La caída en la inversión en obra pública frena el crecimiento de la venta de maquinaria nueva

El descenso de casi el 30% en la licitación de obra pública que se ha producido en los seis primeros meses del año, sumado al parón que se está dando en la ejecución de numerosos proyectos que ya estaban aprobados (debido en buena parte a la falta de Gobierno) está teniendo también su reflejo en la venta de maquinaria nueva que, según los últimos datos aportados por la Asociación Nacional de Distribuidores e Importadores de Máquinas de Obras Públicas, Minería y Construcción (Andicop), ha visto ralentizado en este primer semestre el crecimiento que estaba experimentado desde el año 2014.

A lo largo de las últimas semanas han sido numerosas las asociaciones que han dado la voz de alarma ante la notable caída que se está produciendo tanto en la licitación como en la ejecución de proyectos de obra pública. Una situación que, como se recordaba recientemente, está conllevando una “fuerte descapitalización del país” en materia de infraestructuras.

Y como no podía ser de otra manera, esta situación también está teniendo su reflejo en la venta de maquinaria nueva, la cual ha visto frenada su tendencia de crecimiento de los últimos dos años, según los últimos datos aportados por Andicop.

El último informe de Andicop refleja un frenazo en el crecimiento de la venta de maquinaria nueva de obra pública.

Frente a un primer semestre de 2015 con cifras que invitaban al optimismo, el arranque de este 2016 se puede calificar de desesperanzador. 14 de las 32 categorías contempladas en su informe por la Asociación han terminado los seis primeros meses de este año con caídas en sus ventas respecto al mismo periodo del 2015, y además en la mayoría de las categorías donde sí se han dado crecimientos, en términos absolutos se está hablando de muy pocas unidades adicionales.

No hay que olvidar en todo caso, que las cifras en las que nos movemos siguen estando aún a años luz de las alcanzadas en la época pre crisis (por ejemplo, en 2007 se vendieron 3.930 retrocargadoras y en 2015 apenas 304 unidades).

Precisamente una de las categorías cuyas ventas han vuelto a crecer en el primer semestre de 2016 respecto al mismo periodo del año anterior, es la retrocargadora o mixta, con un incremento del 7%, hasta llegar a las 144 unidades. Parece evidente que este tipo de máquina sigue teniendo tirón en nuestro país, especialmente por su versatilidad, pero si comparamos este 7% con el incremento del 124% que experimentaron sus ventas en todo el 2015, nos damos cuenta de que la desaceleración es bastante notable.

En este mismo segmento de maquinaria de producción también se han dado crecimientos interanuales en los dúmperes rígidos, en los tractores de cadenas y en las motoniveladoras, pero en todos los casos hablamos de términos absolutos muy pequeños (7, 4 y 1 unidades respectivamente).

Por el contrario, en tres categorías que sí tienen un importante peso específico en el sector, como son las excavadoras de cadenas, las excavadoras de ruedas y las cargadoras de ruedas, se han producido descensos en las ventas del 5%, 22% y 7% respectivamente (42, 18 y 137 unidades) respecto al mismo periodo de 2015.

El segmento de las minis es otro de los que más ha notado este frenazo. Frente al incremento que se experimentó en este tipo de maquinaria en todo el 2015, que superó el 70%, en este primer semestre de año, el crecimiento se ha visto rebajado a apenas un 7%.

Las miniexcavadoras de cadenas, que se han erigido desde hace unos años en las reinas de la maquinaria en España en cuanto al número de unidades vendidas, han pasado de un crecimiento en 2015 del 69% a un 9% en este primer semestre de 2016 (346 unidades en total).

Los modelos de mayor peso (midiexcavadoras) han acabado incluso la primera mitad del año con un descenso del 5%, y de las versiones de ruedas apenas se ha vendido un equipo en toda España.

En cuanto al otro puntal de este segmento, las minicargadoras de ruedas de tipo skid steer loader, el primer semestre del año ha terminado con un incremento del 8%, hasta llegar a las 117 unidades. Y eso a pesar del tirón que tienen este tipo de máquinas en un sector que se ha mostrado bastante activo en los últimos tiempos como es el de los alquiladores.

La falta de inversión, ya no solo en construcción de nuevas carreteras sino también en mantenimiento, con un déficit en este último punto cercano a los 6.000 millones de euros, se está dejando sentir también claramente en las ventas de maquinaria de compactación. Frente a un crecimiento en todo el 2015 del 86%, el primer semestre de 2016 se ha cerrado en este segmento con un aumento del 7%. Las evoluciones más positivas se han registrado en equipos como los rodillos tándem de menos de 1,3 metros de anchura y los rodillos dúplex, que han visto incrementarse sus ventas un 121% y un 84% respectivamente hasta llegar a las 42 y 70 unidades.

En el otro lado de la balanza encontramos a los rodillos monocilíndricos autopropulsados, con un descenso en las ventas del 53% (18 unidades), a los rodillos estáticos sobre ruedas (solo una unidad vendida) y, en maquinaria ligera de compactación, a las bandejas reversibles y a los pisones (-45% y -4% respectivamente).

Del resto de categorías contempladas por Andicop en su estudio, es de destacar la ralentización en el crecimiento que se ha producido en esta primera mitad del año en las ventas de manipuladores telescópicos, reduciéndose a prácticamente la mitad el incremento que habían experimentado estas ventas en todo el 2015 (16% vs 30%). Aún así las 223 unidades vendidas en este primer semestre, entre fijas y giratorias, consolidan a esta máquina como una de las favoritas de los profesionales españoles, ya no solo de la obra pública sino también de la agricultura, la ganadería, el reciclaje u otro tipo de industrias.

En cuanto a la trituración y la clasificación, baste con decir que en todo el primer semestre se han vendido en toda España y entre todas las firmas contempladas por Andicop, cuatro máquinas en total (un impactor, dos precribadores y una criba), lo que confirma el estado crítico en el que se mantiene este mercado.