BeGas propone cinco claves para impulsar la movilidad sostenible del transporte urbano pesado en 2022
Conscientes de la hoja de ruta marcada por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) así como de los objetivos ‘Fit for 55’ de la Unión Europea, las empresas de la industria del motor están impulsando nuevas fórmulas con las que fomentar la movilidad sostenible y empujar a las metrópolis y corporaciones locales más pequeñas a la progresiva descarbonización de los vehículos que circulan por los centros urbanos.
Bajo esta premisa, compañías como BeGas, pionera en el desarrollo de motores ecológicos destinados al vehículo urbano, establece las cinco claves para impulsar la movilidad sostenible del transporte pesado en 2022, de forma rápida y económica:
- Apostar por combustibles alternativos como el autogás o el biopropano. Seleccionar la tecnología más adecuada para cada uso, sin descartar ningún tipo de energía es clave en el corto-medio plazo para alcanzar los objetivos de neutralidad climática. De todas ellas, el autogás y el biopropano son considerados dos de los principales combustibles alternativos con potencial para sustituir al petróleo, por lo que en 2022 se posicionarán como la solución perfecta a corto plazo para las flotas de autobuses y camiones urbanos pesados. A su favor cuenta también con la existencia de más de 800 estaciones de servicio a nivel nacional.
- Fomentar la economía circular a través del retrofit o remotorización de los vehículos diésel. La economía circular será en 2022 una pieza clave para construir un nuevo modelo de transporte urbano, más sostenible y económico. Esto es así porque la remotorización de los vehículos diésel con combustibles renovables como el biopropano, permite disponer de vehículos menos contaminantes, sin necesidad de asumir una renovación completa de la flota. Y es que, por la compra de un nuevo camión urbano, este puede ser remotorizado hasta cinco veces con motores como los de BeGas; lo que facilita que las pequeñas corporaciones, que no disponen de grandes presupuestos, se sumen a la descarbonización del transporte de manera inmediata.
- Convertir a las energías limpias en protagonistas de la mejora de la calidad del aire. La contaminación atmosférica en los centros urbanos se ha convertido en una de las prioridades de los planes de movilidad sostenible de los ayuntamientos por las graves consecuencias que puede tener en la salud de las personas. Por ello, el uso de energías limpias como el autogás o el biopropano, son alternativas que pueden conseguir grandes resultados ambientales. Y es que los vehículos propulsados por motores de autogás reducen hasta un 90% las emisiones contaminantes, como los NOx o las partículas en suspensión, además de que su precio es entre un 40 y un 50% inferior al de los combustibles convencionales. Por su parte, los motores de biopropano pueden llegar al 80% de las emisiones, muy por encima del Objetivo Fit for 55, cuyo objetivo es reducir las emisiones en al menos un 55% de aquí a 2030.
- Impulsar las tecnologías transformadoras que aporten soluciones inmediatas. La utilización de motores que permitan avanzar hacia las emisiones neutras, potenciando el uso de energías alternativas menos contaminantes y que, al mismo tiempo, permitan la eficiencia energética, serán esenciales en el futuro de las urbes españolas. Motores como los de BeGas, que comparten todas estas características, permiten a las ciudades disponer de vehículos limpios de manera inmediata. Además, cumplen con las exigencias de la Unión Europea en cuanto al ruido y los gases contaminantes, ya que están homologados bajo la normativa Euro VI step E.
- Estimular la colaboración público-privada para construir planes transversales. Cada vez más administraciones tienen en cuenta la opinión de las empresas y expertos en transporte y movilidad para conseguir planes más globales que mejoren los resultados ambientales. Empresas como BeGas, apoyan este enfoque sostenible posicionándose al lado de instituciones de todos los tamaños para guiarles en el camino de la descarbonización del transporte y, conseguir así, el objetivo común: reducir las emisiones contaminantes de los vehículos urbanos pesados.