El sector del transporte y la energía aboga por la neutralidad climática en el transporte urbano e interurbano de pasajeros
Expertos del sector del transporte y la energía reclamaron una mayor neutralidad tecnológica en los contratos de licitación del transporte de pasajeros con el propósito de que “los operadores puedan elegir libremente la tecnología más conveniente en cada caso en función del tipo de operación que realice el vehículo y su viabilidad técnica y madurez en el mercado”. Este fue el principal mensaje que se repitió en la jornada ‘Las estrategias de descarbonización en los contratos de transporte urbano e interurbano de pasajeros’, un evento organizado por Gasnam-Neutral Transport, en colaboración con Confebus y KPMG, que ha reunido a casi un centenar de representantes de organismos públicos y empresas privadas, según apuntaron fuentes de la compañía en un comunicado de prensa.
La sesión ha contado con la intervención del director de Planificación Estratégica y Explotación del Consorcio Regional de Transportes de Madrid, Francisco Javier Gómez; la secretaria general de Gasnam-Neutral Transport, Eugenia Sillero; el presidente de Confebus, Rafael Barbadillo; el socio responsable de Infraestructura, Transporte, Gobierno y Sanidad de KPMG en España, Cándido Pérez, y la directora de KPMG abogados, Ana López.
Movilidad sostenible, realista y coste-eficiente
El transporte colectivo de pasajeros desempeña un papel fundamental en la reducción de las emisiones en nuestras ciudades. Actualmente, las administraciones públicas están revisando los contratos de transporte urbano e interurbano de pasajeros para implementar tecnologías sostenibles que les permitan cumplir con las obligaciones de descarbonización. En este sentido, durante la jornada se ha destacado que “es clave contar con una hoja de ruta clara que integre las tecnologías sostenibles en los contratos de transporte, considerando tanto su eficacia económica como su impacto ambiental”.
Durante su intervención, Eugenia Sillero afirmó que “el desafío de la descarbonización del transporte es de tal magnitud que requiere la contribución de todas las energías limpias y un enfoque de neutralidad tecnológica. Las flotas de autobuses que emplean GNC tienen la oportunidad ser neutras en carbono de manera inmediata, gracias al biometano y al gas sintético, soluciones que aportan altas autonomías, bajos tiempos de repostaje y competitividad económica dado que no requieren modificaciones en el motor o en la infraestructura de repostaje”. Sillero añadió que “producir un combustible a partir de los residuos generados en nuestro propio país permite garantizar el cumplimiento de los objetivos de sostenibilidad y de reducción de emisiones que establece la Directiva de Energías Renovables RED III y representan una oportunidad para avanzar hacia una economía circular”.
El presidente de Confebus, Rafael Barbadillo, añadió que son necesarias todas las tecnologías de propulsión para la descarbonización de la actividad (electricidad, biometano, combustibles renovables o hidrógeno) “porque no hay una única solución que cubra las diferentes tipologías de servicios de transporte de viajeros por carretera (urbanos, cercanías, media distancia y largo recorrido), por lo que la neutralidad tecnológica es fundamental y debe ir acompañada de las correspondientes ayudas o incentivos fiscales para que el sector pueda abordar este importante cambio tecnológico”. Asimismo, apuntó que “es necesario generar un marco regulatorio estable que facilite la colaboración público-privada, impulsando fórmulas de revisión de las tarifas que prevean todas las tecnologías utilizadas en los contratos”.
Los gases renovables, alternativa real y disponible para descarbonizar el transporte urbano e interubano
Fabricantes de vehículos, operadores de transportes y empresas energéticas afirmaron que la clave para una transición justa es que las tecnologías sean sostenibles, por lo que es necesario que haya neutralidad tecnológica. En esta línea ha intervenido el director de Iveco Bus, Fabrizio Toscano, que ha señalado que “el GNC y el biometano son ya una realidad en nuestras ciudades y siguen siendo alternativas válidas para la descarbonización del transporte interurbano; el hidrogeno será el paso siguiente, pero para ello va a necesitar de apoyo institucional”.
El sector aprovecho este marco para reclamar mayores incentivos gubernamentales en la adopción de soluciones de transporte más sostenibles. Estas ayudas no tendrían que ser sólo para los operadores, sino también para las propias Administraciones Públicas titulares de los servicios y obligadas a asumir, a través de los concesionarios, los sobrecostes derivados de la regulación dirigida a la reducción de las emisiones en la movilidad de las personas, ha afirmado el responsable de Expansión e Innovación de Grupo Ruiz, Albino Pérez, quien añadió que “los incentivos son fundamentales debido a los altos costes de inversión requeridos por las nuevas tecnologías energéticas”. En ese punto, el director de Ingeniería y Oficina de Fondos Europeos de Alsa. Miguel Ángel Alonso, aseveró que “hace falta certidumbre y continuidad, reducir la burocracia, incentivar Capex y Opex, y neutralidad entre las distintas tecnologías, así como entre los distintos medios de transporte por parte de la Administración”.
Por su parte, el responsable de zona de Movilidad de Naturgy, Óscar Arrazola, destacó que la principal barrera es el desconocimiento de las diferentes tecnologías existentes y asumir el pensamiento generalizado de que la electrificación es la única vía para la descarbonización, sin entrar a valorar otras opciones como el biometano que favorece una economía circular. En este sentido, Arrazola añadió que “no podemos desechar la flota existente de GNC porque sigue siendo una opción muy interesante tanto económica como ecológicamente hablando, con emisiones locales casi nulas y 100% compatible hacia la transición al gas natural neutro en emisiones. Y sin duda, a día de hoy, es la única alternativa para el transporte de pasajeros de media y larga distancia”.
Pamplona, cuidad pionera en el uso de biometano en los autobuses
Además, la sesión contó con la participación del responsable de Energía de la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona (MCP), Javier Zardoya, quien ha presentado el caso de éxito del transporte municipal de Pamplona. Esta entidad pionera en 2014 aplicó su “I Plan de Introducción de Energías Menos Contaminantes en el Transporte Urbano Comarcal (TUC)”, en 2016 probó los primeros autobuses alimentados con el biometano generado en su propia depuradora y pocos años después asumió el compromiso de no adquirir más vehículos diésel para comenzar a descarbonizar completamente su flota. Desde 2022 la MCP cuenta con autobuses de gas con Garantía de Origen y la recién adjudicada Concesión de Servicios para la explotación del TUC durante los siguientes diez años incluye la descarbonización completa de su flota (2/3 biometano y 1/3 electricidad) y la producción propia de biometano, en un proyecto referente de economía circular a escala comarcal.