El Foro BSA está organizado por BETA, el IRTA, Creacció, la Generalitat de Catalunya, la Universitat Autònoma de Barcelona, la Universidad de Vic – Universitat Central de Catalunya, Eventing Up, el Ayuntamiento de Vic y la empresa Bioser

El pasado 6 de junio se celebró en Vic la sexta edición del Foro Barcelona Seguridad Alimentaria (Foro BSA). Bajo el lema ‘Con el agua al cuello’, el evento reunió a más de 150 profesionales de la industria alimentaria para abordar un tema especialmente crítico en estos momentos: la escasez de agua y su mayor consecuencia, la sequía.

El evento, presentado por Núria Fuster y Juliana Roca de la empresa Bioser, se inició con las intervenciones de Xavier Llebaria, Subdirector General de Coordinación de Salud Pública de la Generalitat de Cataluña, y Xavier Farrés, Regidor de Salut, Ciutadanía y Participación y tercer Teniente Alcalde del Ayuntamiento de Vic. Para ambos políticos es importante “actuar de forma inmediata ante la sequía y la forma de conseguirlo es a través del I+D”.

Y es que la sequía es, sin duda, un factor crítico que afecta directamente la producción alimentaria. Para dirigir los esfuerzos de todo el sector hacia soluciones innovadoras y sostenibles que permitan la gestión inteligente del agua, el Foro BSA contó con ponentes que hablaron sobre cómo mejorar todo el ciclo del agua en la cadena de valor agroalimentaria.

La primera en realizar una ponencia fue Ana Allende, investigadora del CEBAS CSIC, que se centró en ‘La sostenibilidad y los riesgos microbiológicos: el papel del ciclo del agua en la producción de vegetales frescos’.

Para la investigadora, los métodos alternativos de abastecimiento de agua son “un paso más hacia la economía circular” ya que potencian el compartir, alquilar, reutilizar, reparar, renovar y reciclar cualquier material. Para garantizar que el agua esté en las condiciones óptimas para su uso, es necesario eliminar cualquier riesgo que pone en peligro la salud humana, la animal o la medioambiental.

Es aquí donde aparece el concepto ‘fit for purpose’, que obliga a conocer cómo se va a reutilizar esta agua para establecer los criterios de calidad y seguridad que debe cumplir. “Pero con la legislación actual, todo esto no es posible por lo que necesitamos más flexibilidad”, dijo Allende, subrayando que, en estos momentos, el agua, para ser utilizada, “debe ser potable o limpia”. En este sentido, añadió que “establecer límites microbiológicos es esencial para evaluar correctamente el riesgo o el peligro del uso del agua”.

Tras la investigadora Allende, la mesa redonda ‘Cada gota cuenta: rediseñando el ciclo del agua en la industria alimentaria’, contó con la participación de Victoria Castell, jefa del Servicio de Planificación, Auditoría y Evaluación del Riesgo de la Generalitat de Cataluña (ACSA); Enrique Velasco, jefe de Departamento Gestión de Recursos Hídricos del Área de Abastecimiento de Agua (ACA); Lidia Paredes, ingeniera química e investigadora postdoctoral en recuperación de agua y recursos en el Centro Tecnológico Beta de la UVIC-UCC; y Nuria Romero, responsable de Sostenibilidad del Grupo Viñas.

Cada uno de ellos explicó qué se está haciendo desde sus respectivas entidades para mejorar el uso del agua. Tanto El ACA como Grupo Viñas están apostando por las depuradoras y piden que la legislación se modifique para que el agua se pueda utilizar según su calidad fisicoquímica y microbiológica y no dependencia de su fuente de origen.

Lidia Paredes se centró en tecnologías innovadoras como las membranas de ultrafiltración, para obtener agua regenerada de alta calidad; la ozonización o el tratamiento UV, que reduce la concentración de patógenos y contaminantes; o metodologías estandarizadas para evaluar el riesgo cuantitativo según uso previsto del agua.

En una segunda mesa redonda titulada ‘Eficiencia hídrica y seguridad alimentaria: optimizando el agua sin comprometer la seguridad ni la calidad’, participaron Narcís Pi, Project Manager de la Unidad de Negocio de Saneamiento y Abastecimiento de ABM Consulting; Laura Zuazu, Technical & Marketing Specialist de Kurita Europe; Albert Farré, director comercial de 4Mediks; y José Juan Rodríguez, Catedrático de Seguridad Alimentaria e investigador del Área de Nutrición y Bromatología de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB).

Narcís Pi presentó el proyecto ViWaTec en el que se están estudiando soluciones tecnológicas y estrategias innovadoras para mejorar la eficiencia en el uso del agua en el sector vitivinícola. Hasta el momento, se está investigando cómo ahorrar agua en diferentes partes del proceso de producción vitivinícola: riego, aguas residuales, limpieza…

Otro caso práctico lo presentó Albert Farré, de la startup 4Mediks: “A través del uso de principios activos 100% naturales, hemos desarrollado una tecnología 100% botánica y no toxica capaz de desinfectar con nebulización y sin utilizar grandes cantidades de agua”, afirmó. Esta tecnología ya se está aplicando en camiones, por ejemplo.

Laura Zuazu, por su lado, expuso dos casos de éxito para que los asistentes entendieran lo que se puede lograr gracias a la investigación. El primero de ellos se basa en la recuperación del agua de refrigeración, con el que se ha logrado una tasa de recuperación del 80%. El segundo, aplicado en una fábrica de zumos, ha logrado un ahorro de agua de 500 a 1.000 m³ por semana.

El cierre del Fóro BSA corrió a cargo de Carme Chacón, Subdirectora General de Seguridad Alimentaria y Protección de la Salud del Departamento de Salud de la Generalitat de Cataluña, quien resaltó que “la sequía no solo amenaza la cantidad y calidad de nuestros alimentos, sino que también pone a prueba la resiliencia de nuestra infraestructura y las políticas y normativas relacionadas con la seguridad alimentaria y la gestión de residuos”.

Por todo ello, es imprescindible que tanto administración, como centros de investigación e industrias adopten tecnologías de reutilización y optimización del agua, para reaprovecharla y asegurar un suministro constante y seguro, o se busquen y adopten nuevos métodos alternativos a los recursos hídricos.

Carme Chacón, Subdirectora General de Seguridad Alimentaria y Protección de la Salud del Departamento de Salud de la Generalitat de Cataluña, durante el cierre de la jornada.