Entrevista a Carmen Capiscol, responsable de I+D+i de Citoliva
La verticilosis es una enfermedad que, en estadios avanzados, obliga a arrancar los olivos, y para la que hoy por hoy no existe cura. Sin embargo, una detección a tiempo permite salvar ejemplares y, sobre todo, evitar el contagio. En el Centro Tecnológico del Olivar y del Aceite (Citoliva) se han puesto manos a la obra. En la actualidad, trabajan en el desarrollo de un kit portátil de detección precoz de la enfermedad, que advertirá de la presencia del hongo Verticillium dahliae antes de que el árbol muestre síntomas visibles de la patología. El dispositivo nace en el contexto del proyecto Vertigeen, financiado por el 7º Programa Marco de Investigación y Desarrollo, y, según esperan, verá la luz a finales de 2014.
Háblenos del hongo Verticillium dahliae y del potencial peligro para nuestros olivos.
No existen datos exhaustivos disponibles de valoración de pérdidas por verticilosis en España, pero las prospecciones realizadas demuestran que la aparición de nuevos casos es cada vez más frecuente. A modo de ejemplo, en Andalucía afecta a alrededor de un 40% de los olivares, siendo la enfermedad del olivo más importante junto con el repilo. En las zonas olivareras del Valle del Guadalquivir, donde se concentra la mayor parte de la superficie de este cultivo, y en las que está ocurriendo en mayor medida su intensificación desde los años de la década de 1990, la aparición de nuevas plantaciones infectadas demuestra que la situación es grave, especialmente en plantaciones jóvenes de 3 a 5 años de edad. Además, actualmente la verticilosis del olivo no sólo afecta a la Comunidad Andaluza, donde adquiere su mayor importancia, sino a todas las áreas olivareras españolas.
¿Cómo se detecta la enfermedad?
El agricultor suele realizarla ‘a visu’, por la identificación de síntomas externos en el árbol, en concreto, el secado de ramas en el mismo, la característica principal.
¿Cómo se trata el árbol una vez detectada la presencia del hongo?
Pese a muchos años de investigación la realidad es que en la actualidad no hay ningún método eficaz de lucha contra el hongo en el olivar por lo que no se puede alcanzar el control eficiente de la verticilosis mediante la aplicación individualizada de medidas concretas.
¿Entonces?
La verticilosis del olivo es muy compleja y requiere de la puesta en práctica de una estrategia de control integrado, tal y como se ha mencionado previamente. Las acciones de control de la verticilosis del olivo más eficaces y económicas son las que tienen carácter preventivo, dirigidas a evitar que el patógeno se establezca en la plantación.
¿Qué se hace en este caso?
Se puede utilizar material vegetal resistente al hongo. Cuando se ha detectado la presencia de la enfermedad, habría que realizar un manejo adecuado de la plantación en cuanto a riego y laboreo para evitar la dispersión y el contagio a material vegetal sano. En los último años se han desarrollado, además, métodos biológicos para combatir la verticilosis del olivo, como los hongos del género Trichoderma.
¿En qué consistirá el kit que están desarrollado?
El kit incorporará una tecnología de identificación basada en técnicas bioquímicas, mediante la detección de material genético del patógeno en planta y suelo. El dispositivo será de reducidas dimensiones y de fácil manejo para su utilización in situ, y se pondrá a disposición de los productores a un precio muy asequible.
¿Cuánto tardará en mostrar los resultados?
Los resultados se mostrarán en tiempo real, es decir, el resultado se podrá obtener in situ y al momento.
¿Se necesitará de algún tipo de conocimientos teóricos o formación especializada para su uso, es decir, podrá emplearlo cualquier persona?
El dispositivo será muy sencillo de usar y no se requerirán conocimientos especiales para su utilización.
¿No hay riesgo de que confunda la verticilosis con otras patologías? ¿Cuál es el margen de error?
El margen de error será muy estrecho, puesto que la primera fase del proyecto consiste precisamente en la puesta a punto de una tecnología de detección específica para evitar falsos positivos.
¿Puede detectar la presencia de otras amenazas para el olivo? En caso contrario, ¿tienen pensado dotar al kit de la tecnología necesaria para ello?
No, el kit será específico para detectar verticilosis, y en el contexto del proyecto Vertigeen no está previsto ampliarlo a la detección de otras patologías del olivo. No obstante, una vez finalizado el proyecto, el conocimiento generado podría utilizarse para desarrollar un dispositivo de detección de otro tipo de patologías.
Y una vez vea la luz el dispositivo, previsiblemente en 2014, ¿tienen intención de comercializarlo? ¿Dónde y cómo se podrá adquirir?
La convocatoria del 7º Programa Marco que financia el proyecto obliga precisamente a que se realice una explotación de resultados y a la comercialización de la tecnología generada en el contexto del proyecto. En este sentido, la comercialización de los resultados del proyecto será responsabilidad de las asociaciones de productores españoles, portugueses, italianos y griegos, que licenciarán la explotación de los resultados a empresas biotecnológicas para que lo faciliten a precio de coste.
¿Qué cree que aportará al sector la utilización de este kit?
En Citoliva tenemos como misión aportar soluciones innovadoras al sector del olivar, pero siempre desde una óptica de sostenibilidad y RSC. Por ello, consideramos que el proyecto Vertigeen redunda en un beneficio para los productores pero teniendo en cuenta ambos aspectos. Así, en el contexto actual de crisis económica una herramienta que se ponga a disposición de los agricultores y que les permita evitar pérdidas es una buena noticia. En este sentido, el desarrollo de un kit de detección en campo fiable, de manera que pueda detectarse la presencia del hongo en muestras de suelo y en árboles infectados que aún no manifiesten la enfermedad por estar en las fases más iniciales de su desarrollo, reportará beneficios a aquellos productores que lo utilicen.
Carmen Capiscol es licenciada en Biología por la Universidad de Jaén y doctora en Ciencias por la Universidad Autónoma de Madrid. Con más de 10 años de experiencia en el sector público y privado, ha desarrollado su carrera profesional en organismos de investigación de primer nivel y prestigiosas firmas de consultoría internacional. En la actualidad, Capiscol es la responsable de I+D+i del Centro Tecnológico del Olivar y del Aceite (Citoliva).