La adopción de robots móviles autónomos será clave para garantizar la escalabilidad en los almacenes

Zebra Technologies Corporation, empresa innovadora con soluciones y socios que permiten a los negocios mejorar su rendimiento, sostiene que la digitalización de los datos es sólo el primer paso para mejorar la eficiencia operativa de las empresas y que el siguiente paso debe ser la digitalización de los flujos de trabajo a través de los robots móviles autónomos (AMR, por sus siglas en inglés).

Estas soluciones de robótica pueden implantarse en cuestión de horas y automatizar varios flujos de trabajo en cuestión de días.

“Cuando alguien me dice que no tiene tiempo para estudiar los AMR como solución a un problema de mano de obra o de flujo de trabajo, le recuerdo el tiempo y el valor que pierden los trabajadores en actividades que harían mejor los robots”, afirma Jim Lawton, director general y vicepresidente de Automatización Robótica de Zebra Technologies. Y añade: “No pedirías a un piloto que sustituyera a una azafata cuando faltan azafatas. Te asegurarías de que todos los pilotos disponibles estuvieran en cabina para no tener que dejar los aviones en tierra. Así pues, ¿por qué no dedicar algo de tiempo a una investigación que, en definitiva, le ayudará a mejorar los márgenes de la empresa o, como mínimo, mantener los que tiene ahora?”.

Desde que los AMR son capaces de mover paquetes, contenedores, carros o palés, se está rentabilizando su actividad. Los flujos de trabajo comienzan a ser más coherentes; los procesos, más estables y el personal tiene mayor disponibilidad para realizar operaciones de manufacturing, procesamiento o distribución, incluso en periodos de picos de trabajo.

Desde su posición como observador del mercado, Zebra aboga por la entrada de robots móviles fiables y dinámicos para realizar trabajos que pueden resultar física y mentalmente agotadores para las personas. Los AMR se gestionan en la nube, con la intención de que puedan mantener su operación en todo momento, aunque cambien las circunstancias relativas a mano de obra, plazos de entrega, volúmenes de pedidos, etc.

La cuestión es que tienen que poder conectarse a distancia, mover algunos robots (como sucede con las personas) o deben poder dar el mando a otros empleados que no se encuentren in situ. Con una plataforma de AMR en cloud, es posible mantener el control total de la actividad en un entorno colaborativo.

“A veces escucho objeciones del tipo: las cosas ya han empezado a ir más deprisa desde que digitalicé mis operaciones y, por ahora, no hay incidencias, y por eso no quiero hacer nada que pueda interrumpir el flujo diario. Si uno ve la digitalización como la línea de meta, se prepara para un lento declive", añade Jim Lawton.

La transformación digital es un viaje y los AMR son una de las formas más rápidas de mejorar los procesos empresariales y responder a las peticiones de ayuda de los trabajadores. No tendrá que estancarse con proyectos complejos y que requieran de muchos recursos. Un cliente puede perfeccionar y ampliar constantemente y durante años esos flujos de trabajo automatizados utilizando la misma solución. De este modo, cuando le falte personal, podrá poner más AMR sobre el terreno para ayudar a suplir diferentes tareas o a incorporar nuevos trabajadores tras las campañas de contratación.

El directivo de Zebra apunta la flexibilidad como una de las principales ventajas de esta solución. Es sencillo reasignar los AMR o incorporar más unidades en planta de manera temporal. También es habitual encomendarles las tareas que resultarían incómodas si tuvieran que hacerlas personas, como los traslados de mercancía o actualización de inventario.

Conclusión

“Nadie espera que usted sea un experto en automatización robótica, aunque lleve décadas gestionando líneas de producción o de procesamiento altamente automatizadas. Los AMR, aunque sean robots, no son lo mismo que los brazos robóticos o los vehículos de guiado automático (AGV). Además, usted es un experto que utiliza la tecnología como herramienta y no la desarrolla. Los líderes de la industria se apoyan en partners que cuentan con un proceso bien definido de investigación, diseño de soluciones, implantación y soporte”, concluye Lawson. Los AMR son versátiles, pero deben configurarse para que sean compatibles con una aplicación específica e integrarse a la perfección con flujos de trabajo en los que intervenga el ser humano.