Transporte de mercancías en Francia: el Ferrocarril espera tomar la delantera
El estado francés lanzó a finales de 2007 el plan Grenelle Environnement en colaboración con organizaciones de la sociedad civil con el objetivo de preservar el medio ambiente y fomentar el desarrollo sostenible. Para ello se han puesto en marcha una serie de leyes que prevén, entre otras medidas, bajar a un 25% el volumen de mercancías transportadas por carretera y reducir las emisiones de carbono en un 20 % para el 2020, lo que supone un paso en favor del ferrocarril, según las conclusiones de Invest in France, Agencia Francesa para las Inversiones Internacionales.
El apoyo de la UE por la liberalización del ferrocarril llevó a una serie de leyes en Francia por las que en 2003 se autorizó a operadores independientes y desde el 31 de marzo de 2006 se encuentra liberalizado. Actualmente, se está creando una Comisión Reguladora del Ferrocarril (CRAF) que se ocupará de garantizar el acceso abierto a todos los operadores de ferrocarriles.
Con ello, además de los operadores tradicionales de sectores como productos químicos, cereales, cemento, hierro, etc., han aparecido otros con sus filiales, como DB Schenker (Alemania); Euro Cargo Rail (filial del grupo británico EWSI); CFL Cargo (ferrocarriles de Luxemburgo y ArcelorMital); VFLI (filial de la SNCF francesa); Veolia Cargo (filial de Veolia Transport); Rail 4 Chem (BASF alemana), y Europorte 2 (filial de Eurotunnel). Dichos operadores también están desarrollando sus actividades en el mercado de cargas parciales.
Asimismo, el transporte combinado ferrocarril-carretera o multimodal ha experimentado un crecimiento importante en el sector de los contenedores. El desarrollo de la capacidad carga ancha (B+), junto con la introducción de material rodante especializado y las nuevas tecnologías como el remolque (camión ferrocarril) Modalohr, ha propiciado este incremento.
Los avances tecnológicos van acompañados de obras de infraestructura como la apertura del enlace ferroviario Perpiñán-Luxemburgo; los principales túneles transalpinos como el de Lötschberg o el del Gothardo, que se verán complementados con las conexiones viarias y túneles adyacentes de carga ancha entre diferentes regiones francesas y con conexiones a otros países europeos como la conexión entre Barcelona y Budapest.
Otro eje para el transporte multimodal es la apertura de las plataformas portuarias a la red ferroviaria general mediante la modernización de los haces de vías y de las vías muertas. Su funcionamiento correra a cargo de los operadores que están también autorizados a poner en marcha vías sencillas (Rail 4 Chem, Veolia, VFLI, etc. Un ejemplo de ello sería la modernización de la línea que conecta con el puerto de Le Havre, que sortea Rouen y el corredor de carga estrecha del Sena, y que evita el cuello de botella de la estación de clasificación de París.