Asaja considera “hipócrita” que la patronal láctea pida consumo de queso nacional mientras importa leche
Ante el llamamiento que ha hecho el director general de la Federación Nacional de Industrias Lácteas (Fenil), Luis Calabozo, de consumir queso producido en España frente la opción de productos importados, Asaja de Castilla y León pregunta si ese fomento del consumo se refiere a queso producido en España con leche de los ganaderos españoles, o si se refiere a queso producido en España con leche traída de otros países europeos. Asaja considera que “es hipócrita que los dirigentes de Fenil pidan consumir productos que elaboran ellos en España apelando al patriotismo ciudadano, cuando nunca han tenido reparos para importar leche de países excedentarios europeos estrangulando así a las ganaderías españolas e impidiendo su rentabilidad, así como su crecimiento, y redimensionamiento”.
La organización agraria recuerda que la producción de leche de española cubre solo dos terceras partes del consumo, que la industria se la paga al ganadero con un diferencial de entre tres y cinco céntimos menos que el precio medio europeo; si incluso en estas condiciones entran productos importados de fuera, es únicamente porque la industria láctea nacional no es competitiva. Lejos de innovar, de aquilatar costes, de redimensionarse y de buscar mercados internacionales, como lo han hecho sus colegas europeos, se han limitado a sobrevivir únicamente a costa de pagar poco al ganadero, hasta el punto de que las marcas más señeras han sido sancionadas por formar un cártel (Cártel de la leche, Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia).
Siendo Castilla y León una de las regiones con mayor peso en la producción de queso de toda España, Asaja hace un llamamiento a las industrias lácteas para que de verdad se comprometan con el sector ganadero y equiparen los precios de la leche al menos con la media europea y que se comprometan a no traer leche de fuera si el sector ganadero tiene capacidad para proporcionársela, y, a partir de ahí, hacer un llamamiento patriótico para consumir productos lácteos de España y de Castilla y León, como forma de generar riqueza y empleo.