Arranca la montanera con el sector del cerdo ibérico pendiente de las lluvias otoñales
La alimentación de los cerdos es un factor fundamental para obtener un jamón de alta calidad y en cantidad. Para que un jamón sea considerado ibérico de bellota, resulta crucial que los cerdos se alimenten de manera adecuada durante un período específico. En este tiempo, deben consumir principalmente bellotas, el fruto distintivo de los árboles del género Quercus, lo que garantiza las características excepcionales de este tipo de jamón.
Con el objetivo de producir cada año el mejor jamón ibérico de bellota, tanto de puros ibéricos 100%, como cruzados (50% y 75% raza ibérica), se lleva a cabo la montanera. Durante esta temporada, los animales pastan en extensivo en dehesas, alimentándose exclusivamente de bellotas, hierbas y pasto durante meses hasta alcanzar el peso ideal con esta alimentación, lo que garantiza las propiedades únicas del jamón.
“La temporada de montanera suele durar 5 meses, comenzando generalmente con la caída de la bellota a finales de septiembre primeros de octubre y extendiéndose hasta febrero, dependiendo de la ubicación de la dehesa”, explica Antonio Caballero, responsable de ventas de Dehesa Las Cumbres.
Uno de los factores clave a tener en cuenta durante la montanera es la ubicación de las dehesas. En España, algunas de las mejores y más abundantes zonas de dehesas se encuentran en las comunidades autónomas de Extremadura, en sus dos provincias, y en Andalucía, especialmente en provincias como Córdoba, Huelva, Cádiz y Sevilla. Asimismo, Castilla y León, en particular la región de Salamanca también destaca por sus dehesas de alta calidad. Además, en países vecinos como Portugal, concretamente en la zona del Algarve, hay excelentes dehesas que producen una abundante cantidad de bellotas, esenciales para la producción del mejor jamón ibérico de bellota.
El clima es otro factor que puede beneficiar o perjudicar esta fase de engorde de los cerdos. Y es que el tiempo puede afectar a la cantidad de bellotas que producen las encinas que provienen de especies del género Quercus. También que el otoño sea lluvioso, para que el sotobosque y los pastos sean abundantes.
“En algunas fincas, para garantizar una distribución y uniformidad en la caída de la bellota, las especies del género Quercus son variadas con alcornoques, encinas y quejigos, diversificando así la disponibilidad de este recurso clave en la alimentación de los cerdos”, explican desde Dehesa Las Cumbres.
Los cerdos que entran en la fase de engorde son animales adultos de al menos 14 meses, con un peso inicial cercano a los 100 kilos, que pueden aumentar entre 30 y 40 kilos adicionales durante esta etapa.