El sector agroalimentario madrileño aporta 10.001 millones de euros, lo que supone el 3,7% del VAB de la comunidad
La Comunidad de Madrid se sitúa como la cuarta comunidad con mayor valor añadido bruto (VAB) del sector agroalimentario (suma de la producción primaria, industria y distribución alimentarias), por detrás de Andalucía, Cataluña y la Comunidad Valenciana. Esta es una de las principales conclusiones presentadas el pasado 19 de noviembre por el presidente de Cajamar, Eduardo Baamonde, y el director de Estudios y Publicaciones de la Fundación Grupo Cajamar, Ignacio Atance, del Informe ‘El sector agroalimentario de la Comunidad de Madrid’, en la jornada Madridfood Conecta, organizada por el Clúster de Agroalimentación de la Comunidad de Madrid.
El presidente de Cajamar subrayó el compromiso de la entidad con el sector agroalimentario, cuya colaboración traspasa su actividad financiera y se amplía con la generación y transferencia de conocimiento. En esta línea, Baamonde explicó que la finalidad de este informe es ayudar a los agentes de la cadena agroalimentaria de la Comunidad de Madrid a que puedan tomar decisiones informadas para que sus explotaciones y empresas sean más productivas, competitivas y sostenibles.
Por su parte, Ignacio Atance detalló el estudio, realizado en colaboración con el Ivie, destacando que el dinamismo y el volumen económico de la Comunidad de Madrid hacen que su sector agroalimentario, independientemente de su significativa dimensión, pese mucho menos que en el conjunto nacional, donde representa el 8,7%. En concreto, el sector agroalimentario aporta 10.001 millones de euros a la economía regional, lo que representa el 3,7% del valor añadido bruto (VAB) del total de su economía. De hecho, la Comunidad de Madrid es la región en la que menos peso tiene el sector agroalimentario respecto al total de su economía. En cuanto a cómo se distribuye el VAB entre las tres fases que componen el sector, el 76,9% corresponde a la distribución, el 21,2% a la industria y el 1,9% a la producción agraria. La obligación de atender las necesidades de consumo de su elevada población explica esta distribución tan extremada.
En términos de empleo, la Comunidad de Madrid se sitúa también en el cuarto puesto de las comunidades autónomas por número de ocupados, con 196.886 personas, lo que representa el 7,7% del total de ocupados en España en el sector agroalimentario. Así, el mayor peso de la Comunidad de Madrid sobre el total nacional en términos de VAB da muestra de su mayor productividad. Ya en el ámbito regional, los ocupados del sector agroalimentario trabajan mayoritariamente en la fase de distribución (81,5%), seguida de la industria alimentaria (14,6%) y de la producción agraria (3,8%).
Ignacio Atance, director de Estudios de la Fundación Grupo Cajamar, durante la presentación del informe.
Productividad y competitividad
Si bien el mayor peso del sector agroalimentario de la Comunidad de Madrid respecto al nacional en términos del VAB denota la mayor productividad en la región, lo cierto es que la situación difiere entre las tres fases que lo componen.
En lo que respecta a la productividad y competitividad sectorial, los costes laborales medios son un 20% superiores a los nacionales en la industria alimentaria y un 18% superiores en la comercialización, pero un 27% inferiores en el sector primario. Como consecuencia, combinados estos datos con las productividades de cada uno de ellos, la fase de comercialización tiene una competitividad igual a la media nacional, la industria ligeramente inferior (-8%) y la producción primaria significativamente menor (-43%).
Exportaciones agroalimentarias
El sector agroalimentario de la Comunidad de Madrid exportó productos por valor de 2.637 millones de euros en 2023, lo que representó el 3,8% del total de exportaciones agroalimentarias de España y el 5,1% de las exportaciones de todo tipo de bienes. No obstante, como consecuencia de las necesidades de consumo de su población y de abastecimiento de materias primas de su industria alimentaria, presentó un déficit de cerca de 4.000 millones de euros.
En cuanto al número de empresas exportadoras, la Comunidad de Madrid tiene 2.816 empresas agroalimentarias exportadoras, lo que representa el 14,3% del total de las empresas exportadoras de España y el 8,9% de las compañías exportadoras de todos los sectores de la región. Ahora bien, si relacionamos número de empresas y valor de las exportaciones, las empresas exportadoras de la Comunidad de Madrid exportaron por un valor medio de 936.000 euros, muy por debajo del valor medio nacional de 3.545.000 euros.
Innovación
Según los datos del ‘Informe Nacional de Empresas Tech e Innovadoras España 2024’, la Comunidad de Madrid se posiciona en un lugar relevante del ecosistema de la innovación agroalimentaria de España, con 10 de los 100 startups FoodTech y AgroTech españolas con mayor impacto en la cadena de valor del sector agroalimentario. En concreto, por subsectores, la Comunidad de Madrid se sitúa en el segundo puesto en empresas FoodTech, con un 24,3% del total de empresas, y BioTech, con un 16,8%, y la tercera posición en AgroTech, con un 15,3%.
El presidente de Cajamar, Eduardo Baamonde, en la presentación en Madrid.
Consumo alimentario
Conforme a los datos del Panel de Consumo Alimentario del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, el gasto medio en alimentos y bebidas en la Comunidad de Madrid en 2023 fue de 1.680 euros, ligeramente por debajo de la media nacional, que fue de 1.765 euros. De 2022 a 2023 el gasto creció un 8,3%, fruto del aumento del 10,8% en el precio medio de los productos adquiridos y un descenso del 2,2% del volumen consumido per cápita.
Este menor consumo per cápita en los hogares de la Comunidad de Madrid puede relacionarse con la existencia de un porcentaje mayor de población ocupada y posiblemente de comidas fuera del hogar. De hecho, la Comunidad de Madrid ocupa el último puesto en el ranking de comunidades autónomas por el peso que los alimentos y bebidas tienen sobre el consumo total de los hogares, con un 18% frente al 20,8% en el conjunto nacional.