De forma natural activando los sistemas de protección de las plantas
El bioestimulante Nutribio N demuestra en campo su eficacia para fijar nitrógeno en el cereal
Este producto a base de la cepa Azotobacter salinestris Cepa CECT9690, exclusiva de Syngenta, se presenta como una herramienta clave para las zonas vulnerables donde hay una limitación del uso de fertilizantes químicos a base de nitrógeno, y en zonas no vulnerables para poder reducir los costes de producción.
Syngenta ha reunido en las Bodegas Campo Viejo de Logroño a toda su distribución, técnicos y productores de cereal del centro y norte de España, en unas Jornadas para mostrar los resultados en campo de su nuevo bioestimulante Nutribio N®, presentado a finales de 2021 y que ya ha sido probado en las principales zonas cerealistas con muy buenos resultados.
Más de 150 profesionales han acudido a las jornadas para conocer mejor esta nueva herramienta y comentar sus propias experiencias con la aplicación de Nutribio N®, producido en base a una bacteria exclusiva de Syngenta. Nutribio N® logra fijar de forma natural el nitrógeno en la planta y activa sus defensas naturales.
Para poner en contexto la necesidad de esta nueva herramienta para fijar nitrógeno en cereal y maíz, las Jornadas comenzaron con una ponencia de José Guirao, Jefe del servicio de evaluación ambiental de la Consejería de Medioambiente de la Junta de Castilla y León, que detalló la problemática de las Zonas Vulnerables y las limitaciones que conllevan para los cultivos agrícolas. En Castilla y León ya hay 14.000 km2 declarados zonas vulnerables de los 55.000 km2 de suelo agrario útil y en los próximos años la idea es que toda la Comunidad sea declarada zona vulnerable.
José Guirao explicó claramente que el problema de estas zonas es la contaminación por nitratos y que, por ello, la principal actuación es la limitación en la aplicación de fertilizantes químicos a base de nitrógeno que puedan perderse en el suelo y por lixiviación contaminar los acuíferos. Pero esta limitación importante en la aplicación de Unidades Fertilizantes de Nitrógeno (UFN) puede ser compensada con la aplicación de hasta un 20% más de nuevas soluciones naturales que sean de probada eficacia para fijar el nitrógeno y que eviten las pérdidas del mismo en el suelo. Para José Guirao, este tipo de herramientas no solo son el futuro de la agricultura, sino la única vía posible para mantener productividad y sostenibilidad.
Nutribio N®, fijación natural del nitrógeno de probada eficacia
En este contexto toma mayor relevancia una herramienta ya probada en campo y con una eficacia clara como es Nutribio N®, un probiótico para cereal a base de bacteria Azotobacter salinestris Cepa CECT9690, exclusiva de Syngenta, con un triple modo de acción por vía foliar, radicular, y por la rizoesfera de la planta, consiguiendo tanto la fijación de Nitrógeno del aire en la planta, como en la optimización de sus pérdidas y con un claro efecto bioestimulante, que mejora su crecimiento y optimiza su metabolismo.
Cristina Romero, Portfolio Marketing Manager y Biologicals Lead de Syngenta Iberia, junto al equipo técnico de Ceres Biotics (especialistas en el desarrollo de bacterias beneficiosas para los cultivos), detallaron los múltiples puntos fuertes que se han comprobado en campo tras la aplicación de Nutribio N®. La principal acción de la bacteria Azotobacter salinestris Cepa CECT9690 es fijar nitrógeno del aire directamente al cultivo de cereal o maíz, reduciendo de forma importante la necesidad de aportar Unidades Ferilizantes al cultivo y evitando que se pierda en el suelo por lixiviación.
La gran diferencia de Nutribio N® con otras soluciones similares es la calidad y eficacia de la bacteria exclusiva que lo compone, como explicó Cristina Romero, la cepa utilizada en Nutribio N® tiene unas cualidades excepcionales que son clave para su eficiencia, que unido a la formulación de alta calidad en forma de polvo mojable, con una estabilidad de más de dos años, lo convierten en un producto altamente eficiente.
En los ensayos realizados este año se ha llevado al producto al límite y se han visto cualidades que lo hacen diferente: lo primero la capacidad de la cepa para formar quistes, que le hacen aguantar condiciones extremas y seguir funcionando a altas o muy bajas temperaturas; además tiene una acción endófita espectacular y no solamente es capaz de penetrar dentro del tejido en solo 24 horas, sino que se mueve por toda la planta, colonizándola, y aparece incluso en hojas que ni siquiera existían cuando se hizo la aplicación; además es capaz de formar un biofilm que es una estructura mucosa muy interesante para generar zonas de fijación del nitrógeno y generación de sustancias bioestimulantes; por último, es una cepa versátil ya que adapta su metabolismo a las diferentes temperaturas, fijando más nitrógeno y metabolizando otros nutrientes como el potasio o el hierro cuando la planta los necesita.
Desde el punto de vista bioestimulante, Nutribio N® es capaz de producir sustancias metabólicas activas como el ácido indolacético, el ácido giberélico o la ACC desaminasa, que dan a la planta una mayor resistencia a la sequía, a condiciones de salinidad del agua y a condiciones adversas agroclimáticas y medioambientales.
Buenas producciones y más rentabilidad con menos aplicación de UFN
La última ponencia de las Jornadas tenía que estar dedicada a ver los datos reales de los ensayos en cuanto a producciones y rentabilidad, comparando el uso de Nutribio N® con un producto similar estándar del mercado y con estrategias de fertilización tradicional. Eleuterio Málaga, Técnico de Campo de Syngenta, repitió constantemente que la idea de la aplicación de Nutribio N® no es aumentar las producciones, sino fijar nitrógeno en el cereal de forma natural para reducir las aplicaciones de unidades fertilizantes.
Sin embargo, en todos los ensayos presentados no solo se ha conseguido reducir la aplicación de fertilizantes entre 14 UFN (secanos más pobres) y 40 UFN (zonas de regadío), sino que en la media de todos ellos se han mantenido o aumentado la producción con respecto a un abonado tradicional. Estamos hablando de que aplicando menos fertilizantes químicos se consiguen entre 100 y 500 kg por hectárea más de cereal, lo que se refleja en la rentabilidad final del cultivo ya que sumado el coste total de una estrategia tradicional o el coste con Nutribio N®, la rentabilidad es mayor en el segundo caso en todos los ensayos.
Por último, Eleuterio Málaga recalcó la recomendación de aplicar Nutribio N® en cereal desde el momento de ahijado hasta el comienzo del encañado en combinación con un prebiótico activador como puede ser Quantis (en condiciones adversas) o Isabión (cuando la planta esté parada, pero nunca si se utiliza el herbicida Axial), siendo totalmente compatible en mezclas con las principales soluciones para el cultivo de cereal de Syngenta. Por regla general se deben aplicar 50 gr/ha, y aumentar hasta 60 gr/ha en zonas con Ph muy ácidos por debajo de 5, con una reducción de 35 UFN, siendo es muy importante mezclar el polvo mojable poco a poco en el agua y no echarlo de golpe para que se disuelva correctamente.