Las normas y regulaciones sobre el aislamiento son cada vez más rigurosas y ponen el foco en los puentes térmicos

En principio, los puentes térmicos suenan a un elemento de poca importancia. Normalmente, los puentes son prácticos y nos permiten moverse entre dos áreas separadas gracias a la conexión que proporcionan. En construcción, un puente térmico representa un punto débil en la envolvente del edificio desde una perspectiva energética. A diferencia de lo que el término inicialmente nos lleva a suponer, un puente térmico no proporciona calor a un edificio, en realidad es todo lo contrario y lo que es peor: ¡un puente térmico puede ser la causa de la formación de moho y condensación!

El cambio climático y la creciente demanda de energía significa que se requiere de una estrategia sostenible para aumentar la eficiencia energética. Desde hace varios años, se han adoptado numerosas medidas para reducir el consumo de energía. Esto ha tenido un impacto positivo: los estándares de aislamiento están mejorando y las necesidades energéticas están siendo sensiblemente reducidas.

Los puentes térmicos son áreas dentro de la envolvente del edificio en las que el calor viaja desde el interior hacia el exterior más rápidamente que en las áreas colindantes. Esto conduce a una disminución de las temperaturas superficiales de los componentes de construcción afectados en el interior de la habitación. La demanda y los costes de calefacción aumentan, mientras que la eficiencia energética disminuye. Los problemas con la condensación y la formación de moho a menudo surgen como resultado de la atmósfera cálida y húmeda. Esto pone en riesgo el confort y la salud del ambiente y también puede dar lugar a daños estructurales en el edificio a lo largo del tiempo.

En los últimos años se han incrementado considerablemente las normas a considerar en los edificios con eficiencia energética. La industria también se está ocupando cada vez más de una mayor rigurosidad de las disposiciones y ordenanzas en cuanto al ahorro de energía. Por lo tanto, hay una consideración mucho más alta que hace unos años entorno a los puntos débiles relacionados con la pérdida de calor como los puentes térmicos.

La clave está en reducir la influencia de los puentes térmicos en el consumo de energía, sólo de este modo se pueden minimizar las pérdidas de energía y los defectos de construcción.

Dibujo técnico de una junta de ventana.

Cálculos isotérmicos del flujo de calor: albañilería rehabilitada / albañilería mal aislada.

Cuanto más color del muro, mayor es la pérdida de energía.

“No todos los puentes térmicos son preocupantes”, según comenta Jacek Goehlmann, jefe de Servicios Técnicos de tremco illbruck. “Cada cambio en la geometría y en los materiales en la envolvente del edificio representa un puente térmico. Esto significa que cada junta de ventana dentro de la construcción de la pared es un puente térmico. ¡Eso no significa que no construyamos, sino que la cuestión más bien es cómo!”.