Las últimas lluvias permiten aliviar la subida de costes en la ganadería extremeña
Las lluvias de las últimas semanas han aliviado la situación de la ganadería extremeña, ya que permiten un menor desembolso en alimentación complementaria después del prolongado periodo de sequía del año pasado. “La situación ha cambiado de una manera importante en relación a hace no muchas semanas”, señala Enrique de Muslera, presidente de la Asociación Ganaderos del Reino.
Las precipitaciones que se han producido en Extremadura, unidas a unas temperaturas “suaves” en general, auguran que el sector vaya a disponer de la hierba necesaria durante el primer semestre del año siempre que ahora no se produzcan heladas significativas que impidan su crecimiento. Enrique de Muslera afirma que la situación es ahora “óptima” en múltiples zonas de la región, aunque ha recordado que “no ha llovido en todas las zonas por igual”, pues se produjeron menos precipitaciones en comarcas como la Campiña Sur.
Todo ello ha permitido al ganadero disminuir la alimentación complementaria, en algunos casos hasta el hecho de que ya no sea precisa utilizarse, lo que supone un importante alivio para el sector en un momento además de inflación. A todo ello se une que las lluvias han permitido mejorar la situación de las charcas y de los pozos, con escasa cantidad de agua tras finalizar el verano, y en muchos casos hoy ya “llenas”.
Enrique de Muslera afirma que estas precipitaciones han sido muy importantes pues de no haberse producido, la situación hubiera sido “preocupante”. El máximo responsable de la Asociación Ganaderos del Reino considera que 2022 ha sido “uno de los peores ejercicios que se recuerdan”, tanto por la sequía como por la situación de los precios o el “tremendo aumento” de los costes de producción.
En este sentido, el incremento de los piensos, las semillas, el gasóleo o la electricidad, cuyos costes en algunos casos se han doblado, ha sido “muy superior” al alza de los precios en los segmentos donde se ha producido (por ejemplo en el vacuno), pues en otras áreas (como los corderos o el porcino) las cotizaciones ni tan siquiera han subido. A todo ello se unen “las manifestaciones contrarias al consumo de carne”, que también afectan al sector.