Entrevista a Adolfo Tristany, socio fundador de Drago Electrónica
¿Qué balance hacen de estos más de 30 años de experiencia en el diseño y fabricación de equipos para la detección y separación de metales?
El balance de la actividad de nuestra empresa a lo largo de estos últimos más de 30 años nos demuestra que mientras las circunstancias económicas son favorables las empresas pueden crecer y expandir sus actividades de una forma continua y firme en diversos mercados, pero sobrevivir cuando una crisis económica es de tal envergadura y duración es difícil y hay que echar mano de la creatividad y de todos los recursos a tu alcance. Gracias a nuestra labor de externalización tenemos un mercado de exportación que hace que podamos seguir adelante con nuestros proyectos.
¿Podría resumirnos cuál ha sido la evolución histórica de la empresa? ¿Cuándo se fundó? ¿Qué momentos están marcados con letras de oro en su trayectoria?
La empresa se fundó en 1980 y creció modestamente durante los dos primeros años, crecimiento que se aceleró notablemente los tres años siguientes. En 1985 inauguramos nuestra sección de separación magnética que creció vertiginosamente durante los años siguientes.
Fueron momentos importantes cuando vendimos nuestro detector número 1.000 y cuando alcanzamos la cifra de 500 imanes trabajando en el mercado español. Ahora estamos en más de 5.000 detectores vendidos en más de 20 países. Fue muy emocionante cuando un importante distribuidor europeo nos confirmó que “Todo el mundo en Europa conoce a Drago Electrónica”.
Como especialista en la materia, ¿cómo valoraría la evolución que ha seguido la gestión de residuos en nuestro país?
Al principio las industrias prestaron muy poco interés a la gestión de los residuos, pero a medida que las circunstancias económicas se han ido deteriorando, este interés ha crecido, tanto como alternativa al mercado convencional, como por referencia a los ahorros de costes en materiales y de mano de obra, indispensables respecto al descenso de la demanda de productos nuevos.
¿En qué aspectos se puede mejorar aún? ¿Normativo? ¿Cultural? ¿Técnico?
En todos ellos. Indudablemente el aspecto técnico es uno de ellos, y hoy, a pesar de las limitaciones presupuestarias que nos tenemos que autoimponer, es absolutamente vital. El aspecto normativo indudablemente puede mejorar, pero el momento actual no parece el más adecuado, puesto que cualquier endurecimiento de las normas será interpretado como una sobrecarga abusiva sobre el sufrido contribuyente. El aspecto cultural es el más prometedor de todos ellos. Necesariamente tiene que mejorar. Sin embargo, dicha mejora no podrá obtenerse a corto plazo, ni mucho menos, si no se logran avances en la calidad de la enseñanza y de la cultura en general.
¿Cuáles definiría Ud. como los valores corporativos que han guiado el crecimiento de la empresa tanto a nivel del servicio como de los productos?
Las empresas que nos hemos situado desde los primeros tiempos en el mercado del reciclaje, hemos tenido claro que el crecimiento tecnológico era indispensable en todos los sentidos: para abaratar los costes de producción, para permitir de manera eficaz el número de productos clasificados, para acelerar el ritmo de tratamiento de los residuos, etc.
Por otra parte, la mejora en las clasificaciones ha influido en el valor de los productos obtenidos, mejorando el rendimiento económico de las empresas clasificadoras.
¿Qué importancia ha adquirido la exportación en la actividad de Drago Electrónica?
Hace ya años que emprendimos la senda de la exportación. Era una meta lógica, aún en aquellos tiempos en que se vendía todo lo que podíamos fabricar. Al entrar la economía europea en la crisis que nos envuelve, el mercado exterior se ha convertido en la tabla de salvación de muchas de la empresas que han visto arruinarse a buena parte de sus clientes nacionales y comprobar que el resto de ellos sufren serios quebrantos por la falta de trabajo y las dificultades económicas presentes.
Es bien evidente que sin el apoyo de los mercados extranjeros, una buena parte de las industrias de nuestro país que aún sobreviven, estarían ya arruinadas. Por lo tanto no hace falta decir que la importancia de la exportación es básica tanto para la supervivencia de las propias empresas como para ayudar a equilibrar la balanza comercial de España, tan necesitada de refuerzos en estos tiempos.
Su gama se estructura en tres grandes grupos de producto: detectores de metales, separadores magnéticos y básculas de pesaje continuo. ¿Podría señalarnos qué tipo de equipos se puede encontrar en cada uno de estos bloques?
Entre los detectores de metales existe la clasificación por grados de sensibilidad: Baja, Media, Alta y Muy alta. Cada uno de estos grados de sensibilidad se orienta a un campo específico de trabajo. Por ejemplo: para proteger a los trituradores de piedra, es suficiente una sensibilidad baja, mientras que en las industrias de alimentación son necesarias sensibilidades altas o muy altas, puesto que se trata de localizar partículas metálicas de medidas inferiores al medio milímetro.
Los separadores magnéticos se pueden clasificar con respecto al origen de su magnetismo en: imanes permanentes y electroimanes. Otra clasificación sería con respecto a su forma de trabajar: Imanes o electroimanes sobre cinta. Otra sería con respecto a su forma de eliminación de los metales captados: Overband, tambor magnético en cabeza de cinta, etc. Por otra parte, existen los dispositivos en los que los imanes o electroimanes adoptan formas especiales derivadas del tipo de trabajo que deben realizar, como las rejas magnéticas, los filtros magnéticos para líquidos y pastas semilíquidas, etc.Señalar que disponemos de la normativa para nuestros imanes permanentes ATEX 22 y ATEX 21, aptos para trabajar en zonas de riesgo de explosión.
Las básculas para pesaje continuo son las más homogéneas en cuanto a las funciones que realizan: las que monitorizan el trabajo de la cinta, ofreciendo totales parciales y datos instantáneos y las que se emplean para dosificación, o sea para carga de camiones y cometidos similares. En este caso, ofrecen también totales parciales y totales generales y datos instantáneos como en el caso anterior.
¿Qué tendencias tecnológicas se aprecian en el sector de la detección y separación de metales?
Se trata de dos clases de máquinas totalmente diferenciadas. En la detección de metales se investiga para poder automatizar la separación de una parte del producto, la menor posible, que contenga la partícula contaminante. Esto requiere diversas soluciones en función del producto analizado, su naturaleza, y su forma física, densidad, etc.
En la separación de metales, la investigación se orienta a perfeccionar la potencia útil aplicable en cada caso, sobre todo en el caso de los grandes electroimanes, que deben reunir condiciones muy elaboradas para minimizar su consumo y otras características. Caso aparte es la separación de metales no férricos, que requiere el empleo de máquinas de construcción especial y gran robustez, dado su continuo sometimiento a las rigurosas condiciones de trabajo en contacto con basuras.
Estas máquinas son objeto de estudios especiales, para la solución de casos de contaminación también especiales.
¿Qué últimas innovaciones ha lanzado al mercado Drago Electrónica?
Realmente en los últimos tiempos no hemos lanzado al mercado ninguna novedad importante, puesto que la mayor parte de los esfuerzos de la empresa se han orientado a la apertura y consolidación de nuevos mercado en diversos países de África y Suramérica. Sin embargo, tenemos en cartera algunas novedades que, si las circunstancias lo aconsejan, pondremos en el mercado y a disposición de nuestros clientes.
Dentro de amplia variedad de sectores a los que van dirigidos sus productos, ¿Hay alguno que destaque más que otro?
Esta pregunta sólo se puede responder contemplando cada continente por separado: en Sudamérica el reciclaje es una actividad incipiente en los países más avanzados mientras que, en otros, el reciclaje de residuos es prácticamente desconocido en el ámbito de la calle y representa una minoría.
Y en muchos países de África, sobre todo en África Negra, es una actividad simplemente desconocida. En los países del norte de África sucede lo que en Sudamérica, se conoce un poco y resulta una actividad incipiente o es muy poco conocida.
¿Han hecho últimamente alguna entrega de equipos que le gustaría resaltar?
Una de las entregas interesantes que hemos realizado últimamente ha sido la de tres overbands con todo su equipo eléctrico (Overband= electroimán rodeado de una cinta extractora para la evacuación del hierro captado) a una instalación de RSU de un país de Suramérica. También hemos construido y puesto en marcha el mayor overband construido en España con destino a una estación de descarga de carbón. Todas ellas máquinas de elevado rendimiento y excelentes prestaciones.
¿En qué próximos proyectos se va a centrar Drago Electrónica a corto, medio y largo plazo?
A corto plazo, nuestro propósito es el de consolidar los mercados de Sudamérica que están dando buenos resultados actualmente. A continuación o quizá simultáneamente, la puesta en el mercado de los nuevos equipos que hasta ahora han estado funcionando en régimen de experimentación y que anunciaremos oportunamente. Se trata de equipos enfocados a aumentar la productividad en las instalaciones de reciclaje de residuos y a potenciar la diferenciación de los materiales a clasificar.
A largo plazo, apostamos por continuar la investigación y puesta a punto de equipos más integrados que realicen diversas funciones, completando la automatización a la que el mercado mundial se dirige rápidamente.