En sólo un mes, más de 4.200 protectores faciales reutilizables de BCN3D han llegado a más de 50 hospitales y centros de salud de toda España
Impresión 3D en BCN3D para luchar contra la pandemia global de COVID-19
La tremenda falta de materiales de protección para los profesionales sanitarios que luchan contra el COVID-19 llevó a los profesionales de BCN3D a diseñar, crear prototipos y producir piezas para mantener a estos profesionales seguros y cómodos mientras realizan su esencial labor. En sólo un mes, más de 4.200 protectores faciales reutilizables de BCN3D han llegado a más de 50 hospitales y centros de salud de toda España.
El personal de BCN3D tenía muy claro que quería colaborar, y una vez que se identificó esta necesidad, un equipo de voluntarios con más de 40 empleados rápidamente comenzó a trabajar, junto con representantes del sector sanitario, organizaciones gubernamentales y nuestra red de contactos profesionales, en el diseño, creación de prototipos y producción de diferentes piezas que pudieran ser empleadas por cualquier profesional de la salud que lo necesitara.
Validación funcional: cuando la comodidad y la seguridad son clave
En solo unos días, las primeras 100 unidades de los protectores faciales estaban listas para su validación funcional por parte del personal de los hospitales Sant Joan de Déu y German Trias i Pujol, entre otros centros de salud de Barcelona. Este fue un paso crucial para el equipo, ya que era vital asegurar que todas las piezas distribuidas fueran útiles y seguras. En palabras del técnico de la Farm de BCN3D, Ignacio López, “una de las tareas más difíciles fue fabricar piezas ergonómicas y cómodas para el personal que, por supuesto, los mantuvieran protegidos”.
El diseño de estos protectores faciales, como explica Antonio Aranzana, responsable del Proyecto COVID-19, “se basó en tres requisitos principales: comodidad, adaptabilidad y seguridad”. La decisión fue fabricar las piezas en PET-G “debido a su alta resistencia química«, de modo que las piezas pudieran desinfectarse repetidamente sin dañarse. Por lo tanto, «al usar PET-G, logramos una solución completamente reutilizable”.
Fabricación: optimizando al máximo gracias a la tecnología IDEX
Para ello, se dedicó completamente la granja de impresión, con un total de 63 impresoras 3D, a la fabricación de piezas. La tecnología IDEX permitió mantener los estándares de calidad mientras se fabricaban rápidamente miles de piezas.
Gracias al modo de duplicación, se pueden producir 500 de estas piezas por máquina en un mes, en lugar de las 250 unidades por máquina que se imprimirían con impresoras 3D de doble extrusión convencional.
Producción: toda una comunidad unida para ayudar
Afortunadamente, toda la comunidad del área de Castelldefels, donde se encuentran las oficinas centrales de BCN3D, fue muy ágil para intervenir y ofrecer su ayuda: “Han sido extremadamente generosos”, confirma Wiggins, “haciendo todo lo posible y dedicando tiempo y recursos a encontrar y donar todo el material que han podido conseguir”.
Business Case – Duplicar la productividad en tiempos de crisis
En una situación de crisis como la que se ha vivido en el último mes, se ha podido ver una vez más las grandes capacidades de la impresión 3D para la producción. Ahora está más claro que nunca que el mundo cambia sin previo aviso y que la fabricación aditiva puede ayudar a estar preparados y hacer frente a estos cambios de manera rápida y eficiente.
En las últimas semanas, la tecnología IDEX ha revolucionado nuevamente el flujo de trabajo de producción de BCN3D, duplicando la productividad y manteniendo una inversión razonable en hardware, y permitiéndonos mantener nuestros estándares de calidad mientras fabricamos rápidamente miles de piezas.