Un alivio temporal: la hoja de ruta de la Comisión Europea no impone la obligación de incorporar camiones eléctricos

La Comisión Europea ha presentado su hoja de ruta para la descarbonización de flotas sin imponer, por el momento, la exigencia de operar con un mínimo de camiones de cero emisiones. No obstante, el Ejecutivo comunitario mantiene abierta la posibilidad de incluir esta medida en una futura propuesta legislativa que verá la luz a finales de 2025.
El documento presentado ante el Parlamento y el Consejo de la UE recoge una serie de recomendaciones para fomentar la adopción de vehículos sostenibles en flotas corporativas, que engloban camiones, autobuses, furgonetas y turismos de empresa. Si bien estas directrices no tienen carácter obligatorio, el informe menciona que estas iniciativas “anticiparán y complementarán” una legislación en desarrollo destinada a impulsar el uso de camiones eléctricos en el sector del transporte de mercancías.
La posible imposición de cuotas de camiones eléctricos había generado gran preocupación en la Organización Internacional del Transporte por Carretera (IRU), así como en las patronales del transporte. Ramón Valdivia, vicepresidente ejecutivo de la Asociación del Transporte Internacional por Carretera (ASTIC) y miembro de la IRU, celebra que la Comisión no haya impuesto aún esta obligación, pero advierte sobre la incertidumbre que genera la futura normativa: “Se está provocando un envejecimiento del parque de vehículos, ya que las empresas no saben qué esperar”.
Desde la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA), los fabricantes propusieron que se obligara a los transportistas a incrementar progresivamente la proporción de envíos gestionados con vehículos de cero emisiones. Esta iniciativa generó un fuerte rechazo en las patronales del transporte, que lograron ser incluidas en las conversaciones sobre la transformación del sector.
Un plan con tintes proteccionistas
El plan de acción presentado por la Comisión Europea también busca proteger a la industria automovilística europea frente a la competencia de China y Estados Unidos. Dentro de estas medidas, Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión, anunció la extensión del plazo para que los fabricantes cumplan los objetivos de reducción de emisiones de CO₂ establecidos en la normativa CAFE (Clean Air For Europe). Con esta modificación, los fabricantes dispondrán de tres años adicionales antes de afrontar sanciones, inicialmente previstas para 2025.
El informe sobre la descarbonización de flotas subraya que los vehículos corporativos representan el 60% de las matriculaciones en la UE. Además, confirma la apuesta del Ejecutivo comunitario por la electrificación como única vía para reducir emisiones en el transporte por carretera, dejando de lado otras alternativas como el hidrógeno o los biocombustibles.