Actualidad Info Actualidad

“La gestión responsable de la cadena de suministro situará al sector empresarial un paso por delante de las demandas y desafíos del futuro”

Llevando la sostenibilidad más allá de los muros de la empresa

Cristina Sánchez, directora ejecutiva de la Red Española del Pacto Mundial17/03/2021

“Las empresas deben tratar de mitigar las consecuencias negativas sobre los derechos humanos relacionadas con sus operaciones, incluso cuando no hayan contribuido a generarlas". He considerado importante comenzar con este fragmento del marco de los Principios Rectores sobre Empresas y Derechos Humanos de la ONU, pues representa claramente el mensaje que queremos trasladar a las empresas: la gestión responsable de la cadena de suministro también repercute en el hecho de que un negocio sea considerado sostenible.

Para arrojar algo más de luz a este concepto, pongamos como ejemplo hipotético una pequeña empresa que se dedica a vender muebles de madera bajo una etiqueta sostenible. Su estrategia de sostenibilidad contempla el cuidado de la plantilla, la gestión de los recursos generados y la compensación de las emisiones emitidas, entre otras medidas. Sin embargo, no ejerce un control sobre los proveedores que le suministran la madera y ésta proviene de bosques no certificados en los que se está produciendo una tala indiscriminada de árboles. Entonces, todos los esfuerzos de la empresa por implantar un modelo de negocio sostenible serían en vano, puesto que no ha sido capaz de ver más allá de los muros de la compañía.

Cristina Sánchez, directora ejecutiva de la Red Española del Pacto Mundial
Cristina Sánchez, directora ejecutiva de la Red Española del Pacto Mundial.

Éste puede parecer un ejemplo muy simple y, sin embargo, es una circunstancia que probablemente se repite a diario en el ámbito empresarial ya que tan sólo alrededor de un 40% de las grandes empresas y un 15% de las pymes evalúan a sus proveedores bajo criterios sociales y medioambientales. Son algunas de las cifras que hemos recogido en nuestro White paper nº3 'Gestión responsable de la cadena de suministro: trasladando el compromiso por la sostenibilidad a los proveedores' y que señalan la necesidad de poner una atención mayor sobre las cadenas de valor, considerándolas una parte más de la empresa a la hora de evaluar los impactos de la misma.

Y es que, hoy en día, prácticamente todas las empresas del mundo disponen de una red de proveedores a través de la cual adquieren materias primas, subcontratan ciertos servicios o incluso cubren toda la cadena de valor de la organización. De hecho, las estimaciones establecen que el 80% del comercio a nivel global pasa por las cadenas de suministro, lo que las sitúa como uno de los motores de la economía a nivel mundial.

Todo ello hace que su importancia sea vital para el desarrollo de un negocio, un hecho que, además, se ha hecho aún más patente con el estallido de la pandemia de la COVID-19. Durante la misma, las organizaciones han necesitado desarrollar una respuesta rápida para abordar las disrupciones y readaptar sus negocios, una tarea que ha puesto a prueba la solidez de sus cadenas de valor y también de su compromiso con la sostenibilidad.

Porque, en efecto, uno de los riesgos a los que se enfrentan estas estructuras es la vulneración de nuestros Diez Principios mediante prácticas como el trabajo forzoso o la explotación infantil que aún siguen vigentes. Según la OIT, 40,3 millones de personas han estado sometidas a la esclavitud moderna y se calcula que 152 millones de niños y niñas trabajan en todo el mundo. Datos alarmantes que reafirman que las empresas no pueden mirar hacia otro lado en cuanto a lo que acontece en sus cadenas de valor, sino que deben implicarse más en las mismas asegurándose de que se respeten los estándares básicos en derechos humanos y desarrollo sostenible.

Desde el Pacto Mundial de Naciones Unidas en España hemos observado un aumento reciente de la concienciación de las empresas al respecto, convirtiéndose el control de la cadena de suministro, poco a poco, en una tendencia más relevante en el ámbito de la sostenibilidad empresarial. De hecho, según nuestra consulta a más de 1900 empresas, ya un 30% de las empresas españolas dispone de un código de conducta a proveedores, porcentaje que aumenta hasta un 57% en el caso de las grandes empresas.

Para alentarlas a incrementar sus esfuerzos en este sentido y convertir esta tendencia en un estándar entre el tejido empresarial, hemos incluido en nuestro paper una guía sobre cómo gestionar la cadena de suministro de manera responsable. Ésta está basada en los Principios Rectores sobre Empresas y Derechos Humanos de Naciones Unidas, un marco de referencia para gestionar los impactos empresariales en el ámbito de los derechos humanos que además celebra este 2021 su décimo aniversario. El resultado: un proceso de tres fases diferenciadas que va desde la creación de una declaración por el respeto de los derechos humanos hasta el establecimiento de mecanismos de reclamación pasando por la identificación, mitigación y prevención de los potenciales impactos de la empresa sobre los derechos humanos a través de un proceso de debida diligencia.

Si bien es cierto que este proceso requiere un trabajo y esfuerzo elevado por parte de la compañía, también hay que poner en valor todas las oportunidades que el mismo reportaría. Entre ellas se encuentra, además de la mitigación de riesgos, la aportación de valor a un consumidor cada vez más informado y preocupado por consumir de forma sostenible, la adaptación a nuevas normativas en la materia que puedan surgir o el hecho de conseguir una mayor eficiencia en los procesos y una mayor resiliencia de la empresa.

En definitiva, la gestión responsable de la cadena de suministro situará al sector empresarial un paso por delante de las demandas y desafíos del futuro. Una ventaja que, sin duda, puede servir como argumento de peso para aquellos que todavía no han decidido aventurarse en este camino hacia la confección de una cadena de valor sostenible.

Nos encontramos en un momento de transformación en el que no podemos conformarnos con simplemente reconstruir lo que ya teníamos, sino que debemos apostar por un futuro mejor. En él, las empresas tienen mucho que decir y que hacer. Su compromiso es fundamental para conseguir las metas marcadas y virar hacia un sistema productivo más resiliente, orientado a la generación de beneficios que contemplen las variables medioambiental, social y humana. Y este compromiso debe darse de un modo holístico. Ya no sirven medias tintas ni acciones de responsabilidad social aisladas. Debemos de integrar la sostenibilidad en el core de la estrategia empresarial, haciendo que ésta permee en todas las estructuras, internas y externas, de la compañía.

De este modo, con un sector empresarial plenamente comprometido, con cadenas de suministro cien por cien sostenibles, podremos alcanzar nuestro propósito de un mundo más sostenible, justo y resiliente. Podremos, en efecto, cumplir con la Agenda 2030.

Comentarios al artículo/noticia

Deja un comentario

Para poder hacer comentarios y participar en el debate debes identificarte o registrarte en nuestra web.

ÚLTIMAS NOTICIAS

OPINIÓN

José Porto, director de operaciones de Reflex

"En Reflex, nos comprometemos a liderar la digitalización y la automatización en los almacenes del futuro. Con nuestro enfoque en la inteligencia aumentada, ayudamos a las empresas a optimizar cada etapa de sus operaciones logísticas"

SERVICIOS