La Rioja, la comunidad con mayor inversión estatal para suelo industrial

El parque empresarial de La Senda cuenta con 57 hectáreas y podrá albergar a unas 150 empresas. La actuación, desarrollada íntegramente por Sepes, ha supuesto una inversión cercana a los 25 millones de euros. Por su parte, el área industrial de El Recuenco ha supuesto una inversión de 46,1 millones de euros sobre una superficie bruta de 110 hectáreas. El polígono, que se encuentran ya en su última fase de obras, podrá acoger a unas 180 empresas.

En su intervención, el ministro de Fomento señaló que es “imprescindible” desplegar este tipo de proyectos de generación de suelo industrial. “El reto está mucho más allá de convencer a las empresas de que no se marchen de nuestros pueblos y ciudades; está en convertir nuestra tierra en el mejor lugar para que se abran nuevas empresas”, ha explicado.

Blanco ha destacado también que, “con estas actuaciones, estamos apostando además por el desarrollo de los municipios donde se encuentran, Alfaro y Calahorra, y sus alrededores, fomentando un crecimiento más equilibrado en todo el territorio”.

La Rioja supone una de las más fuertes apuestas del Estado en materia de suelo industrial, y de hecho, supone el mayor esfuerzo inversor per capita para la generación de suelo industrial realizado por el Ministerio en toda España.

Desde 2004, el Gobierno ha intervenido en la urbanización de cuatro parques empresariales (Lentiscares Ampliación, El Sequero Ampliación, El Recuenco y La Senda), con una inversión total de 129 millones de euros, lo que ha permitido, en conjunto, la transformación de tres millones de metros cuadrados de superficie bruta. Esta actividad ha generado 1,6 millones de metros de suelo industrial neto, que posibilita la implantación de 500 empresas y 5.300 empleos en la comunidad autónoma.

Las actuaciones de Fomento se desarrollan a través de la concertación con las distintas administraciones, local y regional, mediante acuerdos marco y convenios. Sepes Entidad Estatal de Suelo actúa en aquellos municipios o comarcas en las que se detecta la necesidad de suelo industrial para garantizar el desarrollo y la competitividad, pero que corren el riesgo de quedar postergadas por la iniciativa privada. Sepes busca no sólo la rentabilidad económica de la actuación, ya que se financia a través de su actividad urbanizadora, sino también el beneficio social.

Sepes desarrollará casi 100 hectáreas de suelo industrial y residencial en Palencia

Dos nuevas actuaciones urbanísticas, que serán desarrolladas íntegramente por Sepes, van a transformar el norte de Palencia. Pedro Saura, director general de Sepes, compareció junto al alcalde de la localidad, Heliodoro Gallego Cuesta, para explicar las bases que regirán estas dos actuaciones: una capaz de albergar más de 1.500 viviendas, la mayoría protegidas, y otra industrial con espacio para que se instalen hasta 170 empresas. En total, cerca de un millón de metros cuadrados de suelo. En la operación, Sepes ha previsto una inversión superior a los 70 millones de euros, de los cuales unos 40 se destinarán al desarrollo de suelo industrial. El suelo destinado a actividades empresariales tendrá una edificabilidad de 340.931 metros cuadrados y capacidad estimada para unas 170 empresas.

Así, el nuevo norte palentino combinará ambas actividades, residencial y económica, bajo el criterio de la integración. Esto supone un cambio sustancial respecto al tipo de desarrollo urbano más frecuente en la actualidad, que segrega el espacio productivo del residencial, lo que se ha demostrado claramente insostenible por varios motivos. Un espacio industrial alejado del casco urbano es también más proclive a deteriorarse social y ambientalmente, y a quedar obsoleto en un plazo menor que aquellos espacios productivos integrados en las ciudades.

El planeamiento prevé una larga serie de medidas de eficiencia energética fruto de la colaboración entre el Ayuntamiento de Palencia, el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) y Sepes. Medidas como la elección de tipologías edificatorias que permitan garantizar el mayor número de horas solares en invierno y ventilación cruzada en verano; la reserva de suelo para repostaje de vehículos eléctricos enchufables; espacios para el aparcamiento de bicicletas en todos los edificios; limitación de la longitud de las calles para evitar que los vehículos superen los 30 km/h; y la implantación de un sistema de producción y distribución energía térmica que dé servicio a todo el barrio, así como el uso de iluminación LED en el alumbrado público para garantizar que el barrio suponga el menor impacto ambiental posible.