"El neumático VF es el ideal para trabajos de conservación del suelo"

El jefe de producto de BKT, Denis Piccolo, desmenuza las ventajas que ofrece la tecnología VF ("muy alta flexión", por sus siglas en inglés), incorporada en los neumáticos agrícolas, y que está recibiendo el visto bueno de los usuarios porque consigue que el trabajo sea más flexible, eficiente y sostenible.

La respuesta de los usuarios que han probado la tecnología VF aplicada a los neumáticos BKT es realmente buena. Tanto que, en pocos años, hemos ampliado las medidas y los modelos disponibles con esta versión. Actualmente tenemos tres productos distintos en el catálogo:

• AGRIMAX V-FLECTO, neumático diseñado para optimizar las prestaciones de los tractores de alta potencia y de nueva generación. Es precisamente la tecnología VF la que garantiza una menor compactación del suelo. Su huella en la tierra se optimiza y, al mismo tiempo, la anchura el perfil de la banda de rodadura aumenta un 10 %, lo que permite preservar la integridad del suelo. Se trata de uno de nuestros neumáticos con mayor éxito, como demuestra que la gama se acaba de ampliar y actualmente cuenta con 22 medidas diferentes.
• También AGRIMAX SPARGO incorpora la tecnología VF y se dirige a los tractores empleados en los cultivos en hilera. En este caso, la elevada capacidad de carga conseguida supone una ventaja para este tipo de aplicaciones, donde el menor volumen de inflado del neumático es un límite intrínseco que ya no es tan crítico.
• No son solo los tractores. Para los remolques agrícolas hemos desarrollado V-FLEXA, neumático Flotation que contribuye a la sostenibilidad de las actividades en el campo gracias a la tecnología VF. Las soluciones de esta gama se distinguen por su robustez y por la gran amplitud de su huella, lo que permite una distribución óptima de la carga y evita la compactación del suelo, preservando así el terreno y los cultivos.

Nuestros neumáticos son reconocidos por su larga duración y una excelente relación rendimiento-inversión, y hemos recibido una respuesta muy positiva en cuanto al confort y maniobrabilidad de nuestros productos. Para muchos, la tecnología VF es una inversión que da fruto, porque consigue que el trabajo sea más flexible, eficiente y también sostenible. Por eso, para nosotros es un sector en el que hoy ponemos especial atención y ya estamos trabajando en el desarrollo de nuevas medidas. Esto también es posible gracias a la respuesta positiva y las valiosas indicaciones de nuestros usuarios.

Así, la presión no es sino el peso de la carga dividido entre el área de la huella. Por lo tanto, para reducir la presión sobre el suelo se puede actuar de dos maneras: reduciendo la carga, algo difícil de conseguir, o aumentando el área de la huella del neumático, que es la opción que resulta ganadora. Esa es, precisamente, la solución en la que se basa la tecnología VF, que permite así disminuir la presión de inflado y aumenta la huella del neumático en el terreno, lo que reduce la compactación sin cambiar el volumen de la carga. ¿Un ejemplo práctico? Una carga de 6.500 kg sobre un neumático estándar 710/70 R42 requeriría una presión de inflado de 2,4 bar, mientras que el mismo peso sobre un neumático VF de las mismas características necesita una presión de solo 1,2 bar.

La flexibilidad del neumático VF no tiene ninguna influencia negativa en su vida útil. Los neumáticos VF no son más frágiles que otros, precisamente porque se han modificado para soportar presiones bajas. Esto significa que cuentan con refuerzos específicos en el talón, están fabricados con unos tejidos especiales y tienen una estructura particular. Todos estos elementos los hacen seguros y resistentes. Estos productos solo tienen ventajas, ya que los neumáticos estándar no son así de flexibles.

Partimos de la premisa de que los neumáticos VF nacen ante todo con el objetivo de garantizar un menor impacto sobre el terreno gracias a su capacidad de operar con presiones bajas. Por lo tanto, el terreno sufre una menor compactación, lo que se traduce en una mayor oxigenación de las raíces de los cultivos, además de conseguirse una mayor capacidad para absorber y drenar el agua y expandirse con mayor facilidad. Por lo tanto, este tipo de neumático es el ideal para los trabajos y preparaciones de superficies con un bajo impacto en el terreno, en lo que denominamos labores de conservación. Si existe la necesidad de arar en profundidad, también puede emplearse un neumático VF, pero en este caso no se aprovechará su potencial.

Como ocurre con cualquier vehículo con neumáticos, estos son el único elemento del tractor en contacto con el terreno. Por lo tanto, son los neumáticos los que soportan el peso, no el tractor. En lo que respecta a las prestaciones de un tractor, normalmente no dependen tanto de la velocidad como de la capacidad del neumático de trasladar al terreno, en la mayoría de los casos al terreno agrícola, la potencia máxima con menor consumo. El objetivo es evitar deslizamientos que hagan perder capacidad de tracción, porque eso supone perder tiempo y combustible. La capacidad de carga de cualquier neumático depende de su estructura y con ella se calcula la presión de funcionamiento. El tractor no pierde eficiencia por una capacidad de carga del neumático más o menos elevada en función de su presión. Sin embargo, el tractor sí puede perder eficiencia si se reduce la capacidad de tracción del neumático en sus distintas condiciones de uso. Por eso es importante evaluar bien cada situación y las necesidades y requisitos para el trabajo antes de sugerir el producto adecuado que garantice el mejor rendimiento.

El neumático debe ajustarse al terreno de una forma que le asegure a él y al tractor una capacidad de tracción óptima, con un deslizamiento no superior al 15%. La sección del neumático es más ancha y menos profunda. No es casualidad que en los trabajos de superficie se empleen neumáticos de sección ancha, mientras que en un arrozal, por ejemplo, se usen neumáticos estrechos, para cultivos en hilera, que deben profundizar para afianzarse en el terreno más compacto que hay bajo el agua. En ambos casos es muy importante que el neumático tenga una capacidad de autolimpieza óptima. También en este aspecto la respuesta de nuestros usuarios ha sido muy positiva.

Como decía, cada situación es distinta y especial, y debe evaluarse bien en todos sus detalles para poder sugerir y adoptar el producto perfecto que ofrezca el mejor rendimiento. Esto también es aplicable a los neumáticos VF, que deben emplearse de una forma óptima para poder asegurar una mejora real de la productividad. Para ser aún más claros: no basta con usar un neumático VF para aumentar el rendimiento productivo, también hay que emplearlo en el contexto adecuado. Con la introducción de las labores de superficie ha sido necesario aumentar la potencia de los tractores y con ella también su peso. A este último se suma también el de los aperos remolcados, por ejemplo una sembradora con traílla. En estas condiciones de trabajo, el uso de neumáticos VF de sección ancha garantiza una mínima compactación del terreno gracias a la mejor distribución de la carga por la superficie de la huella. Así, la sembradora puede depositar las semillas a una profundidad de 5-6 cm, que es la ideal para que las raíces se desarrollen con normalidad. En consecuencia, las operaciones están bien organizadas: pasar varias veces por el mismo punto aumenta la compactación del terreno, también con los neumáticos VF. A pesar de ello, seguramente los neumáticos VF presentan ventajas y son la mejor solución para las labores de superficie, siempre que se usen de forma adecuada.

En el pasado existía la costumbre de rellenar los neumáticos con agua para evitar el deslizamiento provocado por el uso de aperos sobredimensionados con respecto a la potencia del tractor, y también por la falta en muchos casos del enganche tripuntal. El motivo de esta práctica es muy simple: así se lastraba el tractor para disponer de mayor capacidad de tracción, a causa del peso del agua. Sin embargo, rellenar los neumáticos con agua es desaconsejable en todos los casos, y con más razón en los neumáticos VF. Si se inflan con agua se vuelven mucho más rígidos y todo su rendimiento se ve comprometido. La menor penetración característica de los neumáticos VF ya no es posible, con lo que se pierde la principal ventaja del uso de estos productos.

La práctica del hidroinflado está muy desaconsejada por diversos motivos técnicos. Todos los tractores se comprueban y matriculan con los neumáticos inflados solo con aire; de ahí se derivan los cálculos de las fuerzas inerciales de marcha y de la transmisión de las vibraciones, sobre todo en carretera. Si los neumáticos se rellenan de agua (especialmente en los tractores de alta potencia que se desplazan a velocidades superiores a 50/60 km/h) todos los parámetros de seguridad de la dinámica de marcha (como el cambio de carril, las curvas con subviraje y sobreviraje, etc.) y de transmisión de las vibraciones dejan de observarse y pueden surgir problemas graves. Estos efectos negativos en la dinámica de marcha y en las vibraciones repercuten en el vehículo y también en el usuario. Por último, no debemos olvidar que existen normas que regulan los valores máximos de vibración que puede soportar el usuario sin efectos negativos en su salud.

Los sistemas de regulación de la presión (CTIS, Centralized Tire Inflation System) son independientes del tipo de neumático utilizado. Estos sistemas se encuentran en fase de estudio y perfeccionamiento, y seguramente serán una mejora adicional para el rendimiento de estos neumáticos. Tienen un objetivo claro: que el neumático tenga la presión ideal en función de las cargas y de la aplicación específica.

Además de jefe de producto en BKT, soy presidente del subcomité de agricultura de la ETRTO (Organización Técnica Europea para Neumáticos y Llantas, por sus siglas en inglés) y por ello tengo un punto de vista 'privilegiado' sobre esta cuestión. Actualmente no existe ninguna norma o estándar que regule las características del sistema CTIS, pero estamos trabajando en ello.

Sería franco. Los neumáticos VF suponen una auténtica inversión y su coste debe justificarse por las necesidades reales diarias y de la aplicación del agricultor. La labor de un técnico es precisamente estudiar el contexto de uso de la maquinaria para poder sugerir el mejor neumático. Nunca aconsejaría un producto VF por adelantado; depende de múltiples factores, de los que algunos son subjetivos, como el confort. Por ello, solo aconsejaría VF a aquellos para los que realmente suponga un beneficio.

Hay poco que decir. Nuestros productos están comprobados, son ellos los que hablan por nosotros y son los únicos que pueden convencer al usuario. Con más razón para los neumáticos VF, a la vista de la inversión que suponen. En lugar de convencerlos, preferiría dar un consejo a los lectores: que establezcan una relación de confianza con un experto en neumáticos, un distribuidor o una sucursal, y que no tengan miedo a hacer preguntas. Los neumáticos son productos complejos y cada vez más tecnológicos. Es perfectamente normal hacer consultas para elegir el adecuado cuando hay una oferta tan amplia y diferenciada. Estamos aquí para ayudarles a que su trabajo sea más eficiente y no hay preguntas equivocadas. Todo lo contrario. Son sus preguntas, indicaciones y comentarios lo que permite a BKT desarrollar productos cada vez mejores.