Cuestionar a la desalación es retroceder en la seguridad hídrica
Ante recientes declaraciones del presidente Boric sobre la salmuera, representantes de ALADYR argumentaron que la desalación es una solución eficiente y compatible con el medio ambiente para enfrentar a la crisis hídrica – así lo confirman diversas experiencias exitosas- e hicieron un llamado a sumar voluntades para acelerar su implementación. ALADYR asegura que la desalación es la alternativa más eficiente para garantizar agua en Chile.
Prensa ALADYR – Representantes de la Asociación Latinoamericana de Desalación y Reúso de Agua, ALADYR, hicieron un llamado a las instituciones gubernamentales y a la sociedad chilena a respaldar a la desalinización de agua de mar como una política pública para lograr la seguridad hídrica en el contexto de sequía prolongada que padece el país y que amenaza con agravarse por efectos del cambio climático.
“Cuestionar a la desalación es retroceder sobre una discusión que ya se dio en lugares como España, Israel y parte de Medio Oriente, donde la conclusión fue siempre la misma: el impacto, si las plantas están bien diseñadas y se cumple con normativas ambientales, es mínimo o casi nulo” enfatizaron. Adicionaron que, como en cualquier tecnología o proceso, el indebido manejo puede ocasionar consecuencias y para ello es necesario contar con expertos, profesionales y un tren normativo.
El pronunciamiento se dio luego de que el presidente de Chile, Gabriel Boric, dijera que las plantas desalinizadoras tiran salmuera al mar y que esto afecta el suelo marino “de manera importante”, mientras visitaba a la región de Coquimbo.
Desde la Asociación argumentaron que la desalinización ha probado ser una solución sustentable en ciudades como Antofagasta, donde la planta desaladora abastece al 85% de la población y opera desde 2003 con planes de vigilancia y monitoreo del fondo marino, sin haber detectado daños al ecosistema. También citaron un estudio local sobre el impacto de la salmuera en las comunidades bentónicas en el que se demuestra que la afectación es mínima y que, incluso, algunas especies como las cholgas son favorecidas.
“Mientras se haga con los diseños adecuados, el efecto del vertimiento de salmuera es muy acotado a las bocas de descarga. Tenemos estudios sobre casos de éxito nacionales e internacionales que lo prueban y estamos dispuestos a facilitarlos…existe mucha desinformación en torno a la tecnología de desalación. Escuchamos con preocupación el eco sobre los efectos de la salmuera sin tener el respaldo científico que lo avale”, completaron.
“Entendemos la preocupación y esfuerzos del Gobierno de Chile por proveer agua con procesos que no perturben los ecosistemas y el ambiente; y que en este objetivo deben escuchar a sus ciudadanos sin menoscabar sus quejas y llamados. Por ello, nuestra invitación es a un diálogo diáfano en el que podamos presentar todas las variantes que existen de la tecnología de desalación y los protocolos ambientales que garantizan la sostenibilidad de los proyectos” manifestaron, al tiempo que consideraron prioritario difundir entre el público la información suficiente para que su percepción esté basada en hechos y no en matrices de opinión.
También expresaron la voluntad de trabajar con el ejecutivo nacional para acompañar un plan que permita la masificación de la desalación en la medida que lo exigen las condiciones impuestas por la escasez hídrica y el aumento de la demanda por razones económicas y demográficas. Recalcaron que, según el Panel Intergubernamental en Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés), las sequías se agravarán y que, por tanto, no hay tiempo que perder en diatribas que ya fueron zanjadas por la evidencia científica.
Para finalizar, puntualizaron que la capacidad instalada para desalar que hoy tiene Chile no compensa su déficit hídrico y que ésta debe multiplicarse en los sectores industrial, agrícola y potable para alcanzar la seguridad hídrica que la sociedad demanda y dar un respiro a las sobreexplotadas fuentes continentales.