Entrevista a Manuel Clavel, CEO en Clavel Arquitectos
Manuel Clavel es un ‘domador de fotones’ que descubrió la iluminación por necesidad, pero que ha acabado atrapándolo hasta convertirse en uno de los lighting designers más destacados de nuestro país. Desde su estudio de arquitectura, Clavel Arquitectos, ha conseguido hilvanar a la perfección ambas disciplinas, para construir atmósferas y experiencias altamente sensoriales y grandes experienciales a través de la luz. Un profesional con mucho talento, que le ha llevado a emprender importantes proyectos por todo el mundo, como nos desvela en la siguiente entrevista.
¿Quién es Manuel Clavel y cuál es su relación con la luz?
Manuel Clavel es un arquitecto por formación además de Interiorista y Lighting Designer por convicción. Estudié en la Politécnica de Madrid donde la enseñanza de la arquitectura era extraordinaria, pero, sin embargo, no se hablaba de los interiores y mucho menos del uso de la luz artificial, como parte esencial para crear una atmósfera o delimitar un espacio, tan importante como el uso del hormigón o el acero. Esta sensibilidad hacia el uso de la luz artificial era literalmente inexistente. Pero esta pasión no tardaría mucho en despertarse espontáneamente. En cierto momento tuve una ‘iluminación’.
Fundó un estudio de arquitectura, Clavel Arquitectos, con el que ha alcanzado gran fama internacional. De todos sus proyectos, ¿cuál es el buque insignia de la firma o el trabajo que más le enorgullece de su carrera profesional?
Nuestro recién terminado Odiseo, un centro de ocio con restaurante Michelin, teatro, discoteca y piscinas, es probablemente el edificio que representa más claramente nuestro conocimiento de lighting design trabajando de manera unitaria con la arquitectura y el interiorismo en una narrativa común. Asimismo, el restaurante que diseñamos en Dubái para Alain Ducasse (el chef con más estrellas Michelin del mundo), la fachada de coches metalizados para LMVH en Miami, o más cerca el parking Núñez de Balboa en Madrid, son proyectos que han agitado el panorama internacional del sector.
¿Arquitectura e iluminación forman un único concepto? ¿Por qué?
El 80% de la información que recibimos nos llega a través de los ojos y la luz es el medio, a través del cual nuestros ojos interpretan la realidad. Por tanto, cuando diseñamos la iluminación somos capaces de controlar de manera, extraordinariamente precisa, el comportamiento de la luz y con ello la experiencia de un espacio determinado. Es posible dirigir las sensaciones en la dirección que nos interese.
La enseñanza académica y tradicional de la arquitectura solo se preocupaba del estudio de la luz natural, siguiendo la célebre definición de Le Corbusier de 1920 “La arquitectura es el juego sabio, correcto y magnífico de los volúmenes bajo la luz”. Alguien decidió que en esta definición no tenía cabida la luz artificial, pero la realidad es que pasamos gran parte de nuestra vida en entornos que la necesitan para ser operativos y, lamentablemente, para los usuarios, pocos profesionales se ocupan de esto con la intensidad que merece.
¿Qué debe tener un lighting designer? ¿Es una figura imprescindible para el diseño de iluminación?
Ser lighting designer es a la vez un estado mental y una sensibilidad particular, que te hace amar el trabajo con la luz y entender sus sutiles códigos. En todo proyecto de arquitectura e interiorismo debe haber alguien con esa sensibilidad, más la experiencia y la técnica adecuada. En ese orden. El domador de fotones. A ese conocimiento (aunque la formación ayuda) se llega fundamentalmente por la experiencia y la creatividad. No hay atajos. Pero no es algo obvio, y el hecho de ser arquitectos o interioristas con talento no lleva aparejado automáticamente la destreza en el uso de la luz.
¿Las nuevas tecnologías han transformado el diseño de iluminación?
La implementación de la tecnología LED ha sido a la vez prometedora y traumática. Y éste ha sido un proceso que hemos tenido la suerte de experimentar de primera mano. En la oficina hemos sido pioneros en introducir la tecnología de manera masiva y a coste eficiente en grandes espacios. Como dato diría que, en el año 2007, cuando diseñamos el parking Avenida Libertad (que fue una revolución), no era rentable utilizar LED lineal de manera extensiva en un aparcamiento, donde las inversiones son muy bajas. En apenas 9 años, la relación entre inversión y ahorro energético nos permitió construir una de las mayores instalaciones del mundo de luminaria lineal LED continua, para los aparcamientos de la sede del BBVA en Las Tablas de Madrid, en las que incluso tuvimos que diseñar y fabricar nuestras propias luminarias, porque las existentes en el mercado no nos permitían crear los efectos deseados. Es decir, la cierta madurez de todo esto es aún muy reciente.
Otro de los grandes problemas que, por ejemplo, hemos sufrido ha sido la baja calidad de la temperatura de color cálida del LED, que sigue estando aún por debajo de la incandescencia. Una situación equivalente a cuando empezaron las cámaras de fotos digitales, cuya esencia binaria las hacia claramente inferior a los sistemas analógicos. En ese caso había que buscar una solución de compromiso entre ahorro energético y la calidad de la iluminación. Con esto quiero decir que la tecnología, sobre todo cuando es nueva, no es ninguna panacea, pero necesariamente los que nos dedicamos a este mundo tenemos que seguir presionando con nuestros diseños, para que dicha tecnología avance en la dirección correcta.
Un proyecto como el parking Núñez de Balboa solo se pudo llevar a cabo porque la tecnología existía y ya la teníamos domada. Para el público en general, que no se ha asesorado en este campo, el efecto del LED ha sido ciertamente negativo, pues enormes instalaciones se han sustituido de incandescencia o similar hacia LED sin ningún criterio, perdiéndose la oportunidad de simultanear la inversión, para el ahorro energético, con los rediseños de los criterios de iluminación de esos espacios para hacerlos más amables con los usuarios.
Odiseo, el centro de ocio de Murcia, es uno de los últimos proyectos liderado por Manuel Clavel.
¿Qué tienen de particular sus proyectos de iluminación?
Son instalaciones extremadamente poéticas, pero a la vez radicalmente funcionales. Quiero pensar que hay en nuestro trabajo una actitud optimista y confianza en el futuro, lo que produce experiencias muy lúdicas que empatizan con el usuario.
¿Qué quiere contar a través de la luz?
Una historia única narrada a través de un hilo conductor que ordena todo el sistema de iluminación, que se concreta en una experiencia inmersiva para el usuario. En ese sentido, hay tantas historias que narrar como proyectos y, para ello, la arquitectura, el interiorismo y la iluminación van todos a una.
¿Cómo se ilumina en la actualidad y qué tipo de iluminación marcará el futuro del sector?
En estos últimos años, las empresas promotoras más profesionalizadas de todo tipo de edificios son conscientes de que hacen falta especialistas en iluminación. Los demandan, pero no saben a quién elegir, y este es el punto clave de partida. Hay interés en el asunto. Al igual que en la arquitectura, la clave para un buen proyecto de iluminación es el talento y, a continuación, la técnica, así que en la medida que el sector entienda que esto es una industria creativa, los resultados serán cada vez más relevantes para la sociedad.
Manuel Clavel junto a la fachada de coches metalizados del espectacular Miami Museum Garage, uno de sus proyectos más internacionales. Foto: Imagen Subliminal.
¿En qué está trabajando actualmente? ¿Qué nos puede adelantar?
En New York diseñamos un nuevo concepto hotelero. En Miami estamos trabajando en un nuevo museo con una extraordinaria colección privada. En Chicago trabajamos en la renovación del Millenium Parking. En Madrid un desarrollo inmobiliario para Kronos Homes. Y en Andorra ya está en ejecución UNNIC, un Centro Gastronómico y de Ocio muy singular. En todos ellos, la iluminación va a jugar un papel decisivo. Vienen unos años interesantes.
A nivel profesional, ¿le gusta explorar con la luz? ¿Qué hallazgos o qué innovaciones ha aplicado en sus proyectos?
En mi recorrido profesional, descubrir la luz como disciplina ha sido una de las experiencias más reveladoras que he experimentado. Y te diría que lo más sorprendente fue descubrir un terreno tan virgen y con tanto recorrido. En realidad, esa especialización en el manejo de la luz surgió como una necesidad, para dar respuestas a nuestros propios diseños como arquitectos e interioristas hace unos 15 años. Diseñábamos espacios en los que queríamos crear ciertas experiencias y cuando buscábamos ayuda para resolverlos, desde el punto de vista de la iluminación, nos encontrábamos con que ni la industria estaba madura ni había colaboradores que pudieran darnos el soporte adecuado. No tuvimos más remedio que convertirnos en lighting designers para resolver nuestros propios problemas y, en la actualidad, también para ayudar a otros compañeros en este proceso. Uno de los resultados más satisfactorios ha sido ver cómo nuestras intervenciones en aparcamientos han creado espacios más seguros y confortables, para colectivos más vulnerables ante la delincuencia como son las mujeres. El diseño como un aura protectora es algo mágico.
¿Cuál cree que es el futuro de la iluminación?
No tengo la menor duda que la iluminación es ya un valor en alza, porque es evidente para todos que la correcta iluminación de un espacio eleva la experiencia de usuario, y por tanto, sea cual sea la actividad se puede obtener un mayor rendimiento económico. Y cuando hay sentido económico las disciplinas crecen exponencialmente. Sin embargo, es nuestra responsabilidad como lighting designers aprovechar esa demanda, para crear espacios con sentido económico, pero que mejoren la calidad de vida y emocionen a los ciudadanos.