Modernizar la fabricación de galletas con cobots UR sin perder el componente artesanal
La Biscuiterie de Chambord, pyme francesa reconocida por su elaboración artesanal de galletas, ha logrado modernizar su producción sin perder su esencia tradicional. Con la integración de robots colaborativos de Universal Robots para la carga y descarga de carros, la empresa ha mejorado las condiciones laborales de sus operarios, preservando al mismo tiempo tareas manuales de alto valor añadido, como el pesaje y el control de calidad. Gracias a esta combinación de tradición y tecnología, la productividad ha aumentado más de un 20%.
Fundada en 1978 en la población de Maslives, la Biscuiterie de Chambord decidió en 2021 abrir un nuevo centro de producción con el que pasaría de fabricar 240 toneladas de productos al año, a 500. El aumento de la producción tenía que ser compatible, por un lado, con los procesos de fabricación artesanales y, por el otro, con el bienestar y la ergonomía de los operarios.
Por eso, la empresa puso el foco en la optimización de las operaciones de carga y descarga de las placas de cocción, una tarea que requería movimientos de flexión y extensión para levantar hasta 10 toneladas al día a una altura de 1,75 metros. Era una tarea ardua que, en realidad, no intervenía en la calidad de los productos, pero que estaba detrás de trastornos musculoesqueléticos en los operarios. Así es como la empresa optó por incorporar cobots en sus procesos.
A través de HMI-MBS, un distribuidor francés de Universal Robots, la empresa decidió integrar dos cobots UR10e equipados con ventosas y con capacidad para transportar una carga útil de 10 kg cada uno. El primer brazo robótico se encarga de recoger las bandejas con las galletas ya dosificadas y colocarlas en los carros para la cocción, levantando hasta 400 kg al día. En cuanto al segundo cobot, toma las placas del carro para situarlas en un transportador de embalaje manual al final de la línea de producción.
Los propios trabajadores son quienes supervisan los robots colaborativos. “Cada operario ha recibido una formación que ahora le permite manejar los cobots según sus necesidades, todo ello con una facilidad asombrosa”, subraya Clémentine Ducrocq, directora de operaciones y desarrollo de Biscuiterie de Chambord.
Más allá del aumento de productividad, estimado alrededor de un 20%, y la reducción del tiempo de inactividad, la Biscuiterie de Chambord ha mejorado considerablemente las condiciones de trabajo en sus talleres. De hecho, la tarea de los operarios se ha reducido considerablemente porque ya no tienen que cargar y descargar gran parte de las placas de cocción. De este modo pueden concentrarse en operaciones con mayor valor añadido, como el pesaje o el control de calidad.
La iniciativa también ha permitido reforzar el atractivo de la empresa, aspecto crucial en un contexto de escasez de mano de obra. Asimismo, el contacto con soluciones tecnológicas de vanguardia ha despertado en la plantilla un sentimiento de orgullo, ya que son los operarios quienes se encargan de la programación y operación de los cobots.
“El resultado se explica no solo por el riguroso trabajo realizado por el cobot, sino también y sobre todo por la mejora de la ergonomía de nuestros puestos de trabajo, que se ha traducido en una reducción de los trastornos musculoesqueléticos y en una mayor motivación de nuestros operarios”, valora Jonathan Chigot, director general de la Biscuiterie de Chambord.