“La coccidiosis tiene un gran impacto económico en las explotaciones, con pérdidas económicas directas e indirectas”
Los coccidios es una patología parasitaria que tiene un gran impacto sanitario y económico en las granjas de ovino. Un diagnóstico certero y el conocimiento de la dinámica de la infección en la granja por parte del veterinario, además del desarrollo de la inmunidad natural en la recría, son fundamentales para lograr controlar la enfermedad. Jorge Gutiérrez González, técnico veterinario de pequeños rumiantes en MSD Animal Health, analiza todos estos aspectos.
¿Cuáles son las líneas generales del seminario de MSD Animal Health sobre coccidios que se va a desarrollar en el FORO OVINO?
¿Qué importancia tienen los coccidios en la gestión sanitaria de una granja de ovino?
¿Cuáles son sus consecuencias productivas y económicas?
Los corderos se infectan al ingerir los ooquistes eliminados en las heces de otros animales afectados. Tras la ingestión, los ooquistes se multiplican en la pared intestinal, provocando diarrea, fiebre, dolor, pérdida de apetito, retraso en el crecimiento y, en algunos casos, la muerte. Por todo esto, si no controlamos la enfermedad, el impacto económico de la coccidiosis será grande debido a las pérdidas directas (muertes) e indirectas (retraso en el crecimiento, peores índices de conversión, etc.). La coccidiosis la debemos entender como una enfermedad con dos caras: una visible y otra invisible. La visible es la que asociamos a la enfermedad, con los signos clínicos que aparecen en algunos animales cuando el parásito al replicarse en la pared intestinal provoca un gran daño en la mucosa intestinal. La cara invisible de la enfermedad se produce en el resto de animales afectados sin signos clínicos tan evidentes, donde el parásito también penaliza el crecimiento y puede provocar una pérdida de inmunidad que favorezca la aparición de otras enfermedades como la pasterelosis (neumonías).
¿Cuáles son los mayores factores de riesgo en una explotación para la aparición de problemas de coccidiosis?
La coccidiosis se ve favorecida por factores ambientales que faciliten las nuevas infecciones, como las camas sucias y húmedas, los bebederos o comederos contaminados por heces, etc. Los ooquistes no sobreviven en condiciones de exposición solar (4-8 horas) y baja humedad (< 25%), por lo que un ambiente limpio y seco ayudará a su control. La dosis que los corderos ingieran determinará la gravedad de los síntomas clínicos debido al daño intestinal causado por el parásito. Por otro lado, cualquier situación de estrés que sufran los corderos (destete, cambios de alimentación, transporte, mezcla de animales, hacinamiento, etc.) o bien la presencia de otras enfermedades concomitantes como las diarreas bacterianas (E. coli, Salmonella, etc.), el ectima contagioso o las parasitosis por nematodos gastrointestinales favorecerán también la multiplicación de los coccidios a nivel intestinal.
Ante la aparición de un brote en una ganadería, ¿cuáles son las herramientas con las que cuentan los ganaderos y veterinarios?
Una vez que aparecen los signos de la enfermedad en varios animales de un lote, debemos tratar de forma metafiláctica a esos corderos y también al resto, ya que en realidad estarán todos afectados, ya sea de forma visible o invisible. Los animales con sintomatología eliminan gran cantidad de ooquistes contagiando al resto de los animales del lote. Para minimizar el impacto de la enfermedad, una vez diagnosticada la coccidiosis en el rebaño, lo ideal sería adelantarnos al parásito aplicando el tratamiento antes de la aparición de los síntomas clínicos.
¿Qué medidas de prevención y control son eficaces?
En este sentido, ¿qué influencia tiene el nuevo escenario legislativo sobre uso de medicamentos?
Dentro del nuevo reglamento, los antiprotozoarios están incluidos dentro del concepto antimicrobianos. Para poder aplicarlos de forma metafiláctica, el veterinario debe realizar una valoración de la enfermedad, mediante el diagnóstico clínico de animales enfermos con los signos clásicos de la enfermedad y/o mediante analíticas laboratoriales que confirmen la etiología. Una vez el veterinario nos prescriba el tratamiento, podremos aplicar sin problema el antiprotozoario para tratar todos los animales de ese lote en el momento estratégico que nos recomiende, tal y como marca la legislación. Por otro lado, tras identificar los factores de riesgo de la explotación (destete, hacinamiento, camas húmedas, etc.), el veterinario nos recomendará aplicar medidas higiénico-sanitarias a fin de tratar de evitar que la enfermedad se mantenga en el tiempo de forma constante (limpieza y desinfección de corrales, densidades adecuadas, etc.).
Como conclusión, ¿cuáles son las soluciones que ofrece MSD Animal Health al sector?
Llevamos años trabajando en el Proyecto Recría 10, dando formaciones y ofreciendo asesoramiento a nuestros clientes, siempre de la mano y en colaboración con sus veterinarios, para asegurar una recría sana y rentable, que haga las granjas sostenibles a futuro. Además, desde 2020 contamos en nuestro porfolio con Vecoxan® 2,5 mg/ml (Diclazurilo) para el control de la coccidiosis, al tiempo que permite el desarrollo de la inmunidad natural en la recría, protegiendo al rebaño de reinfecciones1,2.
1 Agneessens et al.: Build up of immunity after a diclazuril (Vecoxan) treatment in calves, poster at the World Buiatrics Congress, Nice, France, October 15-19, 2006.
2 Taylor et al.: Dose response effects of diclazuril against pathogenic, species of ovine coccidia and the development of protective immunity, Veterinary Parasitology 2011; 178: 48-57].