Existen muchas maneras de ayudar al sector
Que el sector agrario atraviesa una de las crisis más duras y largas de las últimas décadas no es ninguna novedad. Y que es cierto, lo demuestran los diferentes planes de apoyo al sector que se han puesto sobre la mesas desde las diferentes administraciones. Pero desde Joves Agricultors i Ramaders de Catalunya (Jarc) queremos hacer especial hincapié en que existen muchas maneras de ayudar realmente al sector agroalimentario, y a veces no son tan complicadas de desarrollar. Hablamos de la posibilidad de aprobar la Ley de Morosidad que actualmente se está trabajando y el IVA superreducido para el sector agrario y servicios relacionados.
Jarc ha reclamado que la nueva Ley de Morosidad establezca el plazo de pago de los productos agroalimentarios, así como un régimen sancionador para aquellas empresas que no los cumplan, ya que se trata de una herramienta que puede aportar mucha liquidez al sector productor y por tanto garantizar su viabilidad y continuidad. Desde el sector agroganadero se reclama que el plazo máximo para productos frescos y perecederos sea de 30 días y de 60 días para los no perecederos, a contar desde el momento de entrega del producto y no desde la emisión de la factura como se propone en el documento inicial.
Desde Jarc pedimos que en el debate de la ley no se permita introducir ningún punto que abra la puerta a “la negociación entre las partes”, ya que no solo desvirtuaría el espíritu de la ley, sino que dejaría de ser una herramienta revolucionaria para el sector.
Concretamente el 19 de febrero se presentó por parte del grupo mixto una proposición de ley de modificación de la Ley del IVA para que todos los productos y servicios relacionados con la cadena alimentaria tributen al 4%. Esta petición se encuentra en estos momentos a debate en el Congreso y fue tomada en consideración por acuerdo de todos los grupos, excepto por el grupo socialista.
La Ley del IVA que ahora está vigente determinó dos tipos reducidos. Las de mayor contenido social y cultural, bienes de primera necesidad, tributan actualmente con el tipo superreducido del 4%. Con este tipo se graban bienes como el pan, la leche, quesos, huevos, verduras, frutas, hortalizas, etc. La verdad es que no tiene lógica la diferenciación del tipo entre los huevos y la leche, y entre la carne y el pescado, porque unos son considerados alimentos de primera necesidad y los otros no, a efectos de aplicación del impuesto.
El grupo mixto pidió que se aplicase un IVA superreducido en todas aquellas prestaciones de servicios realizados a favor de los titulares de las explotaciones agrícolas, forestales y ganaderas que sean necesarias para el ejercicio de la actividad, ya que ello es de gran importancia para los resultados económicos de la explotación.
Por lo tanto, desde Jarc consideramos que sería muy importante que esta proposición de ley siga adelante y se consiga pasar todos los productos agrarios y todas las prestaciones de servicios realizados a las explotaciones agrícolas, al IVA superreducido del 4%, ya que ello supondría un estímulo para la demanda.
Muchas veces, la cesta de la compra está condicionada a una renta disponible, que nada tiene que ver con si lleva IVA o no, ya que quien hace la compra en casa no puede repercutir este impuesto, sino que es un gravamen finalista, es decir que paga el consumidor final.
La reducción de este IVA significaría una manera de incentivar la demanda, ya que abarata el coste del producto. No olvidemos que con el incremento de IVA previsto este segundo semestre pasamos del 7 al 8%, y ello incidirá directamente sobre la demanda y, por tanto, se puede traducir en una presión a la baja de los precios de los productos agrarios, una situación que sería bien diferente si se aprobase la modificación, y todos los productos agrarios –incluso los que aún están al 7%– pasasen a tener un IVA superreducido del 4%.
El incremento del IVA general, que pasa del 16 al 18% a partir del 1 de julio, también tendrá un efecto negativo para el consumo del resto de productos. Los agricultores que están en el régimen de estimación objetiva (módulos) también verán incrementado el IVA que cobrarán por sus ventas para poder compensar así el que no se pueden deducir de sus compras, pasando del 9% al 10 %. Para muchos analistas el IVA en el sector agrario ya ha sido considerado como uno de los factores que ha provocado una disminución de la renta agraria desde la entrada de España en la UE. Por ello, desde Jarc pedimos que se considere seriamente esta modificación, ya que podría ser un factor muy importante para poder iniciar la recuperación del sector agrícola.
