Central Lechera Asturiana apuesta por al innovación y la calidad para imponerse en el mercado
El consejero delegado de Central Lechera Asturiana, Pere Astals, ha desgranado los próximos movimientos de su compañía y la situación del sector lácteo en un desayuno organizado por PwC yLa Vanguardia en Barcelona.
Las marcas blancas han merecido algunas de las consideraciones más interesantes expuestas por Astals. Simplemente “no existen”, ha dicho. El directivo catalán se refiere a que el consumidor de productos de marcas blancas es consciente de que consume una u otra marca por muy blanca que se quiera hacer llamar y que, por tanto, en contra de la creencia popular, poseen una identidad concreta en el mercado. Frente a estas marcas que enarbolan la bandera del bajo coste y el ahorro, la de Astals se entestará en mantener un producto de mayor calidad, acreditada por terceros, y en tratar de que el cliente valore la posibilidad de pagar un poco más con tal de recibir una mayor calidad. Para lograr este objetivo, harán pedagogía a partir de una campaña de comunicación en la que invertirán 100 M€ y llamarán la atención del cliente con un nuevo y vistoso envase.
No obstante, a pesar de tener una estrategia de actuación bien definida, Astals otea “nubes negras en el horizonte”. Dejando la crisis a un lado, el directivo de Central Lechera Asturiana apunta cuatro escollos a sortear: la concentración en el mercado de lácteos español, la escasez de materia prima, la irrupción de operadores extranjeros y unas directivas europeas ineficientes y de alta exigencia. Sin embargo, las peculiaridades de la industria alimentaria y la “permanente reconversión” de las explotaciones ganaderas le confieren una envidiable estabilidad que convierte a sus empresarios en “los pobres de los buenos tiempos y los ricos de los malos tiempos”.
