“Es evidente que habrá limitaciones, pero no cambiará sustancialmente la situación actual”

A falta de pocos meses para que acabe el plazo que la UE marcó para que el gobierno español traspusiese a nuestra legislación la normativa promulgada por el Parlamento Europeo en 2009, la situación en nuestro país dista bastante de ser "clara" en todos los sentidos. El MARM aún no ha presentado ningún documento elaborado que permita conocer al sector cuáles serán los parámetros y las exigencias que regirán la aplicación de los fitosanitarios en nuestro territorio a partir de su entrada en vigor, que debe ser como máximo antes de finales de 2011. Hemos analizado con el director general de AEPLA, Carlos Palomar, cuáles son las claves de la nueva normativa y las exigencias que se plantean desde el sector de cara al documento que aún no ha visto la luz.

Carlos Palomar, director general de AEPLA.

Las autoridades responsables nos acaban de comunicar hace pocos días en una una reunión que mantuvimos en el Instituto de Investigaciones Agrarias (INIA), en Madrid, que aún están desarrollando la normativa, con los procedimientos españoles que adapten el reglamento europeo de obligado cumplimiento para todos los países miembros. En España nos encontramos aún en la fase de elaboración del borrador y, por lo tanto, no público, por lo que desconocemos lo que se nos viene encima. Creemos que va a haber algún tipo de retraso, aunque todo el proceso debería finalizar dentro de este 2011.

Al tratarse de un reglamento europeo más que discutido por nuestras autoridades y las europeas, lo que debería significar es principalmente una agilización en los procedimientos, sobre todo si tenemos en cuenta que España cuenta con el registro de fitosanitarios más lento de todos los países europeos. En este sentido, el nuevo reglamento contempla dos herramientas muy potentes para agilizar el registro, como es la evaluación zonal, en países del mismo área, y el reconocimiento mutuo de los registros entre países.

No se trata aún de un registro único, pero se acerca bastante a ello, y nos va ayudar mucho ante la falta de recursos y la situación en que se encuentra la administración española. Desde la administración precisamente, se confía mucho en esa nueva herramienta que en conjunto con otros países pueda ayudar a agilizar el registro.

Las autoridades alemanas ya lo tienen redactado para poner en marcha el procedimiento cuando comience la entrada en vigor. Otros países como Grecia están comenzando, y de otros como Italia desconocemos totalmente la situación. Cada administración cuenta con sus tiempos, y la nuestra al igual que las demás, se ha marcado los suyos.

“La normativa debería agilizar el registro de productos, ya que actualmente España cuenta con el registro de fitosanitarios más lento de todos los países europeos”

El tema de los tiempos es consustancial a la administración española, que se toma bastante tiempo para desarrollar las normas, y personalmente creo que lo hace además muy a la defensiva. Hay actores como las organizaciones agrarias o las asociaciones de distribuidores que podrían ayudar mucho en el debate, para que el documento que saliese redactado ya contase con todo el consenso necesario. En cambio, nuestra administración tiende a “cocinar” el documento en casa, sola, hasta tener el plato cocinado y presentárselo a los comensales. Este procedimiento, unido a los cambios en el MARM del pasado mes de noviembre, ha provocado que se haya retrasado aún más la redacción. Los recién llegados necesitan tiempo para analizar de nuevo todas las prioridades, teniendo en cuenta que actualmente están sobre la mesa temas tan importantes como el acuerdo con Marruecos o la negociación de la nueva PAC, que también están llenando la agenda de nuestros responsables.

Llevamos desde hace años planteando sugerencias y propuestas, y que a veces se tienen en cuenta y otras no. Desgraciadamente muchas veces debemos ir añadiendo uno más a lista, porque surgen cuestiones y preocupaciones nuevas, y a veces contamos con la respuesta práctica en la puesta en marcha de nuevos procedimientos. Para nosotros existen unas cuantas preocupaciones básicas y una de ellas es la lentitud en el registro de los fitosanitarios debido al pragmatismo del Ministerio, y de todos los que participan en el proceso, y que hace que los profesionales españoles no dispongan de las últimas novedades en fitosanitarios con el perfil adecuado, marcando nuestros destinos aún el proceso de análisis de sustancias que existía antes de 1993.

Además de la agilización del registro, precisamos de un sistema de análisis dinámico con los profesionales, para conocer qué cultivos están faltos de soluciones. Se trata de un procedimiento muy común en países como Francia, donde existe un comité llamado ' de cultivos huérfanos' que trata de acopiar soluciones fitosanitarias. En España no existe, y esa es una queja de nuestros profesionales, tanto en cultivos mayores como menores, y para ello deberíamos tener en cuenta las sustancias que están a la cola del registro y también desarrollar otro tipo de soluciones que puedan surgir del análisis de esas necesidades.

“Hemos comunicado a la administración que vamos excesivamente lentos en la transposición del uso sostenible de los fitosanitarios”

Todo ello va en favor de la competitividad de nuestra agricultura, con medidas perfectamente factibles y que no requieren recursos extraordinarios. Lo que sí venimos proponiendo a la administración desde hace tiempo es la creación de una agencia de registro, totalmente independiente, que no pase por los tiempos y las dinámicas ministeriales, sino que sea un ente cuya misión sea analizar y gestionar los productos.

Finalmente también hemos comunicado que vamos excesivamente lentos en la transposición del uso sostenible de los fitosanitarios. El reglamento indica que pueden utilizarse en el campo español, pero en la directiva de la UE no dice cómo y cuáles van a ser las buenas prácticas, los niveles de formación de los agricultores, los niveles de tecnificación, etc. Y ese cómo requiere una transposición de la directiva, que como tal es relativamente corta, ya que deja bastante margen a cada país miembro para que haga un plan de acción nacional con sus bases y fechas de cumplimiento. En España vamos tremendamente lentos. Se crearon tres grupos de trabajo, y salvo el de inspección de la maquinaria de aplicación de fitosanitarios, los demás se constituyeron pero no han avanzado en sus trabajos. Y eso que la aplicación de la normativa entra en vigor en junio de 2011.

Al que tenga la máquina le supondrá un coste que ahora no contemplaba, pero hay que reconocer que la inspección obedece al deseo de todos los productores que los fitosanitarios se apliquen correctamente. Por lo tanto, se trata un coste por un lado, pero ahorro por el otro, ya que un producto bien aplicado significa más eficacia, con menos dosis de aplicación de producto y mayor ahorro de tiempo. A la vez, tanto la salud del que lo aplica como el impacto medioambiental de una correcta aplicación será mucho mejor.

Las CC AA y sus autoridades son las que están más cerca del agricultor, pero como siempre se trata de una decisión del gobierno central que después ha de ser aplicada por 17 organismos distintos, que a su vez supone unos tiempos y también recursos, por ejemplo. En definitiva, entiendo que el hecho que la maquinaria sea inspeccionada significará una renovación importante del parque de maquinaria de aplicación de fitosanitarios, y al igual que en el sector del automóvil, significará un avance para el sector.

Foto: Antonio Jiménez.

La directiva ya hablaba de limitar cierta serie de productos de aplicación en parques y jardines, que aunque muchos eran comunes con la agricultura, los que se aplicaban en este sector eran una estricta selección de los utilizados para nuestros campos. Sabemos que existe un borrador del RD que se escribió a mediados del 2010, pero tampoco sabemos como se está avanzando en su elaboración.

Es evidente que habrá limitaciones, pero no cambiará sustancialmente la situación actual. Siguen siendo necesarios y se habrán de utilizar productos con un perfil adecuado y muy respetuoso, pero eso ya es algo que se está realizando en la actualidad. Creemos que la correcta aplicación de los fitosanitarios en parques y jardines y en todo el área ornamental tiene tremendos beneficios, evitando los efectos no deseados de plagas en lugares donde paseamos, jugamos o practicamos deporte.

A partir de 2014 todos los profesionales de la agricultura harán una gestión integrada de las plagas. Algo que hasta ahora era voluntario, y que ha significado un avance muy importante en determinadas áreas –frutales y pimiento almeriense–, será obligatorio. Ello requiere un gran trabajo, porque precisa que la persona que trate la plaga tenga un nivel formativo suficiente o que disponga de un prescriptor que le indique cómo desarrollar unas técnicas que se remiten a aplicar el sentido común en la protección de cultivos.