Controlar la temperatura del supermercado para reducir el riesgo alimentario
La temperatura en la que los alimentos se conservan en el supermercado es fundamental para garantizar su seguridad y asegurar que su consumo es el adecuado. No lograr esa temperatura puede causar grandes pérdidas económicas para las empresas y un peligro para el consumidor. Los instrumentos de medición de temperatura de alimentos y los sistemas de monitorización Testo son la herramienta idónea para mantener alimentos frescos desde la entrada de la mercancía hasta que sale con el carrito de la compra.
Mantener la cadena del frío es el objetivo de los sistemas de refrigeración de los supermercados. No hacerlo implica la aparición de bacterias, microbios y otros microorganismos que contaminan los alimentos y los convierten en productos de riesgo para nuestra salud. Así, entre 5 y 65 °C son las temperaturas consideradas de más peligro ya que los microorganismos tienen más posibilidad de desarrollarse. A una temperatura inferior a 5 °C, los virus, bacterias y hongos crecen a un ritmo lento y a más de 65 °C, simplemente desaparecen.
El calor ambiental es el principal peligro en el supermercado, pues penetra en las vitrinas, en las neveras y en los congeladores, se mezcla con el aire más frío y lo dispersa, provocando que la temperatura interior aumente.
Por otro lado, la potente luz artificial de los supermercados también afecta a los alimentos refrigerados. Cuando estos productos están constantemente expuestos a la luz, su calidad se deteriora y el alimento pierde sus cualidades organolépticas: sabor, color, olor… Cada familia de alimentos tiene su propia sensibilidad a la luz, por lo que es muy importante conocerla y controlar su exposición.
Ambos factores tienen una consecuencia directa: los alimentos colocados en la primera fila de vitrinas y neveras refrigeradas están siempre más cálidos. ¿Por qué? Es sencillo. Una nevera repleta de productos tiene más variaciones de temperatura en su interior que una nevera sin productos. Si la parte delantera sufre los efectos directos de la luz y está más expuesta a los cambios de temperatura por la apertura constante de puertas, los alimentos colocados en el frente tendrán una temperatura más alta que los traseros, que tienen una exposición menor a luz y calor.
La solución: instrumentos de medición y sistemas de monitorización Testo
Mantener alimentos frescos es el objetivo diario de un supermercado. Para garantizar la calidad y respetar la normativa vigente se deben llevar a cabo una gran cantidad de tareas de medición. Los instrumentos de medición de temperatura de alimentos y los sistemas de monitorización Testo ayudan con estas tareas: su robustez y su facilidad de manejo permiten ahorrar tiempo y dinero mediante procesos más eficientes.
La gama de instrumentos de medición está compuesta por data loggers (registradores de datos), termómetros, medidores de la calidad del aceite de fritura e instrumentos de medición de pH, todos ellos con la tecnología más avanzada y especialmente diseñados para garantizar la calidad de los alimentos con mediciones aleatorias y puntuales o supervisiones de los valores a largo plazo.
De este modo, Testo cuenta con equipos aplicables a toda la cadena productiva del supermercado: desde la entrada de mercancías, pasando por el almacenamiento, los lineales y mostradores refrigerados, las neveras y congeladores y para los procesos de preparación de comidas en el propio supermercado.
Si empezamos por el principio, la entrada de mercancías tiene que ejecutarse rápidamente ya que los diversos alimentos se entregan y tienen que ser controlados antes de su recepción. Los termómetros de penetración y por infrarrojos Testo son perfectos para lograr unos resultados de medición seguros en muy poco tiempo.
Para aquellos supermercados que se han sumado a la tendencia de preparar comidas directamente en su establecimiento, los instrumentos de medición Testo se han probado miles de veces en la gastronomía. Tanto para productos elaborados a la plancha y horneados como para aperitivos y comidas, los termómetros Testo ayudan a la elaboración de alimentos in situ.
La estrella: testo Saveris Retail Chain
El testo Saveris Retail Chain es la solución digital all-in-one para todas las secciones de la cadena de suministro, desde el transporte, pasando por los centros de distribución y el reparto hasta el respectivo establecimiento. Así, la solución ofrece la monitorización de los alimentos, la monitorización del transporte y la monitorización y control de la cadena de frío al completo.
El testo Saveris Retail Chain da una visión general de la totalidad de la cadena de frío -desde los cultivos hasta las tiendas- para detectar las anomalías con prontitud y solvéntelas con eficacia. Los datos cualitativos obtenidos se registran digitalmente, y quedan disponibles para su análisis de forma muy cómoda con tan solo pulsar un botón.
Gracias a este análisis de datos intuitivo y fácil, se evitan errores en la cadena de frío, se reduce la pérdida de productos y se prescinde de responsabilidades añadidas para los empleados. Todo esto permite estar preparado en todo momento para la próxima auditoría, garantizando la calidad en el supermercado.
Gestionar la seguridad alimentaria nunca había sido tan fácil
Y es que si algo se puede concluir es que utilizar los productos Testo garantiza una gestión eficiente de la temperatura en el supermercado y, en consecuencia, de los productos que en él se venden. La seguridad alimentaria es, hoy más que nunca, el reto más importante al que se enfrenta la industria alimentaria, y no es una buena idea no contar con los mejores equipos del mercado.
Garantizar que el consumidor sale de los supermercados con los alimentos en óptimas condiciones es responsabilidad de cada empresa, por lo que Testo se compromete a ofrecer el instrumento idóneo para cada proceso.
Si el objetivo es la calidad, el aliado es Testo.