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La Comisión Europea plantea la Agricultura del Carbono como un modelo de negocio para el agricultor, algo que ya está empezando a introducirse en nuestro país gracias a los Mercados Voluntarios de carbono

La Agricultura de Conservación, paradigma de la Agricultura de Carbono. Proyecto LIFE Agromitiga

Carbonell Bojollo, R.1; Veroz González, Ó.2; González Sánchez, E.J.3,2; Ordóñez Fernández, R.1,2

1Área de Producción Ecológica y Recursos Naturales. GI AGR-244 Conservación de Ecosistemas Agrarios. Instituto Andaluz de Investigación y Formación Agraria, Pesquera, Alimentaria y de la Producción Ecológica (IFAPA). Consejería de Agricultura, Ganaderia, Pesca y Desarrollo Sostenible. Junta de Andalucía.

2Asociación Española Agricultura de Conservación Suelos Vivos.

3Departamento de Ingeniería Rural. Universidad de Córdoba. GI AGR 126 Mecanización y Tecnología Rural.

08/08/2022

El proyecto LIFE Agromitiga es un proyecto innovador cuyos fines principales son, por un lado, potenciar la capacidad mitigadora del cambio climático del sector agrario y por otro, incrementar la base de conocimiento de los sumideros de Carbono en los ecosistemas agrarios y de las medidas aplicables a escala europea en el sector agrario que favorecen el secuestro de CO2, utilizando para ello soluciones basadas en Agricultura de Conservación.

Cultivo de trigo en Siembra Directa
Cultivo de trigo en Siembra Directa.

Introducción

En el año 2019, la Unión Europea asumió el reto de lograr la neutralidad climática de la economía en el 2050, a través del Pacto Verde Europeo, ante el consenso generalizado en la comunidad científica sobre el impacto sin precedentes que la quema de combustibles fósiles, el cambio de usos de suelo, la urbanización, los procesos industriales, los modos de consumo y, en definitiva, nuestro modelo de desarrollo han generado en el sistema climático, incrementando la concentración de gases de efecto invernadero muy por encima de cualquier otro periodo conocido de la historia. Dicho reto, incluido en la propuesta de la Comisión de la primera Ley Europea del Clima, tuvo su refrendo en el año 2020, momento en el que la UE estableció un objetivo de reducción para 2030 del 55% de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) con respecto a 1990.

Este ambicioso objetivo afecta a todos los sectores productivos y la agricultura, como responsable de en torno al 10% del total de emisiones de GEI de la Unión no es ajena a ello y ha de contribuir a los objetivos de reducción de la UE. Además, la contribución de los sectores agrícola y forestal será esencial para alcanzar el objetivo climático debido a su papel especial como sumideros y, por ende, su capacidad para compensar las emisiones de GEI inevitables procedentes de la agricultura y de otros sectores. Por estas razones, la captura de dióxido de Carbono en suelos agrícolas desempeñará un papel clave en la consecución de los objetivos climáticos de la UE.

Es por ello por lo que la aplicación de prácticas que ayuden a la descarbonización de la agricultura es una apuesta importante, que está cobrando cada vez más importancia. Así pues, el 15 de diciembre de 2021, la Comisión adoptó una Comunicación sobre ciclos de carbono sostenibles (COM (2021) 800 final) en la que, entre otros retos, plantea establecer iniciativas de captura de dióxido de carbono en suelos agrícolas, que sean capaces de contribuir al aumento de 42 millones de toneladas equivalentes de CO2 del sumidero de carbono de la tierra, cifra necesaria para cumplir el objetivo de reducción del 55% de emisiones de GEI.

Así pues, la Agricultura de Conservación, a través de prácticas como la Siembra Directa en cultivos herbáceos extensivos, supone una herramienta a la mano de agricultores, para ser tenida en cuenta para los fines que se persiguen en la Comunicación de la Comisión, habida cuenta de su probada capacidad para secuestrar carbono en el suelo. No en vano, este tipo de prácticas, están siendo objeto del interés de las empresas que operan en los Mercados Voluntarios de carbono, abriendo nuevas oportunidades de negocio para los agricultores que lleven a cabo Siembra Directa en sus cultivos.

Girasol en Siembra Directa
Girasol en Siembra Directa.

Las bases del secuestro de Carbono en Agricultura de Conservación

La Agricultura de Conservación (AC) constituye uno de los sistemas de manejo que se engloban en lo que hoy en día viene a llamarse Agricultura del Carbono, por su capacidad de potenciar la capacidad del suelo para secuestrar dicho elemento. Pero, ¿cómo prácticas como la Siembra Directa o las Cubiertas Vegetales, propias de la AC, consiguen potenciar dichos efectos?

En primer lugar, hay que significar que para que la AC provea al ecosistema agrario de todos los beneficios medioambientales que la literatura científica y técnica recoge, entre ellos el secuestro de carbono, es necesario que los tres principios básicos de su aplicación se lleven a cabo, a saber: supresión del laboreo, mantenimiento de una cobertura vegetal sobre la superficie del suelo y realización de rotaciones de cultivos. Dicho esto, los mecanismos por los cuales el contenido de carbono se incrementa en el suelo gracias a la AC son fundamentalmente dos (Figura 1):

  • La AC, al dejar los restos de las cosechas en superficie, contribuye a que el carbono procedente del CO2 atmosférico, fijado a través de la fotosíntesis en las estructuras vegetativas de las plantas, pase a formar parte del suelo. Así, al no retirar los restos vegetales del sistema, estos se descomponen en el suelo, incorporando carbono al mismo. Además, una parte importante de este carbono es incorporada hacia el interior del suelo por las lombrices, cuya población se ve muy favorecida por la AC.
  • Por otra parte, mientras menos se labra el suelo, éste absorbe y almacena más carbono, que previamente ha sido fijado en la planta gracias a la fotosíntesis, sintetizando más materia orgánica, lo que a largo plazo aumenta su capacidad productiva, y al mismo tiempo disminuye el CO2 que se libera a la atmósfera.
Figura 1. Mecanismos de mitigación del cambio climático de la Agricultura de Conservación
Figura 1. Mecanismos de mitigación del cambio climático de la Agricultura de Conservación.

El proyecto LIFE Agromitiga: un respaldo científico al secuestro de Carbono gracias a la Siembra Directa

En el contexto actual en el que nos movemos, con un creciente interés por parte del sector público y privado en iniciativas que fomenten la puesta en marcha de prácticas agrarias que incrementen el contenido de carbono en el suelo, el proyecto LIFE Agromitiga, liderado por la Asociación Española Agricultura de Conservación Suelos Vivos, y en el que participan además Asaja Sevilla, la Federación Europea de Agricultura de Conservación, la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, el Instituto Andaluz de Investigación y Formación Agraria, Pesquera, Alimentaria y de la Producción Ecológica (IFAPA) de la Junta de Andalucía y la Universidad de Córdoba, supone una iniciativa que aporta datos científicamente validados sobre las tasas de secuestro de carbono de prácticas como la Siembra Directa en cultivos herbáceos extensivos y las cubiertas Vegetales en cultivos leñosos.

Así pues, el proyecto LIFE Agromitiga es un proyecto innovador cuyos fines principales son, por un lado, potenciar la capacidad mitigadora del cambio climático del sector agrario y por otro, incrementar la base de conocimiento de los sumideros de carbono en los ecosistemas agrarios y de las medidas aplicables a escala europea en el sector agrario que favorecen el secuestro de CO2, utilizando para ello soluciones basadas en AC.

Tres escalas de trabajo

Para verificar la capacidad de secuestro de carbono que se produce en el suelo gracias a la AC, el proyecto está llevando a cabo acciones a tres escalas de trabajo: una escala piloto en la finca ”Rabanales” gestionada por la Universidad de Córdoba, una escala a nivel regional, conformada por una red de 36 fincas demostrativas ubicadas en Andalucía y distribuidas entre ocho regiones agroclimáticas, y una escala a nivel internacional , con un total de 5 fincas demostrativas ubicadas en Portugal, Italia y Grecia.

La finca “Rabanales” a escala piloto, está sirviendo para estudiar las sinergias de la Siembra Directa con la implantación de diferentes estrategias de optimización de insumos (uso de bioestimulantes, nuevas moléculas fertilizantes, ajuste de dosis según las necesidades reales del cultivo) y sus resultados en relación con la reducción de emisiones de GEI. La red de fincas demostrativas a escala regional está sirviendo para verificar la capacidad de secuestro de carbono de la AC bajo condiciones erales en explotaciones comerciales. Por último, la escala internacional de trabajo está planteada para demostrar la replicabilidad de las soluciones adoptadas en el proyecto en otras zonas o ambientes, de esta manera se estará en condiciones de confirmar que las soluciones adoptadas, son de utilidad para dar respuesta a los retos que se plantean por parte de las políticas agrarias y medioambientales a nivel europeo.

Finca de la Red Demostrativa Regional
Finca de la Red Demostrativa Regional.

Resultados de incremento del Carbono en Siembra Directa

Se presentan a continuación los resultados obtenidos hasta la fecha en la red de fincas establecidas a escala regional, en las que se está evaluando, con una periodicidad semestral, la evolución en los contenidos en Carbono Orgánico (CO) en el suelo en parcelas que se encuentran bajo los sistemas de manejo convencional basado en laboreo frente a los observados en fincas manejadas bajo las técnicas de AC, que en el caso de los cultivos herbáceos sería la implantación de la Siembra Directa.

La figura 2 muestra la evolución en los contenidos de CO a lo largo de tres campañas en fincas que están destinadas al cultivo de herbáceos y en régimen de secano, comparando los resultados obtenidos en Siembra Directa con los obtenidos en Laboreo convencional.

Figura 2. Evolución en el contenido en CO en el suelo en suelos de cultivos herbáceos en secano bajo los sistemas de manejo convencional y de AC...
Figura 2. Evolución en el contenido en CO en el suelo en suelos de cultivos herbáceos en secano bajo los sistemas de manejo convencional y de AC.

Como se puede observar, los datos muestran como el contenido en los primeros 5 cm de perfil del suelo en Siembra Directa es hasta de un 18,6% superior respecto a la finca en laboreo convencional, porcentaje que pasa a ser de un 12,1% en los siguientes 5 cm (perfil de 5-10 cm) y de un 2,4% en los 20 cm comprendidos entre las profundidades de 10-30 cm. Es decir, todo el perfil de suelo muestreado muestra unos valores de carbono superiores en los suelos bajo Siembra Directa, lo que da idea de la mayor capacidad de este sistema para fijar el carbono atmosférico.

Si analizamos la evolución temporal de la evolución de los contenidos en CO en cada una de las fincas, se ha observado que los suelos bajo Laboreo Convencional han ido aumentando los stocks de carbono en los primeros 5 cm por causas naturales, hasta llegar a un incremento del 8% respecto a su situación inicial, pero a partir de esa profundidad no se ha producido cambios en los contenidos. Realizando el mismo análisis para la finca en Siembra Directa, se observa como el aumento de carbono en los primeros 5 cm a lo largo del tiempo ha sido más espectacular, siendo dicho incremento del 29%, respecto de la situación inicial del primer muestreo. Además, y al contrario de lo que ocurre en el suelo bajo laboreo convencional, también se incrementa lo largo del tiempo el contenido de carbono comprendido ente los 5 y 10 cm de profundidad que siendo dicho incremento del 12%. De los 10 a 30 cm no se observan cambios a lo largo del tiempo. Estos resultados demuestran el efecto tan importante que la aplicación de la AC ha tenido sobre la capacidad de secuestro de carbono en el suelo, que no sólo afecta a los horizontes más superficiales, sino que, con la implantación de estas prácticas de manera prolongada en el tiempo, como la Siembra Directa, la fijación de carbono va a ser efectiva en capas profundas.

En regadío también se observan los mismos patrones de comportamiento, aunque las diferencias entre ambos sistemas de manejo (Siembra Directa vs Laboreo Convencional) son algo menores (Figura 3).

Figura 3...
Figura 3. Evolución en el contenido en CO en el suelo en suelos de cultivos herbáceos en regadío bajo los sistemas de manejo convencionales y de agricultura de conservación.

A pesar de ello, y considerando la totalidad de perfil de suelo muestreado, los datos nos han mostrado aumentos de un 8% de carbono en todas las profundidades evaluadas en los suelos bajo Siembra Directa frente a los suelos en laboreo convencional.

La importancia de mantener

Cuando se habla de cambios en los stocks de CO en los suelos agrícolas hay un factor muy importante que influye en gran medida en estos cambios, y es el factor tiempo. Cuando se realiza una transición de un sistema de manejo convencional a uno de Siembra Directa, es necesario que pasen años para poder observar con claridad esos aumentos, sobre todo en profundidad, ya que en los primeros 5 cm del perfil dichos incrementos se producen más rápidamente, al ser el lugar en donde se acumula la materia orgánica que se está descomponiendo procedente de los restos vegetales de las cosechas anteriores. Esto es lo que podemos apreciar en la figura 4.

Figura 4. Contenidos en CO en los suelos de fincas manejadas en distintos sistemas
Figura 4. Contenidos en CO en los suelos de fincas manejadas en distintos sistemas.

En este caso se representa la evolución de los contenidos en los stocks de carbono en una finca en la que la Siembra Directa lleva implantada 17 años. Los resultados nos muestran un aumento de un 34% de media a lo largo de todo el perfil estudiado (0-30 cm) cuando se compara con un suelo bajo un laboreo convencional bajo las mismas condiciones edáficas y climáticas, así como de cultivo y de régimen hídrico.

Este aspecto resalta la importancia del mantenimiento de las prácticas de Siembra Directa a lo largo del tiempo, no sólo porque incrementará el efecto sumidero de carbono de suelo en cuanto a lo que supone del incremento de la cantidad capturada tanto en superficie como en profundidad, sino que ofrece otras ventajas igualmente interesantes para el agricultor como la protección de sus suelos frente a los agentes erosivos y la mejora de la calidad de los mismos por el incremento de materia orgánica.

Algunas consideraciones finales

A tenor de los resultados obtenidos, no sólo en el marco del proyecto LIFE Agromitiga, sino en multitud de estudios realizados a nivel global, y a modo de conclusión, podemos realizar las siguientes consideraciones en relación a la AC y a su papel como práctica de Agricultura de Carbono en nuestro país.

  • En España, los contenidos de carbono orgánico en los suelos agrícolas son bajos, por lo que la Siembra Directa tiene un gran potencial en nuestro país para secuestrar carbono ya que los márgenes de mejora son amplios.
  • La Comisión Europea plantea la Agricultura del Carbono como un modelo de negocio para el agricultor, algo que ya está empezando a introducirse en nuestro país gracias a los Mercados Voluntarios de carbono. Ello puede significar que agricultor puede empezar a recibir dinero por secuestrar carbono gracias a la aplicación de prácticas como la Siembra Directa.
  • Los incentivos que se han de plantear para adoptar prácticas que fomenten el incremento del carbono en el suelo, han de contribuir a que dichas prácticas se mantengan en el tiempo. Tal y como se ha expuesto a lo largo del artículo, los efectos no son siempre palpables desde el primer momento.
  • Está claro que los créditos de carbono que se generen fruto de una práctica agraria han de ser de calidad, esto es, que dicha práctica no suponga el incremento de emisiones de GEI por otros efectos colaterales, y que el secuestro de Carbono sea real, efectivo y se mantenga en el tiempo. La AC se ha demostrado como una práctica generadora de créditos de carbono de calidad, de ahí el interés en este tipo de prácticas de no pocas iniciativas que operan en los Mercados Voluntarios de carbono.
  • Además del secuestro de carbono, la práctica de AC no sólo aporta ventajas agronómicas y ambientales, sino que modifica, para bien, el paisaje agrario de nuestro país.

Agradecimientos

Los autores del articulo agradecen al Programa LIFE de la Unión Europea la financiación del proyecto LIFE Agromitiga.

Empresas o entidades relacionadas

Asociación Española Agricultura de Conservación Suelos Vivos

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