Hacia una cadena de suministro 'sin fisuras', global e ininterrumpida

La crisis sanitaria y económica ha supuesto una inesperada transformación de la forma de vida en el último año. No solo ha obligado a la sociedad a actuar de maneras diferentes, modificando tendencias y patrones de consumo a nivel mundial, sino que también ha cambiado la forma en la que entendíamos nuestros negocios, orientándonos hacia:

• La búsqueda de soluciones personalizadas y respuestas ininterrumpidas para los clientes;
• La gestión de alternativas en la fabricación y la distribución, para así satisfacer nuevas necesidades y afrontar imprevistos;
• La planificación con flexibilidad para adaptarse a las necesidades cambiantes de los clientes.

Los cambios de este 2020 han hecho a las empresas logísticas enfrentarse a estos retos, que han vuelto al sector mucho más 'cliente-céntrico'.

De la industria de la automoción a la industria electrónica, diversos materiales y bienes han sido tradicionalmente distribuidos por todo el mundo en diferentes momentos de su proceso de fabricación. Múltiples localizaciones en el mundo intervienen en la cadena hasta que los productos finales son reexportados a sus consumidores. Este sistema se ha visto interrumpido de manera discontinua desde el inicio de la crisis.

Desde el comienzo de la pandemia, hemos sufrido nuestra vulnerabilidad y dependencia de las cadenas de suministro globales. Por primera vez en muchas décadas, los mercados europeos han experimentado la escasez de algunos productos sanitarios y cotidianos a causa de las interrupciones en la distribución debido a los confinamientos y otras restricciones intermitentes. En diferentes países, el stock de mascarillas y EPIS se agotaron rápidamente frente a una demanda sin precedentes. Muchas personas, incluso sectores claves y altamente vulnerables, fueron expuestos al virus durante semanas. En muchos casos, la dependencia de productos extranjeros es ahora percibida como un riesgo. Tanto empresas como clientes, conscientes de su vulnerabilidad, reclaman ahora garantías de suministro: han modificado sus criterios de elección, prefiriendo calidad frente a precio:

• En los últimos meses colectivos sociales e individuos desinteresados han producido suministros de mascarillas y elementos de protección a hospitales locales, servicios y compañeros de trabajo. El saber local, el espíritu emprendedor y la tecnología, como la impresión 3D, permitieron producciones alternativas de protecciones demostrando que ciertas necesidades, requieren de acciones inmediatas y de producción local.

• La conciencia de la escasez ciertamente contribuye ahora a un uso más racional de ciertos productos. La demanda de más artículos y servicios cualitativos conducirán a la confianza en fabricantes y distribuidores cercanos a nuestros propios territorios, apoyando una economía circular arraigada en la disponibilidad de material local y de la experiencia de su mano de obra.

Este impulso a la garantía de suministro y calidad de algunos productos puede conllevar decisiones de concentración de procesos en una única ubicación. Ya algunas empresas o minoristas en declive han visto el renacimiento de su productividad debido a la alta demanda de ciertos productos, en particular mascarillas y desinfectantes. El descubrimiento de la conveniencia y la proximidad de la producción basada en las condiciones del entorno puede conducir a la activación de otros sectores industriales. Pero también la posibilidad de adaptarse e incorporar tecnología. Una nueva industria local que pueda asegurar la provisión de productos cualitativos, respaldada por el uso de tecnología, comunicación, autocontrol y automatización, es la revolución en curso de la manufactura tradicional que ha recibido el nombre de Industria 4.0.

Este tipo de nueva fabricación junto con el aumento del interés por los productos locales puede impactar en la industria actual de procedimientos y apoyar una desglobalización de ciertos procesos. Obviamente, cualquier innovación en la industria manufacturera tiene un verdadero potencial para transformar el conjunto de la cadena de suministro…, de hecho, si la manufactura de ciertos bienes se produjese localmente, ¿cuáles serán los cambios en las cadenas de suministro actuales?

La Industria 4.0 requerirá materiales y alta tecnología para poder satisfacer las demandas de sus procesos. La gran mayoría de sus materias primas no pueden ser sintetizadas por lo que, habrán de ser transportadas desde sus diferentes orígenes.

Barcos y aviones se habrán de adaptar, a la vez que puertos y aeropuertos, para satisfacer los nuevos requerimientos impuestos. La Industria 4.0 se concibe cómo un sector altamente resiliente, flexible a diferentes procesos de fabricación, que pueden requerir por lo tanto de diferentes materiales, objetos y bienes con muy poca antelación. Logística e industria optimizarán sus infraestructuras vinculándose a los centros de transporte, para poder enviar y entregar a tiempo, bajo todas las garantías de seguridad y control sanitario. Esto condicionará los requisitos de ubicación de la Industria 4.0, modificando los criterios de asentamiento de sus fábricas para facilitar su adaptabilidad. Como sucedió en el pasado, los espacios próximos a infraestructuras de distribución, como hubs logísticos, aeropuertos y puertos serán los más adecuados para esta industria. Más aún, dichas plataformas tenderán a diversificar sus negocios y su funcionamiento, para potencialmente convertirse en infraestructuras también productivas. El puerto de Rotterdam o el aeropuerto de Pittsburgh trabajan ya en el desarrollo de la fabricación en 3D dentro de sus instalaciones, para, por ejemplo, poder ofrecer soluciones directas a reparaciones de sus clientes.

A medida que el coronavirus continúa propagándose alrededor del mundo, más zonas geográficas han sufrido restricciones, aumentando la demanda de bienes y suministros. Al mismo tiempo cierres temporales en industrias, comunicaciones y servicios, interrumpen la oferta tradicional de canales de cada cadena de suministro.

La tecnología seguirá jugando un papel crucial en el futuro de la logística, no solo por el empleo de nuevos vehículos automatizados sino también en la investigación y conocimiento. El uso extensivo de información y estadísticas permite ya aprovechar las diferentes condiciones locales y evitar restricciones en las cadenas de suministro. La monitorización y uso extensivo del Internet of Things, facilitado por el desarrollo de 5G y Redes LPWA, permitirán una mayor eficiencia al seguimiento de bienes y materiales, incluso anticipar los patrones de consumo y la demanda de determinados productos.

Podría decirse que la actual crisis ya ha hecho más por la digitalización en los últimos meses que empresas y gobiernos en los últimos años. El uso de nuevas tecnologías, como IoT o los vehículos automatizados, está ayudando a garantizar la continuidad de negocios, manteniendo la productividad y servicios preservando la salud y seguridad de sus personas. Es el caso de los condados de Logan y Camberra en Australia, donde el reparto por dron ha permitido a muchos negocios mantener su actividad durante los confinamientos de 2020. O muchas zonas rurales de China, donde productores y agricultores locales han distribuido directamente sus mercancías a consumidores a través de plataformas virtuales. Estos nuevos canales deberán ser económicamente sostenibles (a largo plazo) para que las empresas los incorporen en sus actividades regulares. La digitalización de estos procesos, servicios y negocios están anunciando el surgimiento de una nueva infraestructura: la propia información.

La comprensión de todos los datos generados por los millones de dispositivos (teléfonos móviles, sensores, etc) en todo el mundo está creando una nueva fuente de conocimiento, entre cuyas posibilidades, está la transformación de datos en información que acerque a empresas y clientes, creando mercados altamente especializados. Consumidores y proveedores están tratando de captar con la tecnología el valor perdido y alentando un modelo de cadena de suministro mucho más eficiente. Entendiendo las demandas de los clientes de manera más específica, se pueden entregar productos de forma más segura, eficiente y más rápida. La infraestructura de la información proporcionará la flexibilidad y la resiliencia suficiente a las empresas para personalizar cualquier posible cadena de suministro.

Satisfacer las nuevas demandas que surgen de la crisis actual obligará a productores y minoristas a colaborar estrechamente en la comunicación de sus envíos, flexibilizando y diversificando su distribución en diferentes canales para ofrecer una conexión perfecta e ininterrumpida con sus clientes.

Estamos presenciando en esta crisis económica y sanitaria, como nunca antes, la alineación de la innovación tecnológica con las demandas de clientes y empresas. El uso extensivo de la información como una infraestructura de enlace entre oferta y demanda, dará forma a cadenas de suministro sin fisuras, específicas y continuas, que no solo seguirán transformando la industria logística, sino también nuestras propias estructuras económicas y sociales.