La certificación de los productos ecológicos
A nivel mundial es un sector en plena expansión y que, a pesar de la crisis económica, sigue con las previsiones de crecimiento. La demanda mundial de producto ecológico se mantiene firme y el volumen de ventas aumenta por encima de los 5 billones de dólares al año. El consumo se concentra en Norteamérica y Europa (97% del volumen de negocio), siendo importantes productores y exportadores Asia, Latinoamérica y Australia. A nivel de regiones como Cataluña, la tendencia de crecimiento del sector ha sido positiva a lo largo de los últimos años. Cabe destacar que el incremento de las empresas ha sido superior al de los productores. Así, en este sentido, en 10 años se ha conseguido duplicar el porcentaje de empresas y se debe destacar la gran diversidad en cuanto a tipo de industria.
Cuanto más se amplía la distancia entre los productores y los consumidores, más importante es ofrecer unas garantías. El consumidor debe tener la certeza de que el producto se produce o elabora de manera ecológica y para ofrecer estas garantías es necesario un organismo que acredite el cumplimiento de la normativa. En Europa existe una regulación comunitaria aplicable a todos los estados, y cada país decide el régimen de control de esta normativa. En España el control y la certificación de la producción agraria ecológica es competencia de las comunidades autónomas. Mayoritariamente, la garantía del cumplimiento de la normativa es ofrecida por autoridades de control y certificación pública, excepto en dos comunidades autónomas que han autorizado el control y la certificación a través de organismos privados y una comunidad con un sistema mixto. En Cataluña, el control y la certificación de los productos ecológicos se hacen a través del CCPAE, corporación de derecho público, que audita y certifica todo producto agroalimentario producido y elaborado en Cataluña y que, además, garantiza el cumplimiento de la normativa europea (Reg. 834/2007), y el resto de normativa aplicable en agricultura ecológica.
El sistema de control y certificación se tiene que aplicar obligatoriamente a todas las empresas que intervengan en el proceso, desde la producción inicial hasta el momento en que el producto está listo para su consumo final, convenientemente envasado y etiquetado. Esta obligación se hace extensiva tanto a las empresas que simplemente realizan tareas de intermediarios comerciales (compran y venden productos agroalimentarios provenientes de producción agraria ecológica, sin manipularlos) como a aquellas que realizan trabajos para terceros con estos productos (incluidos los mataderos).
La estructura del Consell Català de la Producció Agrària Ecològica garantiza una certificación de calidad independiente. Esta certificación está avalada por diversas acreditaciones que garantizan la competencia técnica del CCPAE, entre ellas la de ENAC. Además, con la ayuda de su sistema de calidad donde se marcan los flujos que ha de seguir la documentación y donde los procedimientos están determinados, verifica el cumplimiento de la normativa y ofrece una certificación de máxima calidad y con las máximas garantías.