Intza expone en BIEMH sus soluciones para lubricación
En el stand de Intza, los visitantes de la Bienal podrán conocer de primera mano sus sistemas de recirculación de aceite y lubricación de aceite-aire, disponible en dos versiones.
Sistema de recirculación de aceite
Tienen el objetivo no sólo de lubricar los componentes sino también refrigerar los elementos que están sometidos a condiciones extremas de carga o funcionamiento tales como generadores, grandes rodamientos, etc. En este tipo de sistemas es importante el control de temperatura, así como la eliminación de suciedad, aire o partículas de agua mediante un eficiente sistema de filtrado. El sistema de bombeo y los reguladores de caudal son también componentes clave de este sistema.
El rango de tamaños del sistema de recirculación varía mucho dependiendo de la aplicación. Para la máquina-herramienta predominan los depósitos pequeños de unos pocos litros, mientras que la industria papelera o las centrales electrohidráulicas demandan depósitos de miles de litros.
Lubricación por aceite-aire
Se trata de un sistema super-lean por microinyección de cantidades mínimas de lubricante y alta frecuencia para la la lubricación de rodamientos de alta velocidad (electromandrinos), mecanismos de engranajes…
Fabricado en 2 versiones:
- Dosificadores volumétricos que funcionan según el sistema de línea simple, en combinación con centrales de engrase con motor eléctrico.
- Microbombas de accionamiento neumático, que incluye un tarjeta de control y pantalla.
Su alta repetibilidad de funcionamiento (hasta 2 impulsos/segundo en el caso de las microbombas de accionamiento neumático) proporciona una incesante aportación de caudal mínimo con muy poca variación en volumen y tiempo.
Intza fabrica también grupos para la aspiración del aceite acumulado y excedente en los mecanismos de las instalaciones con lubricación mínima.
Principios del engrase por aceite-aire
Poniendo una gota de líquido sobre una placa y soplando sobre la misma observamos como se ensancha en dirección al paso del aire: el líquido es transportado por la corriente de aire y aumenta la superficie mojada, es decir, hemos estirado la gota.
El mismo principio se aprovecha en el engrase por aceite-aire: el dosificador lleva el aceite a una tubería con corriente de aire. Las gotas son transportadas y estiradas a lo largo de la pared de la tubería en dirección al punto de engrase, llegando a éste en forma de corriente de aceite fina y continua
Este proceso puede observarse perfectamente en una tubería transparente: en la entrada las gotas son gruesas, al paso por la tubería van transformándose en finas y uniformes, y a unos aprox. 40cm ya no podrá observarse temporalmente ninguna variación en el espesor del flujo. De esta manera, al final de la tubería se rocían finísimas gotas de aceite de forma continua sobre el punto de engrase, sin producirse neblina. El aporte de aceite es intermitente, en tanto que el de aire es continuo mientras funcione la máquina.
Asimismo, el aire comprimido proyectado continuamente sobre el punto de engrase actúa como barrera contra las partículas de suciedad.