Clean Industrial Deal: Lecciones y reflexiones desde Conama 2024 sobre la transición hacia una industria sostenible
Fundación Conama analizó la situación actual de transición hacia una industria limpia. La Comisión Europea presentó el Pacto por una Industria Limpia (Clean Industrial Deal) poniendo el acento en la competitividad para impulsar la innovación, el crecimiento y la prosperidad europea. Mantiene el compromiso de descarbonización para 2030 y la neutralidad climática en 2050, pero introduce un matiz clave: en lugar de centrarse en la ecología como en legislaturas previas, se prioriza la industria limpia y competitiva. Además, publicó una lista de 47 proyectos estratégicos en Europa, siete de ellos en España, para asegurar y diversificar el acceso a las materias primas y tierras raras como apuesta para la seguridad de desarrollo de sectores industriales estratégicos para Europa, incluyendo las energías renovables.
En este nuevo contexto geopolítico, si la reducción de la dependencia de las cadenas de suministro en Europa en el marco del Pacto Verde se basaba en la diversificación de fuentes y en una apuesta clara por la economía circular y la minería urbana, ahora se pone el foco en la recuperación de la minería para el aseguramiento de las materias primas estratégicas.
“Los cambios se suceden a un ritmo vertiginoso. El deterioro ambiental, no solo el cambio climático y la pérdida de biodiversidad, sino la superación de los umbrales de seguridad de los límites planetarios acentúa el riesgo de conflictos y de guerras. Una industria potente, diversificada y competitiva es esencial para la seguridad de Europa. También lo es que siga teniendo como base para su transformación la descarbonización, la minimización de los impactos ambientales, el uso eficiente de los recursos y el cierre de ciclos”, según detallan en una nota de prensa fuentes de Conama.
La capacidad de producción de energías limpias en España supone un elemento de competitividad importante para el desarrollo industrial de nuestro país. “Es una oportunidad de progreso económico, creación de empleo y desarrollo territorial, pero debe abordarse en equilibrio con la conservación y restauración de ecosistemas, con respeto por los entornos agroforestales y los paisajes. Todo ello también aporta resiliencia y valor económico. Encontrar ese equilibrio requerirá una gran dosis de diálogo y concertación”. En Conama 2024 ya se anticipó el debate sobre elementos estratégicos que sustentan el Pacto Industrial Europeo.

La Comisión adoptó el Plan de Acción para una Energía Asequible con el fin de reducir los costes energéticos para industrias, empresas y hogares, al tiempo que impulsa la transición hacia una economía baja en carbono.
Transición industrial
El Clean Industrial Deal puso el foco en dos sectores interconectados: las industrias intensivas en el uso de energía, como la del cemento y el acero, que requieren apoyo urgente para electrificarse y reducir sus emisiones sin perder competitividad.
En la sesión sobre Transiciones Justas (ST.38) se evaluó la Estrategia de Transición Justa, resaltando avances, desafíos y su impacto en empleo y reconversión de zonas afectadas, así como su proyección a nuevos sectores industriales. En esta sesión, el director de sostenibilidad de la Fundación Alternativas, José Luis de la Cruz Leiva, destacó la importancia de garantizar que la transición energética sea equitativa, genere oportunidades laborales y tenga un mínimo impacto ambiental, señalando que se deben “repensar todos los modelos de negocio y las dinámicas laborales para adaptarnos a una economía más verde”.
En general, en las distintas sesiones de Conama 2024 se recoge la reivindicación del sector ambiental por abordar la descarbonización de la industria con una visión sistémica que incluya la restauración de la naturaleza, la reducción de la huella hídrica (en un país como España, con riesgo alto de periodos de sequía) y la economía circular para el aprovechamiento de los recursos.
Energía asequible y redes de almacenamiento
Otro foco del Clean Industrial Deal se puso en las tecnologías limpias, como las energías renovables, fundamentales para la transformación industrial y la reducción de la dependencia de combustibles fósiles. Un objetivo claro es la aceleración del despliegue de energías renovables mediante la Ley de Aceleración de la Descarbonización Industrial, que facilitará los permisos para proyectos de redes, almacenamiento y generación renovable.
El informe de Fundación Naturgy, El Pacto Industrial Limpio, detalla una hoja de ruta compartida para la competitividad y la descarbonización que reconoce dos razones principales por las que los costes energéticos en la UE son más altos que en otras regiones: los precios del gas son relativamente elevados en comparación con los de sus competidores y la electricidad es prácticamente el doble de costosa que en EE.UU. y China.
Ante esta situación, la Comisión adoptó el Plan de Acción para una Energía Asequible con el fin de reducir los costes energéticos para industrias, empresas y hogares, al tiempo que impulsa la transición hacia una economía baja en carbono. Asimismo, propone el desarrollo del European Grid Package, previsto para 2026, que busca mejorar la infraestructura de transmisión eléctrica y reducir la congestión en la red. Según el Banco Europeo de Inversiones, se necesitarán inversiones de 584.000 millones de euros en la próxima década para modernizar las redes eléctricas europeas y permitir una transición efectiva hacia energías limpias.
En Conama 2024 se recordó que no solo con financiación y desregularización se conseguirá avanzar rápidamente en el despliegue de estas infraestructuras. “La transición energética solo va a ser posible si se hace de la mano de los ciudadanos. Si hay oposición generalizada, será muy difícil” reconoció el subdirector general de Energías Renovables del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Jesús Ferrero. El rechazo social a las renovables es un tema de preocupación para todos los agentes, desde la administración a los promotores. Por eso, en la sesión Transición energética justa en el territorio: renovables y más (ST.20) se continuó trabajando en fomentar el diálogo entre todos los agentes implicados, haciendo un especial esfuerzo por escuchar las voces desde el territorio y por aprender de buenas prácticas que aporten soluciones, como la creación de valor compartido que explicó la responsable de Sostenibilidad del Negocio de Generación de Endesa, Inmmaculada Fiteni, cuya empresa busca “un mínimo impacto negativo y máximo beneficio social”, para lo cual se debe actuar desde lo local, con soluciones personalizadas y participadas.
En la sesión Infraestructuras clave para la transición energética: Electrificación y almacenamiento (ST.6), se reflexionó sobre la importancia de desarrollar una red de distribución de energía robusta y flexible en un contexto de descarbonización. El director general de la Asociación de Empresas de Gran Consumo Energético, Pedro González, destacó que la falta de capacidad en las redes eléctricas es un obstáculo para la electrificación de sectores industriales. “Muchas industrias que buscan sustituir hornos de gas por eléctricos se encuentran con la imposibilidad de encontrar una conexión en las subestaciones cercanas con capacidad suficiente, lo que genera complicaciones técnicas y económicas. El problema del acceso y conexión, que inicialmente estaba relacionado casi exclusivamente con la generación, ahora se ha trasladado a la demanda. Esto genera grandes complicaciones, especialmente para la industria, donde la electrificación es clave para la descarbonización”.
Además de las redes, en la sesión se enfatizó en la necesidad de abordar los sistemas de almacenamiento de energía, incluyendo sistemas distribuidos, para ayudar a integrar la producción renovable. El Plan Nacional Integrado de Energía Clima (Pniec) marca como objetivo 22GW para 2030. Después de analizar diferentes tecnologías de almacenamiento y aplicaciones, se puso de manifiesto la necesidad de reglamentación y financiación para el desarrollo de estas capacidades.
Materias primas críticas y economía circular
El acceso a materias primas estratégicas fue otro de los puntos clave del Clean Industrial Deal. La UE busca reducir su dependencia de proveedores externos y reforzar el uso eficiente de sus propios recursos. Se plantea la creación de un mecanismo de compra conjunta de materias primas críticas para las empresas europeas, así como el establecimiento del Centro de Materias Primas Críticas de la UE. Además, la Comisión anunció la adopción de una Ley de Economía Circular en 2026, con el objetivo de que el 24% de los materiales sean circulares en 2030.
En la sesión Energía y economía circular (ST.7) se trató sobre las materias primas críticas, así como sobre la circularidad de las baterías, esenciales en la gestión resiliente de la red de la energía eléctrica y de cómo debemos anticipar la recuperación de materiales de las instalaciones solares para asentar las bases, metodologías o la estructura en el momento de la instalación, lo que facilitará su reciclaje futuro. Idae anunció en la sesión una línea de financiación al respecto.
Nieves Espinosa, investigadora en la Universidad de Murcia, indicó que España cuenta con 31 gigavatios de energía fotovoltaica instalados, lo que representa un 12% de la capacidad de la UE. “Todavía las cantidades de módulos fotovoltaicos que se están recogiendo son pequeñas, pero al ritmo de instalación que estamos efectuando ahora se va generar una gran masa de residuo que es necesario tratar y recuperar”.
En la sesión sobre Estrategias públicas en economía circular (ST.39) se puso de manifiesto cómo la economía circular supone un cambio de modelo no solo tecnológico, sino también social, de organización y de financiación y es clave en línea con la estrategia de seguridad, de autonomía y de competitividad que abraza Europa.
Así lo reconoció el vocal Asesor del Ministerio de Industria y Turismo, Alberto Ruiz, quien señaló que “la economía circular es un eje no sólo para la sostenibilidad, sino también para la competitividad de la industria” y permite “producir más con menos”.
El sector químico en la transición industrial
El Clean Industrial Deal de la Unión Europea reconoce la importancia estratégica de la industria química en la economía europea y su papel en la transición hacia una economía descarbonizada. Por ello, se comprometió a desarrollar un paquete legislativo específico para este sector, con adopción prevista para finales de 2025. Este paquete reconocerá el papel estratégico del sector químico como un pilar fundamental de la industria europea, promoviendo la competitividad y la modernización del sector, así como el impulso a la innovación y producción en Europa.
“Si bien aún no se conoce el alcance definitivo de estas medidas, se espera que aborden aspectos clave como la implantación de tecnologías de descarbonización, el apoyo a la producción de productos estratégicos y la mejora en la regulación de sustancias químicas. En este sentido, la industria química enfrenta el reto de alinear su actividad con los principios de la economía circular y la sostenibilidad, asegurando la protección de la salud pública y el medio ambiente sin perder competitividad”.
En la sesión Estrategia de Químicos para la Sostenibilidad (ST.32), se resaltó la necesidad de mejorar la integración de la legislación existente, fomentar la innovación en productos seguros y sostenibles con visión de ciclo de vida y fortalecer los sistemas de monitorización de sustancias químicas.
Se hizo especial énfasis en las sustancias químicas persistentes (Pfas) y los alteradores endocrinos. También se destacó la importancia de la vigilancia ambiental y los sistemas de biomonitorización para evaluar el impacto de estas sustancias en la salud pública.
Bajo este enfoque, la jefa del Servicio de Riesgos Químicos de la Dirección General de Salud Pública de la Comunidad de Madrid, María de la O Álvarez Rodríguez, explicó que “las empresas tienen la obligación de asumir la identificación y gestión de riesgos de las sustancias que fabrican y demostrar que esas sustancias son seguras”.