Maite Carbajo: “El modelo productivo del futuro deberá tener equilibrio entre eficiencia y sostenibilidad”

Maite Carbajo, decana de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de León participará en la jornada técnica ‘Ganadería: clave de futuro y oportunidades’, que se celebrará el próximo día 7 de noviembre en la Sala de Cámara del Centro Cultural Miguel Delibes de Valladolid, organizada por el Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (ITACyL) y la Junta de Castilla y León.

Web con programa e inscripciones: retosganaderos.es

En España, y por ende en nuestra comunidad autónoma, Castilla y León, la estructura territorial construida en el siglo XX, y que perdura en el XXI, ha provocado graves desequilibrios que han derivado en una falta de oportunidades profesionales y de una vida mejor, pudiéndose encontrar:

• Dificultades para acceder a un empleo ya que no hay suficientes ofertas de alta cualificación, ya que los/las jóvenes cada vez están académicamente mejor preparados/as; la agricultura y la ganadería tradicional se encuentra en desventaja a la hora de competir en un comercio global y las mujeres topan con más dificultades para incorporarse a una economía rural tradicionalmente de hombres.
• Dificultades para poner en marcha un proyecto de vida independiente, debido a la escasez de vivienda económica y atractiva, con gestiones en los pequeños núcleos rurales que avanzan lentamente para poner a disposición terrenos donde poder construirlas.
• Dificultades para mantener aquellos servicios que dan seguridad a los ciudadanos. El cierre de los consultorios médicos y de los colegios no estimula el arraigo de la población en el entorno rural, como tampoco lo hace la reducción que han sufrido los medios de transporte público (líneas de autobús o de tren), la clausura de las oficinas bancarias y la mala conectividad a internet.
• Dificultades para encontrar una oferta cultural atractiva.
• Dificultades para romper con el estereotipo de la falta de oportunidades en el mundo rural y apostar por él.

Va de la mano de la despoblación de los núcleos rurales. Si esta no se ataja, será complicado que una nueva generación pueda suceder y heredar esa forma de vida., lo que afectará de manera importante al sector agrícola, pero de forma más grave al sector ganadero, ya que requiere de atención durante todos los días del año. Castilla y León se encuentra en la punta de lanza del fenómeno de la despoblación. Los datos de Eurostat ponen de manifiesto que, frente a los 93,8 hab./km² en España, la densidad media en nuestra comunidad autónoma no supera los 25,6 hab./km², y aunque en alguna de sus provincias (León, Salamanca y Valladolid) puede estar por encima de esta media, en Ávila, Burgos, Palencia, Segovia, Zamora y Soria no supera los 8,7 hab./km². En el siglo XXI continúa produciéndose pérdida de población en los núcleos rurales, muchos de ellos con crecimiento vegetativo negativo, que explica el bajo porcentaje de responsables de empresas agrarias con menos de 25 años.

Siendo conscientes de que la riqueza no se encuentra sólo en lo urbano, es necesario favorecer la movilidad y lograr una conexión total de las zonas rurales con el mundo global en el que nos encontramos e implantar medidas que vertebren el territorio y velen por que exista igualdad de oportunidades para mejorar la calidad de vida y favorecer el emprendimiento empresarial.

Las soluciones deben dar respuesta a las dificultades antes señaladas, y para ello las entidades rurales:

• Deben disponer de recursos económicos para invertir en sus territorios e impulsar infraestructuras estratégicas como la construcción y rehabilitación de la vivienda.
• Apoyar proyectos de emprendimiento que proporcionen un medio de vida a las personas que los inicien mejorando la estructura de las empresas de los y las jóvenes agricultores/as para incrementar su nivel de renta; facilitar el acceso a la tierra, al crédito y mejorar la fiscalidad.
• Hacer visibles las fortalezas del mundo rural basadas en la sostenibilidad ambiental, el valor de la comunidad, la salud y la naturaleza.

También es importante recordar que las dificultades son comunes a la mayoría de los núcleos urbanos por lo que podría ser interesante abordarlas de una forma mancomunada, para unir sinergias y sumar fortalezas en vistas a conseguir proyectos más dinámicos y competitivos.

Las actividades ganaderas, al igual que las agrícolas, forman parte de la cadena alimentaria. Las crisis que venimos sufriendo en estos últimos años (la Covid, las guerras, la sequía…) ha revelado la fragilidad del sistema de abastecimiento de alimentos y de la seguridad alimentaria.

Pero también ha puesto en valor el papel que tienen los/las jóvenes ganaderos/as en el relevo generacional, en la fijación de población y en la sostenibilidad medioambiental. En los modelos productivos, habrá que afrontar el reto que supone la transición ecológica buscando un mayor equilibrio entre eficiencia y sostenibilidad. En el contexto de la despoblación del mundo rural, será necesario considerar, no solo los sistemas intensivos de producción, sino también la importancia de la ganadería extensiva como una herramienta de lucha contra el cambio climático, la gestión eficiente de los recursos naturales y la protección de la biodiversidad.

El futuro de la ganadería, y su repercusión favorable para atajar la despoblación, pasa también por potenciar los canales de comercialización de sus productos y la venta de proximidad, sin olvidar la importancia de mantener un estatus sanitario óptimo de la cabaña ganadera.