Innovación en la gestión del ciclo integral del agua

La implementación de soluciones digitales y el análisis de grandes volúmenes de datos han mejorado la planificación y operación de las infraestructuras hídricas. Actualmente, más del 80% de las pérdidas de agua se deben a fugas no detectadas en las redes de distribución. El monitoreo en tiempo real de redes de abastecimiento y alcantarillado a través de sensores inteligentes facilita la detección temprana de fugas y optimiza el consumo de energía. Con el análisis predictivo es posible anticipar fallos y reducir pérdidas de agua, mientras que los modelos de gemelos digitales permiten simular escenarios para mejorar la toma de decisiones, ahorrando hasta un 25% en costes operativos.

A nivel global, se están desarrollando programas de gestión integral del agua que incluyen plataformas avanzadas como Rosmiman®. El software facilita el control y mantenimiento de infraestructuras críticas como plantas de tratamiento, redes de distribución y estaciones de bombeo, proporcionando informes en tiempo real y automatizando procesos de mantenimiento preventivo y correctivo. La integración de Rosmiman® con sistemas de telemetría permite registrar el estado de las instalaciones en tiempo real y prever fallos, lo que optimiza la eficiencia operativa y contribuye a una mejor planificación de las inversiones.

La inteligencia artificial y la automatización están revolucionando la forma en que se gestionan las infraestructuras hídricas. Algoritmos avanzados analizan patrones de consumo y previenen fallos en los sistemas de distribución. Se estima que la implementación de IA en la gestión del agua puede reducir las pérdidas en un 20% y mejorar la eficiencia energética en un 15%. Se utilizan robots autónomos para inspeccionar y mantener tuberías y depuradoras, reduciendo costes y aumentando la eficiencia operativa y, además, los sistemas de control automatizado optimizan el uso de energía en estaciones de bombeo y plantas de tratamiento, contribuyendo a una gestión más sostenible. Así, la integración de soluciones como Rosmiman® permite no solo prever fallos en la red sino también optimizar el rendimiento de los equipos en función de las condiciones operativas en tiempo real.

El uso de energías renovables en la gestión del agua es también una tendencia en crecimiento. Actualmente, cerca del 10% del consumo energético mundial está relacionado con la extracción, tratamiento y distribución del agua. Plantas de tratamiento operadas con energía solar y eólica permiten reducir la huella de carbono, mientras que el biogás generado a partir de residuos orgánicos en estaciones depuradoras se convierte en una fuente de energía alternativa. En países como Dinamarca y Alemania, algunas plantas de tratamiento han logrado alcanzar la autosuficiencia energética mediante el uso combinado de renovables y biogás.

Otra tendencia en auge es la reutilización del agua. Con proyectos en marcha en ciudades como Singapur, que ha conseguido reutilizar hasta el 90% del agua tratada, y California, donde las tecnologías de reciclaje están reduciendo la dependencia del agua subterránea, esta solución se presenta como una estrategia clave para el futuro. En Europa, la normativa sobre reutilización del agua en riego agrícola busca garantizar una gestión más eficiente y sostenible de los recursos hídricos y las soluciones digitales como Rosmiman® permiten gestionar estos procesos con mayor precisión, facilitando el control de calidad del agua reutilizada y optimizando la operativa.

El blockchain está emergiendo también como una tecnología clave para mejorar la transparencia y trazabilidad en la gestión del agua. Los registros inalterables garantizan la calidad del agua y el control de consumos, mientras que los contratos inteligentes automatizan la facturación y aseguran el cumplimiento de normativas. En Australia, por ejemplo, la tecnología blockchain se ha implementado en la gestión del agua de uso agrícola para evitar el uso excesivo de los derechos de agua asignados.

El blockchain está emergiendo también como una tecnología clave para mejorar la transparencia y trazabilidad en la gestión del agua, señala Elío Ferrán Rodríguez de Castro, Chief Marketing Officer Rosmiman.

No obstante, el acceso a fuentes alternativas de agua se vuelve también cada vez más relevante ante la creciente demanda y el cambio climático. Se estima que, para 2050, más de 5.000 millones de personas podrían sufrir problemas de acceso a agua potable. Las nuevas tecnologías de desalinización han mejorado su eficiencia energética gracias al uso de membranas de grafeno y procesos de osmosis inversa optimizados, logrando reducir en un 50% el consumo energético de estos procesos en comparación con las tecnologías tradicionales. Israel, líder en desalinización, ha logrado abastecer a más del 70% de su población con agua desalada.

Por otro lado, los sistemas de purificación avanzada, como la oxidación avanzada y los nanomateriales, permiten eliminar contaminantes emergentes y garantizar un agua de mayor calidad. En EE UU, el desarrollo de nuevos filtros con nanopartículas de plata ha mejorado la eliminación de patógenos en el agua potable.

Las innovaciones en la gestión de infraestructuras hídricas están permitiendo un uso más eficiente y sostenible de los recursos. La digitalización, la inteligencia artificial, las energías renovables, el blockchain y las tecnologías de tratamiento avanzado están redefiniendo el sector. A medida que estas tendencias continúan evolucionando, las empresas y administraciones públicas deberán adaptarse a estos avances para garantizar una gestión hídrica más resiliente y eficaz en el futuro y la implementación de soluciones como Rosmiman®, con experiencia en empresas públicas de gestión del ciclo del agua, permitirá optimizar aún más la gestión de activos, reducir costes y garantizar la sostenibilidad de los sistemas hídricos a largo plazo. Las estrategias de innovación en el sector del agua marcarán la diferencia en la lucha contra la escasez hídrica y el cambio climático, asegurando el acceso al agua potable para las futuras generaciones.