La industria oleícola busca estandarizar su impacto ambiental
8 de febrero de 2011
Objetivo: reducir el impacto en todas las fases de producción
Para abordarlo se ha creado un consorcio en el que participarán las siguientes entidades: Citoliva, Centro Tecnológico del Olivar y del Aceite (Jaén); CTM, Centre Tecnológic de Manresa (Barcelona); IAT, Instituto Andaluz de Tecnología (Sevilla); CVR, Centro para Valorização de Residuos (Braga-Portugal); y LCAI, Laboratoire de Chimie AgroIndustrielle (Toulouse -Francia), como socios benéficos y AOTAD, Associação de Olivicultores de Tras-os- Montes e Alto Douro (Mirandela-Portugal) como socio asociado.
No obstante, ‘OiLCA’ tendrá que superar cinco grandes fases de trabajo: un primera de coordinación y gestión, seguida del desarrollo de una metodología y diseño e implantación de una etiqueta ambiental para la comunicación de la huella de carbono del aceite de oliva, etapa que se completará con el diseño de herramienta software y transferencia de tecnología a empresas, para culminar finalmente con el seguimiento, evaluación y difusión de los resultados que se esperan. Entre ellos:
- Desarrollo de una base de datos derivada del inventario de ciclo de vida y costes del sector del aceite de oliva en el espacio Sudoe.
- La huella de carbono de la producción de aceite de oliva genérica para el área del partenariado, así como para cada productor específico involucrado en la transferencia de tecnología.
- El diseño de una herramienta informática aplicable a los productores del sector que siente las bases para la toma de decisión en la gestión de sus residuos con menor impacto ambiental y mejor rentabilidad económica.
- La implantación de una etiqueta ambiental al producto que implique un doble propósito: como instrumento de comunicación para el consumidor del esfuerzo por parte del sector oleícola de su contribución a la mitigación del cambio climático y por otro lado el incremento de ventas del productor por la predilección del consumidor por un producto sostenible.
- ¿Qué significa para el sector oleícola español la participación en un proyecto tan importante como ‘OiLCA’?
Una diferenciación competitiva respecto a otras zonas productoras. El Espacio del Sudoeste Europeo produce en la actualidad casi el 50% de la producción mundial de aceite de oliva, por lo que el compromiso del sector oleícola con el medio ambiente aportará valor añadido a nuestros productos.
- Determinar la huella de carbono en nuestros productos se ha puesto de moda. Se ha hecho con el vino, con algunas frutas y hortalizas, etc. ¿Para el aceite de oliva y sus productores era una asignatura pendiente?
No, los principios de ecoeficiencia en la producción del aceite de oliva, la gestión de los residuos y los costes que se le asocian, son conceptos que ya se están aplicando en el sector. Lo que se está desarrollando es una estandarización de criterios para que se puedan analizar el máximo número de variables de producción y de gestión, según los distintos productores. Esto es lo interesante de ‘OiLCA’, un proyecto en el que participan diferentes zonas productoras como Cataluña, Andalucía, norte de Portugal y sudeste de Francia.
- Citoliva será la entidad responsable de la coordinación y gestión del proyecto. ¿Qué significa para ustedes liderar por primera vez un proyecto internacional?
Nuestro lema ‘Transferencia y Acción’ nos motiva a buscar nuevos horizontes, a internacionalizar al sector y a buscar sinergias competitivas, por lo que coordinar un proyecto Sudoe, cofinanciado con Fondos Feder, es un galardón. Como clúster del sector oleícola, la gestión y coordinación de proyectos relevantes, tanto para los productores como para los consumidores, es uno de nuestros objetivos fundacionales. Liderar la transferencia de tecnología a las empresas reafirma la capacidad de Citoliva para potenciar la I+D+i del sector del aceite de oliva, esta vez vinculados a la sostenibilidad.
- Un primer paso será analizar las emisiones de GEI en todas las etapas de producción del aceite de oliva. ¿Existe algún estudio previo que pueda acercarnos cuantitativamente en qué cifras nos estamos moviendo?
Sí, se pueden encontrar estudios que determinan las emisiones de GEI asociados a la producción de aceite de oliva. En función del objetivo, alcance y límites del sistema considerado, se reportan valores que oscilan entre 1 y 6 kg CO2-eq/litro de oliva. El objetivo de ‘OiLCA’ es más ambicioso y pretende cubrir las principales variables a lo largo de todas las etapas del ciclo de vida, desde el cultivo y la recolección, pasando por su fabricación, distribución hasta la gestión final de los residuos. Concretamente, se analizarán distintos escenarios de la cuna a la tumba, que serán integrados en la herramienta desarrollada en el proyecto de cara a facilitar la evaluación ambiental y económica de las empresas del sector.
- Uno de los objetivos secundarios es el de poder llegar a implantar una ecoetiqueta. ¿Se trata de una iniciativa que se esperaba desde el sector o se acoge con reticencias?
La comunicación ambiental está adquiriendo una gran importancia entre las empresas debido al creciente interés por parte de los consumidores, usuarios y administraciones públicas respecto a la conservación y protección del medio ambiente. El etiquetado ambiental se presenta como una herramienta de información acerca del carácter ambiental de un producto o servicio, que permite a los consumidores y usuarios escoger entre un producto o servicio en función de consideraciones ambientales. En este sentido el etiquetado ambiental contribuye a encontrar puntos de encuentro entre el mundo de los negocios y los retos ambientales y sociales, en los que la situación resultante sea beneficiosa para ambas partes.
- El proyecto ‘OiLCA’ tendrá que superar cinco grandes fases de trabajo. ¿Cuál de ellas se presenta como fundamental y por qué?
La difusión, la transferencia al sector es la clave del desarrollo del proyecto, pues serán las empresas las que confirmen el éxito de ‘OiLCA’. Debemos ser capaces de transmitir a todo el sector oleícola una herramienta de software capaz de determinar la huella de carbono. Contamos con el apoyo de 55 empresas para evaluar la accesibilidad y manejo de la misma mediante la participación en mesas de trabajo regionales en las que se validará la accesibilidad del software diseñado. Los resultados serán básicos para la toma de decisiones de gestión y dirección, para que puedan aplicar las técnicas para reducir emisiones, costes en gestión de residuos y adaptación a las normativas.
- ¿Para cuándo se esperan los primeros resultados?
El consorcio espera tener los primeros resultados para el próximo otoño, coincidiendo con el inicio de la cosecha de 2011. Momento en el que trabajar de la mano con distintas almazaras hará posible contrastar los primeros resultados obtenidos del proyecto.