La comunicación interna y la pérdida de talento en la logística
La realidad que se vive en las empresas logísticas actualmente es un reflejo de los cambios que la sociedad está experimentando. El concepto de “empresa para toda la vida” no seduce a las nuevas generaciones y esto se traduce en altas rotaciones y pérdida de talento.
Ya no existe la figura del aprendiz que entraba en un almacén siendo muy joven y permanecía en ella durante toda su vida laboral. Los trabajadores ya no se sienten en deuda por esa formación gratuita, llegan más formados a la empresa y ofrecen su conocimiento esperando un reconocimiento a cambio. Del mismo modo, las compañías deben sobrevivir en un entorno cada vez más competitivo que les obliga a tomar decisiones fijándose únicamente en los balances financieros.
La rotación laboral puede tener un alto coste para las organizaciones cuando se convierte en pérdida de talento, es decir, cuando la compañía no es capaz de retener a las personas que han demostrado su valía, creatividad y acumulan no solo conocimientos vinculados al desempeño de su trabajo, sino a la cultura empresarial. Según un estudio del Center for American Progress, la pérdida de talento supone una pérdida económica de hasta un 20% del salario anual del trabajador que se marcha y esto es algo que cada vez ocurre con más frecuencia en la industria logística.
Son varias las causas que mueven a un profesional a cambiar de empleo. Una oferta que nadie podría rechazar, un cambio de sector, diferencias con los jefes, pérdida de ilusión… Muchas de ellas están estrechamente relacionadas con la dificultad que tienen las empresas por reconocer la valía de sus empleados y, en esto, la comunicación interna juega un papel crucial.
La fuga de talento, la baja productividad o el casi nulo sentimiento de pertenencia a la organización ponen de relieve la debilidad que la comunicación interna sufre en la logística. Se invierte más en la mejora de procesos o en el control de los horarios de los trabajadores que en hacerles llegar las novedades de la empresa, por no hablar de los reconocimientos por el trabajo bien hecho.
La sociedad está en constante cambio y lo mismo ocurre con las corporaciones y sus equipos. Tener una planta con la maquinaria más avanzada y un almacén inteligente no sirve de mucho si dejamos escapar a las personas que hacen que esos avances sean posibles. La dirección debe abandonar su torre de marfil y poner en práctica acciones de comunicación del siglo XXI que les acerquen a su equipo, creen cohesión y aumenten la motivación de la plantilla.
Intercambio de conocimiento entre empleados
¿Saben los trabajadores de la planta lo que hacen los de las oficinas o los transportistas? Mostrar y poner en valor el trabajo de todos los departamentos genera empatía y mejora la comunicación y la cooperación interdepartamental. Uno de los valores de la comunicación interna es su capacidad para cohesionar equipos y esto es algo que la dirección no puede desaprovechar.
Sin discriminación
Históricamente, el personal de planta se ha sentido menos valorado con respecto al personal de oficinas en términos de comunicación. Es cierto que, hace unos años, resultaba complicado conectar con los empleados si la única herramienta disponible era el tablón de anuncios, pero hoy por hoy, la tecnología pone a nuestro alcance otras herramientas, como pantallas digitales o dispositivos móviles, que facilitan mucho esa labor.
Interés por sus opiniones
Una comunicación interna exitosa debe atraer al empleado y, para conseguirlo, la empresa tiene que saber lo que le preocupa, le motiva, le molesta y la agrada. Esto no quiere decir que solo haya que hablar de estos temas, la empresa debe encontrar el equilibrio entre los mensajes corporativos, tanto negativos como positivos, y los asuntos que despiertan el interés de su audiencia.
Definición y estrategia
La comunicación interna no es algo que se improvise. Es necesario establecer una planificación de contenidos y un calendario que se irán actualizando con el paso de los días, los acontecimientos y los resultados. Medir el éxito de los mensajes y de cada una de las acciones es básico para alcanzar una comunicación interna exitosa.
En definitiva, la industria logística actualmente necesita estar a la altura de lo que sus equipos demandan y, para ello, debe incluir en su gestión transparencia, confianza, colaboración y, sobre todo, una comunicación interna estructurada y actual.
