Uso adecuado de los antibióticos en veterinaria para evitar la aparición de resistencias
Dentro del ciclo de Cursos de Verano de la Universidad del País Vasco, se celebró en la Estación Marina de Plentzia (Vizcaya) el curso ‘Resistencia a antibióticos en el medio ambiente: origen de un escenario apocalíptico’. Dentro del programa de este curso, Ana Hurtado, investigadora del Departamento de Sanidad Animal de Neiker-Tecnalia, impartió una charla titulada ‘Impacto de la ganadería sobre la resistencia a los antibióticos’.
El desarrollo de resistencias en las bacterias es un fenómeno complejo que puede ser consecuencia de distintos factores, pero está demostrado que existe una asociación entre el uso de antibióticos y las bacterias resistentes, según señaló Hurtado en su presentación. Cuando se utilizan los antibióticos, tanto en medicina humana como veterinaria, se genera una presión selectiva sobre las bacterias que favorece la aparición y diseminación de bacterias resistentes. Las bacterias (resistentes o sensibles, comensales o patógenas) no respetan barreras geográficas ni se localizan en compartimentos estanco humano y animal. De hecho, alrededor del 75% de las enfermedades infecciosas que afectan al hombre son zoonosis, es decir, tienen su origen en los animales. Así, los animales pueden actuar como reservorio de bacterias resistentes y transmitirse al hombre a través de los alimentos, por contacto directo o a través del medioambiente.
En esta ponencia se explicó a los alumnos la forma en la que se usan los antibióticos en medicina veterinaria. Su uso es fundamental para asegurar la salud de los animales y por tanto su bienestar, así como para garantizar la seguridad alimentaria, aunque en ocasiones el modo de uso no es el más adecuado. Se habló también sobre el riesgo que para la salud humana puede tener un mal uso de los antibióticos en ganadería, y se presentaron las principales acciones actualmente en marcha en ganadería para luchar contra las bacterias resistentes, y que se centran fundamentalmente en la vigilancia del uso de antibióticos y de las bacterias resistentes, la prevención de las infecciones en los animales y la promoción del uso prudente de antibióticos en ganadería.