Sixte Cambra, nuevo presidente de la asociación Barcelona-Catalunya Centre Logístic

Sixte Cambra, presidente del Puerto de Barcelona, ha sido nombrado presidente de Barcelona-Catalunya Centre Logístic (BCL) durante la asamblea general de la asociación.

La asamblea general también ha aprobado el nombramiento del nuevo comité ejecutivo y de tres nuevos vicepresidentes, Jordi Cornet, delegado especial del Estado en el Consorci de la Zona Franca de Barcelona; Jordi Espín, gerente de Transprime; y el representante del Ayuntamiento de Barcelona que está pendiente de confirmación. Los vocales del comité ejecutivo han sido escogidos en representación de las diferentes instituciones miembros de la asociación (Puerto de Tarragona, Aeropuerto de Barcelona, Ferrocarriles de la Generalitat, Cimalsa, Mercabarna, Fundación ICIL y el Consejo de Usuarios del Transporte de Cataluña) y de las empresas privadas (Damm, Meroil y Saba).

Sixte Cambra ha anunciado las principales líneas de actuación de BCL para los próximos dos años con el objetivo de impulsar el sector logístico catalán: velar por la ejecución de las infraestructuras —Corredor Mediterráneo, accesos viarios y ferroviarios a los puertos, red ferroviaria preparada para convoyes de 750 metros, etc.— que faciliten la competitividad del sector y que éstas den respuesta a las necesidades actuales y futuras del país; fomentar la calidad, eficiencia y transparencia de los servicios administrativos y físicos de la cadena logística; potenciar las acciones de comercialización y difusión internacional; incorporar las tecnologías y la eficiencia energética, especialmente en el transporte terrestre; y consolidar los horarios de servicio de la cadena logística hacia una oferta 24hx7.

El nuevo presidente de BCL ha apuntado que la sostenibilidad del sistema logístico catalán debe ser una de las prioridades de la asociación. El sector logístico tiene que apostar por un modelo respetuoso con el medio ambiente, y que reduzca su huella de carbono, gracias a un uso más eficiente de los recursos actuales y por un cambio hacia energías más limpias, como son el gas natural y la electricidad.

Entre las acciones a desarrollar en los próximos años, destaca la actualización de la Agenda Logística 2020 (AL 2020). Presentada por BCL en 2011, el AL 2020 ha sido el documento de referencia del sector logístico catalán, analizando la situación de empresas e infraestructuras e identificando los puntos donde había que realizar mejoras. Ahora se ha abierto un proceso de reflexión para adaptar el documento a los retos y necesidades actuales con el objetivo que tenga una visión utilitarista para la decisión y priorización de las políticas públicas y que potencie la competitividad industrial de Cataluña y de su sector logístico.

La nueva presidencia de BCL también impulsará la creación de un grupo de reflexión sobre las tendencias y la evolución de la logística a largo plazo. Este think tank logístico reunirá a profesionales provenientes de diferentes ámbitos industriales y logísticos con el objetivo de aportar una visión global y sistémica del sector que facilite la modernización e internacionalización de las empresas y el posicionamiento de Cataluña como referente logístico internacional.

El proyecto de la Red de Plataformas Logísticas del Mediterráneo completa las iniciativas que emprenderá BCL en los próximos años. Esta red pretende poner en relación las comunidades empresariales de los nodos logísticos norteños y del sur del Mediterráneo para adoptar estrategias compartidas que consoliden la región como un espacio logístico de referencia global. El proyecto que tendrá sede en Barcelona, quiere recoger la experiencia de iniciativas como las Redes Transeuropeas de Transporte (TEN-T) o la red de ciudades EU Core Limpio Cities, y fomentará el desarrollo de servicios logísticos integrados que generen sinergias y refuercen la competitividad de las diferentes plataformas logísticas. La red también impulsará políticas de eficiencia y de sostenibilidad y quiere facilitar la interlocución entre las comunidades logísticas y las administraciones locales y regionales —Estados y UE— para conseguir unas políticas públicas que potencien la competitividad y el crecimiento del sector.