España, abordó los retos de la electrificación del transporte pesado, destacando que ya es viable en rutas urbanas y de distribución: “Su coste es inferior al de la combustión y mejora la calidad del aire. En cuanto a las rutas más largas, estamos trabajando en una infraestructura de carga para seguir apoyando a los sectores productivos y el comercio en España”.

La segunda mesa redonda, abordó el rol de las administraciones en la descarbonización del transporte.
Europa y administraciones públicas: regulaciones, fondos y colaboración
El foro también ha contado con la participación de Thomas Fabian, director de Vehículos Industriales de Acea, quien subrayó el compromiso de la industria europea con la descarbonización. Además, Fabian reclamó una revisión temprana de las normas de CO2: “En la actualidad, los camiones de emisiones cero sólo representan el dos por ciento de las nuevas matriculaciones, por lo que urge una revisión temprana de las normas de CO2, basadas en una evaluación exhaustiva de las condiciones favorables del sector”.
En la segunda mesa redonda, que ha abordado el rol de las administraciones en la descarbonización del transporte, ha contado con Elena María Atance, directora general de Transporte por Carretera y Ferrocarril del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible; Arancha García, directora del área de industria y medioambiente de Anfac; Nicolás González Casares, europarlamentario Grupo de la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas; Susana Solís, europarlamentaria Partido Popular Europeo; y Luis Miguel Torres, director general de Transportes y Movilidad de la Comunidad de Madrid.
Elena Mª Atance detalló las actuaciones del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible. “Pusimos en marcha un plan dotado de 400 millones, que fue posteriormente ampliado, para la transformación de las flotas de camiones y autobuses. Esto permitió dar un impulso al sector y que, por ejemplo, el 40% de los autobuses del mercado haya recibido ayudas del ministerio. Sobre los puntos de recarga, vamos a impulsar la regulación de solicitudes para acortar los plazos de implantación, promover las medidas del Plan de Cambio Climático para incrementar los puntos en las estaciones de servicio con más actividad, trabajamos para una guía para los municipios, y, para el sector de los pesados, vamos a definir un mapa de potencia de manera que los operadores puedan diseñar los proyectos con más información”.
Arancha García, directora del área de industria y medioambiente de Anfac, defendió que “la transición del transporte por carretera en España hacia la descarbonización debe ocupar un lugar destacado en el debate público, ya que es igual o incluso más ambiciosa y compleja que la de los vehículos ligeros”. Subrayó la urgencia de impulsar el mercado y desarrollar infraestructuras específicas para vehículos pesados, y recalcó que “debemos aprender del camino recorrido, actuar con eficiencia y tener claro que el compromiso debe ser compartido y firme”.
Nicolás González Casares “los desafíos para la industria del transporte europea y española pasan por implementar la regulación aprobada y continuar la transición ecológica midiendo muy bien las dependencias de los materiales y promoviendo capacidades de fabricación para las tecnologías limpias de futuro, fomentando la autonomía Estratégica”.
Susana Solís quiso añadir también que “la nueva legislatura europea debe marcar un cambio de rumbo: menos imposiciones, más incentivos. Debemos conseguir una transición energética realista, con reglas claras, neutralidad tecnológica y una regulación más simple que impulse, no frene, la competitividad del transporte”.
Luis Miguel Torres, director general de Transportes de la Comunidad de Madrid, ha destacado que la región trabaja en una futura Ley de Movilidad orientada a modernizar la flota, armonizar normativas e impulsar un modelo de ‘smart mobility’ basado en eficiencia e innovación.
Ayudas concretas y visión estratégica
La jornada cerró con la intervención de Rebeca Torró, secretaria de Estado de Industria, quien señaló que “el vehículo eléctrico es uno de los grandes protagonistas de la inyección de los fondos Next Generation que pusimos en marcha a través de los Perte. De esta inversión de cerca de 4.000 millones de euros, hemos adjudicado 12 millones exclusivamente al vehículo industrial”.
Torró también recordó que “estamos trabajando en la modernización de la flota de vehículos de transporte profesional, pero todavía no es suficiente. Y, por eso, estamos trabajando junto a los representantes de la industria en el Plan España Auto 2030, un plan que va más allá de dar respuesta a la electrificación de los turismos”.
Por otro lado, quiso recalcar el compromiso del Gobierno con la industria ante la reciente crisis arancelaria. “No vamos a estar impasibles, debemos anticiparnos a lo que pueda venir ya que los aranceles impuestos afectan a todos nuestros sectores. Por ello, el plan de respuesta anunciado por Pedro Sánchez tiene el objetivo de defender los intereses tanto de ciudadanos, trabajadores como empresas de nuestro país. Una ayuda de 14.000 millones de euros para mitigar los efectos que tendrán estas medidas en la industria española”. La secretaria de Estado de Industria resaltó que “la solución pasa por una estrecha colaboración público-privada, entre la administración y los sectores productivos”.
